Secuestrada Por Niall Horan

Capitulo 10

Caí al suelo junto a él ya que yo también había perdido sangre...

Cuando desperté me encontraba en un cuarto enorme que estaba separado por cortinas azules, al lado derecho había una gran maquina con un sonido entre cortada y en mis muñecas unas grandes agujas, en mi lado izquierdo se encontraba una mujer vestida de blanco de seguro la enfermera.

-¿Dónde está Niall? – Dije con la voz muy baja, de seguro ella no me escucho,  al verme despertar se formo una sonrisa y salió corriendo dejando abierta una de las grandes cortinas... En unos minutos ingreso un doctor como de unos 49 años, tomo una silla y se sentó a un lado.

Doctor: Cierra las cortinas y sal por favor. – Le pidió amablemente a la enfermera.

¿Cómo te sientes? –Me pregunto.

-¿Qué me pasó? – Pregunte con la voz muy baja.

Doctor: Te hirieron en la pierna pero ya estas mejor aunque si tienes que recordar que te hicieron a ti y a tu amigo. – Dijo refiriéndose a Niall

-No lo recuerdo. – Claro que recordaba todo pero no podía decirle que me tenían secuestrada y Niall era su cómplice y que el mato a Harry.

Doctor: Dime, ¿Qué hacías con el muchacho cuando paso esto? – Pregunto curioso.

-Caminábamos un poco, entonces nos dispararon. – Dije un poco nerviosa.

Doctor: ¿Estás segura? – Pregunto un poco dudoso.

-Sí. – Dije un poco segura.

Doctor: ¿Tienes enemigos?

-No, creo que no, ahora eso no importa, ¿Dónde está Niall? – Dije saliendo del tema.

Doctor: ¿El rubio?

-Sí.

Doctor: Ahora ya está mejor, hoy mismo les daré de alta. – Dijo sonriente.

-¿Puedo ir a verlo?

Doctor: Claro, ten. – Me dio una bolsa negra en la cual estaba mi vestido limpio.

-Gracias. – Dije mientras la tomaba.

Doctor: Vete a cambiar y consíguele una playera a Niall.

-Claro. – Me levante un poco mareada y fui al baño me puse mi vestido y mis zapatos, se me hacia muy difícil caminar ya que mi pierna tenia un disparo, pero solo llevo puesto una pequeña venda, camine hasta información y pedí que me prestaran el teléfono y marque a mi casa para ver si Shirley me contestaba. Shirley era una de mis empleadas de confianza era casi como una hermana para mi ya que era un año mayor que yo, era una chica de cabello oscuro medio ondulado.

-Hola, ¿Shirley? – Pregunte cuando contestaron el teléfono

Shirley: ¿Qué pasó Liv? ¿Dónde estás? – Dijo preocupada

-Eso es lo de menos, necesito que vengas al hospital público, al norte, queda a media hora, creo.

Shirley: Ahorita mismo voy. – Dicho esto colgó el teléfono.

Salí del hospital a esperar a Shirley paso como media hora y llego un auto negro, era uno de los autos de mi padre, este se estaciono y de el bajo Shirley mientras miraba alrededor, por supuesto me estaba buscando.

Me levante con mis zapatos en mis manos y camine en dirección a ella cuando me vio corrió hacía mi y me abrazo.

Shirley: ¿Dónde has estado cariño?

-Es una larga historia, acompáñame a comprar una playera para Niall. – Dije mientras jale su brazo para que me siguiera.

Shirley: ¿Quién es Niall? – Pregunto curiosa

-Un amigo. – Dije mientras subía al auto.

Shirley: ¿Qué te pasó? -Pregunto mientras se sentaba y cerraba la puerta del auto, claro que se refería a mi herida.

-Historia muy larga. – Dije para evitar preguntas.

Shirley: Ok. –Dijo limitándose a preguntarme algo más.

Llegamos a un almacén que quedaba a unos 10 minutos del hospital me baje y compre ropa para mi y Niall, me puse algo cómodo y subí al auto para una vez más regresar al hospital.

Cuando llegamos entre corriendo a la habitación para ver a Niall, cuando entre estaba despierto al verme sonrió tiernamente y al igual yo sonreí, camine un poco y me corrí para abrazarlo, creo que fue solo un impulso cuando lo abracé me aleje de el rápidamente y el solo sonrió.

-Ponte esto. – Extendí mi mano para que el reciba la ropa que le traje.

Niall: Gracias. – Dijo con una hermosa sonrisa, se levanto y fue a vestirse, yo salí un rato y ahí estaba Shirley mirándome con sus ojos entre cerrados.

Shirley: ¿Quién es ese muchacho?

-Un amigo. – Respondí seca.

Shirley: ¿Te gusta? – Pregunto cariñosamente.

-No, nunca me podría gustar, solo míralo. – Dije mientras lo apuntaba discretamente, el estaba sin camisa se veía tan sexy.
-Nunca me podría gustar alguien como él.

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