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—¿Piel de pulpo?—Abe miró a su prima confundido, Dieter asintió.

—Después de pensarlo un poco, creo que podríamos hacer un proyecto sobre eso—El azabache le dió un mordisco a su sandwich de pollo, ambos primos se miraron entre sí, no sabían qué tenía que ver la piel humana con la piel de pulpo.

—Hola Dieter—Saludó el castaño sentándose a su lado sin darse cuenta de que estaba acompañado, el azabache sonrió y le devolvió el saludo.

—Entonces ¿Cuál es el proyecto exactamente?—Cuestionó el rubio, Dieter cubrió su boca para indicar que aún estaba mssticando.

–Uh, hola–Damian saludo a los dos presentes recibiendo señas de su parte, su mirada paró en la peliazul, pensó con solo verla que era muy atractiva.

—No existen muchos donadores de piel, en mayoría son los que donan su cuerpo completo a la ciencia los que logran ser candidatos, sin embargo con los bebés o niños quemados o accidentados es más complejo, tienen que poner retazos de piel de tilapia, o injertos, pero en los bebés es más complicado, todo puede causar infecciones, la piel de tilapia es demasiado cerrada y la de injertos demasiado abierta, ¿Entienden a lo que voy?

El rubio asintió lentamente, Damian tomó su jugo prestando atención, luego de unos segundos se acomodó mejor en el césped para verlos a todos.

—Entonces ¿La piel de pulpo es la media entre los injertos y la tilafia?—Preguntó Leah, Damian pensó que su voz era casi tan hermosa como su rostro.

—Tilapia—Corrigió Dieter—Y si, digo, debo estudiar eso, pero es una hipótesis, no sé si les agrada la idea de hacer un proyecto sobre eso o quieren ver más opciones, también pensé en uno que explique la contaminación Marina y cómo afecta a nuestro sistema, ustedes también pueden elegir algo—Leah miró a Abe y luego a Dieter.

—A mí sí me gusta, se oye muy novedoso, me encantaría hacer una escultura de eso, ¿Tú qué dices Abe? Después de todo eres el que más pasará tiempo con Dieter—El rubio hizo una mueca y miró al azabache que intentaba calmarlo con una pequeña sonrisa.

—Me gusta—Contestó, el azabache asintió.

—Entonces comenzaré a investigar hoy sobre la piel de pulpo en la biblioteca.

—Iré contigo—Ofreciò Damian—Mi profesora hoy me entregó el guión de "Buscando a Godot" y esperaba poder leerlo en casa, pero si estás ahí puedo hacerte preguntas y es más divertido—El rubio levantó una ceja.

—¿No tienes amigos como para hablar el guión con ellos?—Dieter se volteó mirando severamente a Abe.

—Dieter es mi amigo, pero si te refieres a estudiantes de mi facultad, si, claro, pero entenderás que no todos tenemos el mismo guión, por ejemplo mi mejor amiga tiene el guión "La niña de la escalera".

Abe lo miró fastidiado, Damian hizo la misma cara de pocos amigos, Dieter quedó perplejo al ver una faceta poco amable en el castaño.

—Pensaba ir a biblioteca contigo pero si vas con este chico quizás no sea necesario—Abe se levantó y miró a Leah—¿Vienes?

—Ahora entiendo porque decías que sólo su presencia te estresaba—El rubio miró al castaño y este siguió hablando pero pasando los ojos del pecoso hasta el más alto—Si es insoportable.

—No seas grosero—Pidió Dieter suspirando—Abe, me ayudaría mucho si vas conmigo.

—¿No que solo mi presencia te estresa? Eres un cínico—Dieter cerró los ojos cabreado.

—No te diré que es mentira lo que Damian dice porque si, eres insoportable, tu carácter es una puta mierda y me estás comenzando a alterar con tu pensamiento infantil, porque te crees muy maduro y estoy seguro de que vives en la puta burbuja que no te deja ver más que tu familia y las obligaciones que crees tener, lo digo porque de lejos se nota que eres un hijo de papi y es no está mal, lo que está mal es que creas que puedes joderle la paciencia a cada idiota que se te pase por enfrente sin recibir ni siquiera una palabra sincera o dura, pero, ¿Adivina qué?, Tenemos que hacer esta cosa los tres y tú tendrás que estar pegado a mí y yo a ti, así que agarra tu puta mochila a las malditas 5 de la tarde y si no estás en la biblioteca te juro por Dios que iré a informaciones y pediré tu dirección—El azabache juntó sus labios apretandolos—Lamento que tengas que soportar esto Leah, vamonos Damian—El castaño se levantó rápido y siguió al menor que caminaba a paso pesado por el patio de la facultad, al rato, máximo dos minutos se volteó y miró preocupado a Damian.

Suéter Amarillo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora