XIV

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Gabriel fue recuperando la conciencia pausadamente, le costó acostumbrarse a la iluminación del ambiente, ni siquiera recordarba que había ocurrido, hasta que logró verla a ella. De repente los recuerdos le cayeron como un duro golpe en el rostro, ninguno lograba decir ni una sola palabra, el sonido del celular del rizado sonó y sintió una gran presión en el pecho cuando vio de quien se trataba - Hola...Sí...¿Te parece si hablamos después?...Dale... Yo también - cortó la comunicación. - ¿Estás con alguien? - preguntó Antonella - Algo así, no es algo que te interese - le respondió secamente - Es que no entiendo, nosotros siempre nos cuidamos, esto no puede estar pasando - decía frustrado por la situación - Bueno Gabriel, pero pasó y ahora no hay vuelta atrás, a éste bebé lo voy a tener, con tu ayuda o no - contesto la chica. - Espera Anto, disculpa, tenes razón, yo voy a estar con vos, te voy a acompañar, es mi hijo o hija, también, y quiero formar parte de esto -  le dijo tomándole las manos, y brindando una pequeña sonrisa de comprensión. La morocha lo abrazó e inmediatamente rompió en llanto, era obvio que situación la había sobrepasado. 


(...)

Renato estaba en la facultad, sus amigos y amigas lo cargaban, porque le decían que no dejaba de sonreír, y que parecía una quinceañera enamorada, le habían insistido para que el castaño hablase, y les cuente a que se debía tanta felicidad, pero el chico no dijo ni una sola palabra.

Una vez que el día de cursada finalizó el pequeño se dirigió a la salida, y se sorprendió cuando vio a Gabriel en su auto, haciéndole una seña para que se suba, hizo caso. Camino, más bien corrió, hacía el vehículo del rizado. Cuando entró, lo saludo con un dulce beso en los labios, el cual fue muy bien aceptado - ¿Qué pasó que viniste a buscarme? Y sin avisarme? - preguntó el castaño - Es que, tenemos que hablar, de algo importante - contestó. Renato pudo sentir intranquilidad en su voz, y es intranquilidad ahora de transportó a él. - Gabi ¿Qué pasa? Podes hablarme de lo que necesites, yo te voy a entender - dijo buscando darle confianza 

- Mira, antes que todo, quiero decirte que te quiero, aunque bueno, eso ya lo sabes muy bien creo. Hoy vino a verme mi ex, al trabajo - Tato lo escuchaba atento - Bueno, vino a verme y me dio una noticia horrible, no, horrible no, sino que una noticia inesperada, ella me dijo que... - El rizado no sabía como continuar - Gabi, habla ¿Qué te dijo? - preguntó de una manera desesperada - Antonella está embarazada, y es mío - soltó sin más nada que decir. 

El castaño se quedó callada, sin pronunciar ninguna palabra, sin gesticular, sin nada, era como si de repente se hubiera convertido en una estatua - Tato, decime algo por favor - dijo intentando tocarlo, pero el chico no dejó que lo haga - No te me acerques - habló, bajando del auto. Gabriel vio como se iba alejando, como iba desapareciendo en el medio de tanta gente, y rompió en llanto.

Polos opuestos {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora