❣️5. Ni un mísero segundo

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Yeori

-¿Qué es lo que se supone que sabes, eh?

Nuestras caras estaban a tortuosos centímetros de distancia, y en todos los años en los que había conocido a Kim Taehyung nunca había sentido tanta tensión sexual.

Desde aquí veía sus labios provocándome, y no ayudaba que los remojase con la lengua cada dos por tres. Con tanta perfecto e temblaron los dedos en el cuello de su camiseta, y Taehyung se limitó a sonreír.

-¿Me lo dices tú o te lo digo yo? -insistió, sin borrar la sonrisa felina que me estaba causando escalofríos por todo el cuerpo. Acercó su cara a mi cuello, y fui presa de su aliento caliente rozar mi oído.

-Taehyung...¿qué haces? -tuve la esperanza de que se separase sin dar explicaciones, de que todo esto dejara de ser tan candente y tenso para mí.

-Sé que le gustas a Jimin.

-Joder... -se me cerraron los ojos por la vergüenza, y puede que también por el roce de su nariz contra mi piel.

-Pero el drama no acaba ahí, ¿a que no? -escuché con nitidez cómo se mojó los labios durante una pausa innecesaria-. A ti no te gusta Jimin, te gusto yo.

¿De qué me había servido intentar domesticar mis sentimientos por él?

Estas semanas habían sido en vano, y hacía falta un manual de cómo no enamorarse de alguien como Kim Taehyung.

-¿Y cómo estás tan seguro de que no estás siendo un egocéntrico de mierda, eh? -aún así, el shock por el que pasé no me impidió intentar desmentirlo, intentar salvar mi dignidad.

-Yeori -una de sus manos subió a mi mejilla, ganando mi atención ininterrumpida-, con todo lo que me conoces ya deberías saberlo, pero soy muy, muy observador.

Una de sus manos se apoyó al costado de mi caderas, y el colchón se hundió cuando se inclinó sobre mí. Sus dedos trazaban suaves líneas en mi mandíbula, y no entendía el porqué.

-Además -los dedos fueron sustituidos por su recta nariz, y un efímero roce de sus mullidos labios bendicieron un tramo de mi cuello-, si no te gustara ya habrías salido corriendo de mi habitación.

Por culpa de la tensión sexual y los nervios hinché el pecho, ese que tanto parecía gustarle a Taehyung con o sin sujetador.

Estaba más rígida que una estatua, con su rodilla en el tramo de colchón que había entre mis piernas, su respiración en el cuello y la mirada en mis tetas.

A lo mejor la situación era demasiado subida de tono para un proyecto del instituto

-¿Te gusta que esté tan cerca de ti? Todavía no te has apartado... -cerré los ojos bajo el son de su calmante y profunda voz, perfectamente consciente de que estaba siendo muy débil-. Tienes la piel muy suave, Yeori.

Delineó mi mandíbula entre susurros, y una vez llegó a la mejilla giré la cara violentamente hacia un lado.

¿Qué mierda estás haciendo? Vuelve a la Tierra

-Creo que he tocado algún punto sensible... -se burló, una ceja espesa fruncida con maldad.

-¿De qué vas, Taehyung? No me puedes hacer esto -escupí enfadada, dando un golpe en su pecho para apartarlo-. Me estás dando falsas ilusiones, ¡es muy cruel, joder!

-Y no dudes en que me voy a aprovechar de la situación. A Jimin le rompería el corazón saber que quien inunda tus pensamientos soy yo y no él, ¿no crees?

¿Cómo se iba a aprovechar de la situación si yo no le interesaba? El muy capullo no sabía ni lo que decía.

-¿Y quién te ha pedido que te entrometas en mi vida o la de Jimin? -me levanté de la cama con rabia circulando por las venas-. Nadie, absolutamente nadie.

War of hormones ; kth, jjk [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora