Dieter siempre ha pensado que buscarle un sentido a todo le quita la emoción a la vida, aún si es un amante de la filosofía odia admitir en voz alta que se la ha pasado viviendo estación a estación sin preocuparse de cuánto se le despeinaba el alma en el proceso, y esta era su única excusa para explicar porque cada vez que miraba a Damian su corazón navegaba hasta su estómago y dolía un poco. Extremadamente cursi y miedoso.
Miró a Damian que ahora comía su hamburguesa vegana, acababan de pasar todo el día juntos buscando algunas cosas que Damian dijo necesitar con urgencia y terminaron siendo libros o películas para pasar el rato, Dieter no se quejó, ahora ambos comían en un restaurante de comida rápida antes de ir a ver una de las películas a la casa del castaño.
Mañana en la tarde Abe se va de viaje a Francia para ayudar a su padre, Dieter debe admitir que le duele un poco considerando que habían pasado casi dos semanas saliendo juntos de un lado a otro (cuando Dieter no está trabajando). Por ello también quería hacerle un regalo antes de que tomase el avión y no podía desvelarse estando con Damian.
Además, duele un poco. Dieter no ha dejado de oír sobre Samantha, la nueva cita de Damian, por lo que el castaño relata es una mujer preciosa, le hace sentir incómodo y triste, con una acidez extraña en la boca.
Fueron a la casa de Damian y Dieter sonrió al ver a Jack más grande, el gatito corrió y escaló su ropa hasta llegar a su hombro y llenarlo de lamidas, el menor sonrió divertido tomándolo en brazos.
—Creo que te quiere más que a mí—Dieter negó divertido.
—Es que así funcionan los gatos Damian, parece que quisieran más a cualquiera que no sea su dueño—El más bajo negó, buscó en su refrigerador jugo de frutas y sirvió dos vasos, Dieter siguió mimando al gato, y fue así toda la película, no le arrunaria la emoción a Damian diciéndole que ya la había visto en sus clases de preparatorias, al menos ahora sabe qué tipo de películas le gustan al castaño.
El oji miel no le diría directamente a Dieter que lo sentía distraído y distante, aunque estaba preocupado por él, pensó que si tuviese algo que decir se lo diría, o que pediría ayuda.
Cuando se fue Damian volvió a sentirse un poco vacío, Jack se recostó en el sofá mientras él arreglaba sus cosas para irse a la cama, habló con Samantha por mensajes un rato, sonrió, mañana quizás podrían salir.
...
Dieter no diría que las vacaciones no le aburrian, nunca supo incluirse en grupos animados y por ello jamás había tenido la suerte de ir a alguna fiesta más que la de inicio de otoño en la universidad, es decir, ha sido invitado y jamás se ha animado a ir, suspiró sobre su cama, Diana había viajado para estar con su hermana mayor, Rodrigo había perdido el contacto, Damian estaba ocupado y Abe y Leah suelen subir fotos de ambos comiendo en cafeterías, en Francia.Pensó que sería una mala idea aparecerse como si nada en la casa de uno de sus antiguos mejores amigos, habían perdido el contacto al entrar a la universidad, supo algunas cosas de él por instagram pero no mucho más, además sus últimos años de preparatoria no son algo que le enorgullezca, solía tener buenas notas pero por lo general era atrapado haciendo alguna estupidez, sobretodo después de los incidentes, sentía que no podía quedarse quieto porque si lo hacía pensaba demasiado.
Ethan es algo así, un chico problema con el que en realidad había peleado varias veces porque sus travesuras llevaban a otro nivel, como cuando intentó sacar fotos en el camarín de chicas luego de educación física y Dieter lo descubrió. Ahora recuerda porque perdieron contacto, negó decidió a bajar las escaleras para pedirle la gameboy a su hermana menor, entonces se dio cuenta de que al parecer estaba solo, exceptuando a su gata que maullaba al ver que tampoco estaba sola.
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Suéter Amarillo
Ficção Adolescente"¿Quién diablos utiliza un suéter de color amarillo?" Se preguntó Dieter un miércoles. "¿Quién diablos toma el bus tan temprano?" Cuestionó un martes. "¿Con quién diablos puedo conseguir su número?" Susurró un viernes.