❣12. Reunión de hormonas

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Yeori

Una vez estuve lista, miré el pulido reflejo que me devolvía el espejo. El pelo suelto y levemente ondulado me adelgazaba la cara, y el delineado me hizo sentirme segura de mí misma.

Por fin me había animado a ponerme el vestido que hacía tiempo que quería estrenar, y la tela azul se ceñía a mi cuerpo con gracia.

-¿Desde cuando tengo estas curvas? -di una vuelta frente al espejo, y pasé mis manos el contorno de mi bonita figura-. Joder -sonreí contenta al tantear mi pecho prominente debido al sujetador, e incluso hice poses comprometidas al sentirme sexy-. Que nadie te quite esta confianza, ¿me oyes? -hablé con mi reflejo, y cubrí mis hombros con una torera negra de terciopelo.

Iba demasiado poco casual para un simple encuentro con mis amigos, pero me hacía ilusión lo guapa y atrevida que un solo vestido me hacía sentir.

Taehyung iba a estar ahí, y esperaba robarle otro beso aunque fuese a escondidas. Recé para que Jungkook estuviera borracho y cansado, y lo mismo con Jimin.

...

-Buenas noches -ojeé los dos cuerpos desperdigados por el salón, y también el botellín de cerveza en cada masculina mano. No obtuve respuesta de ninguno-. Qué simpáticos...

Jungkook estaba tirado en la moqueta, la espalda contra el sofá y mirándome con ojos inquisitivos y molestos, y Taehyung ocupaba el sofá entero con las piernas abiertas, viendo la televisión con una expresión demasiado seria.

¿No había notado mi presencia?

Me deshice de los ruidosos tacones para estar más cómoda, perdiéndome en la música indie que envolvía el silencioso ambiente del piso de Yoongi.

-¿Dónde están los demás? -obstaculicé su visión al tapar la pantalla plana con mi cuerpo, y los dos se quejaron como críos.

-¿Te puedes quitar del medio? No me dejas ver la cara de RuPaul -el mayor fue excesivamente neutral desde el sofá, y me sentí ofendida. Hice contacto visual con sus cálidos ojos chocolateados, esperando ver algo de simpatía o interés, pero solo respondió bebiendo cerveza.

No se fijó en mi atractivo vestido, y la cruda realidad era que apenas pareció importarle. Me sentí increíblemente estúpida al haberme arreglado tanto para recibir tal nula atención.

-No sabía que alcohol te hacía más imbécil de lo que ya eras, Taehyung -escupí de mala gana, alejándome del televisor y no viendo su sonrisita de suficiencia.

-Los hyungs han ido a comprar cervezas -una voz nueva rompió el silencio, y Jungkook me ofreció un botellín de cerveza a la mitad-. Puedes acabarte la mía, si quieres.

-Gracias, Gguk -me senté a lo indio a su lado, y arranqué el botellín de sus dedos con una sonrisa. Noté cómo me miró fijamente cuando incliné la cabeza para beber, y sin previo aviso me arrebató la bebida aún cuando la tenía en la boca-. ¿Pero qué haces? Lo que se da no se quita.

Le miré de forma reprobatoria, pero sus ojos estaban demasiado ocupados mirando algo en mi pecho. Seguí la dirección de su mirada, y rodé los ojos al ver una gota de cerveza bajar desde mis clavículas.

Jungkook parecía ansioso porque la gota se infiltrara en mi escote.

-Deberías ponerte vestido más a menudo -se mordisqueó el labio con impaciencia, y en el espacio de cinco segundos, sus ojos se dilataron con embelesamiento-. Porque te queda muy muy bien... -susurró, bajando el dobladillo de su camiseta hasta la parte delantera de los pantalones, ocultando algo.

La química del momento fue bruscamente interrumpida, porque Jungkook recibió un manotazo en la coronilla por parte de alguien externo.

-¡Hyung! -exclamó cabreado.

War of hormones ; kth, jjk [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora