♦Momentos difíciles ♦

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—¿Mamá?—el pequeño James observo a la mujer—¿Por qué es malo ser Omega?

La mujer se quedó callada unos segundos ¿Cómo le iba a explicar a su hijo que la sociedad aún no estaba preparada para aceptarlos? No era tan fácil decirle que siempre los iban a ver como seres inferiores y que si no se casaban con un Alfa poderoso estaban condenados. Al igual que ella.

—Hijo, no hay nada de malo con nosotros, es solo que…—su explicación quedo en el olvido al ver como el padre de James entraba por la puerta, en completo estado de ebriedad y acompañado de varias mujeres betas y omegas que también estaban en la misma situación que este—Vete a tu cuarto—ordeno su madre pero James no hizo caso, pues miraba atentamente a las Omegas ¿Por qué hacían eso? El niño de siete años aún no lo comprendía—¡A tu cuarto! ¡Ahora!—su madre lo empujo por la espalda para obligarlo a caminar.

Una vez que Barnes estuvo a salvo, cerró la puerta de su habitación con seguro, ya sabía lo que venía. Con temor pegó su oreja a la madera.

—¡Largo de aquí!—gritaba su madre—¡No puedes seguir trayendo a estas mujeres! ¡¿Acaso no te preocupa tu hijo?!—seguido de esto, un florero cayó al suelo y James en respuesta dio un salto.

—Ese asqueroso Omega no me importa en lo más mínimo

—Es tu hijo

—Yo quería, no, necesitaba a un Alfa—el niño pudo escuchar como la puerta de su casa era cerrada con brusquedad, seguramente las mujeres con las que su padre había llegado, se largaron al escuchar la pelea—Pero claro, tú no sirves para nada.

—Entonces déjame ir, déjame irme con mi hijo lejos de ti. No estoy dispuesta a que James siga viendo esto ¡No es bueno para él!

—La única forma de que salgas es muerta ¡¿Oíste?!—y estaba vez un grito de su madre al caer al suelo herida fue lo que hizo que Barnes se pusiera en alerta, debía de salir a defender a su mamá—Si intentas algo o vuelves a reclamarme enfrente de mis invitadas, no tendré piedad contigo ¿Entendido?—un sollozo fue su respuesta, pero al parecer, esto no produjo una satisfacción en el Alfa—¡¿Entendiste?!

—Si—en un bajo susurro la mujer respondió.

Y la puerta volvió a cerrase, fue ahí cuando James salió corriendo en busca de su mamá. Verla en el suelo, herida y sin moverse, provoco que el llorara también ¿Por qué había tenido que tocarle un padre así? ¿Acaso era tan malo que necesitaba ser golpeado hasta casi quedar inconsciente?

—James…—el aludido se acercó velozmente a su madre—Debes prometerme algo…—Barnes negó—Por favor hijo…

—¿Te vas a morir?—con lágrimas en los ojos, el niño sostenía la mano de su mamá.

—James…–de pronto, la casa, los muebles y hasta su mamá se comenzaron a hacer borrosos—¡James!—el grito del Alfa llamándolo lo hizo despertar de su sueño, no, más bien de su recuerdo—¿Estas bien?—la mano del rubio se colocó en su hombro con delicadeza.

—¿Qué me paso?—medio aturdido, James trato de acordarse que hacia ahí.

—Estábamos hablando sobre tu situación económica y lo que ibas a hacer para solucionarlo

—Lo siento, es que yo comienzo a recordar cosas cuando me estreso o me siento mal.

—No tienes porque darme explicaciones Bucky—Steve, su mejor amigo, le sonrió—Mejor ¿Te parece seguir con el tema anterior?—el Omega asintió—Bien, entonces ¿Qué vas a hacer? Digo este anuncio en el periódico es muy bueno, con este sueldo te alcanzaría para rentar un lindo departamento, comprarte ropa nueva y ¡Aún así te seguiría sobrando!

I want your bite •T'chuky• #FBLA19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora