IV

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Renato estaba totalmente intrigado, que Gabriel lo haya invitado a salir era raro, ni siquiera se conocían, eran diferentes en todo sentido, pero no podía negar que durante el tiempo que estuvieron juntos en el auto, sintió algo, no sabía muy bien de qué se trataba, pero fue lindo, sobre todo fue lindo el gesto que tuvo, de salvarlo de esos violentos y llevarlo hasta su casa. No cualquier persona hubiera hecho eso, eso hablaba muy bien de el chico, definitivamente era bueno.

Estaba en la facultad, y no podía dejar de pensar en el rizado, ni siquiera podía prestar atención a la clase de filosofía, que era su preferida. Una vez que la cursada finalizó, agarró su celular, esperando tener un mensaje de Gabriel, pero sólo había uno de su novio "Amor ¿Hacemos algo hoy?" decidió ignorarlo, después de todo no podía, tenía una ¿Cita? no, no era un cita, el mayor era heterosexual, y el tenía novio, nunca podría lastimar a Julián, es un pibe bueno en todos los aspectos, está siempre atento, y nunca lo descuida.

Llegó a su casa, se bañó y se acostó a dormir una siesta, pero su celular sonó. Solicitud de seguimiento @gabigallicchio_ , por algún motivo sonrió, la aceptó a los segundos, y comenzó a ver sus fotos, le causaba gracia que no parecía un chico muy activo en la redes, y que se haya molestado en buscarlo, le gustó.

"Lindas fotos para un amargo" le mandó por mensaje "Amargo y todo, pero me seguiste. Nos vemos en unas horas :) " le contestó Renato.

Se estaba preparando para ir al bar, ya estaba casi listo, cuando sonó el timbre, fue a abrir, era su novio
¿Qué haces acá Juli? —  preguntó
Te mandé mensaje y no me respondiste —  le respondió
Perdón, me colgué, es que salgo con un amigo — le dijo. — ¿Qué amigo? — volvió a preguntar. — Uno que no conoces, lo conocí en la cancha. ¿Nos vemos mañana bebé? — habló el castaño. — Ok, cuidate. Te amo — le dijo dándole un beso en los labios, y saliendo de la casa.

Gabriel estaba sentado en el bar, esperando al chico, no es que Renato esté llegando tarde, sino que él había llegado demasiado temprano. Estaba muy ansioso por verlo.

Durante todo el día no había dejado de pensarlo, y en un momento llegó a molestarlo, ya que no salía de su cabeza, pero ¿Qué culpa tenía el castaño? Obviamente toda, por ser tan lindo y amable.
Se quedó totalmente hipnotizado cuando lo vio entrar, con ese caminar tan característico en él, con una sonrisa hermosa que marcaba sus hoyuelos, con sus chupines negros, una camisa del mismo color y una gorra de color roja. Si Gabriel pensaba mucho en él, estaba seguro que a partir de ésta noche, lo haría mucho más.

Polos opuestos {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora