War of hormones ; kth, jjk [+18]

❣32. Nombre equivocado

Taehyung

Un leve movimiento en la cama me despierta.

-Qué cojones... -que la primera frase del día ya tenga alguna palabrota dice mucho de mi personalidad.

No me puedo mover mucho porque si no aplasto a Yeori, pero sí que puedo ver lo que está haciendo. Todavía sigue durmiendo, pero debe de estar teniendo algún sueño húmedo porque está aprovechando lo enredados que estamos para restregarse sutilmente contra mi muslo.

Es una buena señal el hecho de que quiera más roce a pesar de la larga noche de ayer.

-Siempre tan ansiosa... -como soy tan capullo, en vez de despertarla y darle los buenos días que se merece, decido tensar el muslo y crearle más frustración.

Murmura cosas que no logro entender, y cuando subo el muslo entre sus piernas se remueve entre mis brazos con cara...¿de molestia?

-Para, Jungkook...-

Si ha dicho algo importante no lo he escuchado, porque me han pitado los oídos en el momento en el que ha dicho el nombre de otro.

¿Por qué está soñando con él cuando está en mi cama y con mi camiseta puesta?

¿Y por qué me siento tan jodidamente miserable?

...

Yeori

Cuando me despierto no hay rastro de Tae en la cama. Y si las sábanas no estuviesen tan arrugadas me habría dado la sensación de que lo de anoche fue un sueño.

Después de ir al baño bajo a desayunar, y sonrío inconscientemente cuando le veo entretenido con la tele en el sofá.

-¿Has desayunado? -le despeino cariñosamente desde detrás del sofá.

-No, estaba esperando a que el koala decidiese dejar de hibernar -camina hacia la cocina sin su habitual sonrisa, encendiendo la cafetera.

Ya en la mesa del comedor, desayunamos los dos pacíficamente. Hay un poco de silencio, las voces de la televisión profundizando el ambiente, pero creo que es normal después de anoche.

Porque para ser honestos, todavía estoy asimilando lo que pasó.

Taehyung sube mis piernas sobre sus muslos, y aunque la postura es un poco incómoda para mí, su sonrisilla merece la pena.

-Yeori -me llama, haciendo dibujitos con sus dedos en mis piernas. Abre la boca pero la cierra, suspirando sonoramente y abultando su mejilla con su lengua, signo de que está irritado.

-Dime -me acerco para coger su mano, pero sus dedos retroceden de los míos, rechazándome-. ¿Está todo bien?

-Para serte sincero no, no está nada bien -me mira por más de dos segundos por primera vez en lo que va de mañana, y me doy cuenta de que hay algo que le turba la expresión.

Guardo silencio, esperando a que continúe.

-¿Lo de anoche no significó nada para ti? -espeta de golpe, dolido y enfadado a la vez-. No me creo que lo haya hecho tan mal como para que gimas el nombre de otro.

¿Qué?

-Tae, no sé qué estás diciendo -cojo su mano entre las mías, todavía confundida pero mostrándole comprensión-. Y ayer fue algo significativo en nuestra intimidad, pero creía que era tan obvio que no hacía fal...-

-¿Y por qué piensas en Jungkook? -mi cara debe de haberse paralizado, porque aparta mis piernas de un golpe y se levanta de la mesa abruptamente-. Mejor no respondas, tu silencio me lo ha dicho todo.