Aviso: el siguiente capítulo contiene escenas sexuales –homosexuales– explícitas. Yo sé que en realidad a todos les gusta, pero cumplo con poner esto aquí.
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Condenada
21
InstintoMientras que Adara tenía que enfrentarse a su padre, West se ocupó de dejar a la muy alterada Liah en manos de Beth y Donny, quienes miraron con asombro y casi con horror su cuerpo desnudo, sabiendo lo que eso significaba, encomendándoles asearla y llevarla a la habitación de la princesa.
Las tres mujeres se desconcertaron todavía más cuando dijo que la primogénita del Lord dejó indicaciones de que no le pusieran un nuevo collar todavía, pero no eran quienes para cuestionar y arrastraron a la loba, que se sobresaltaba nada más de pasar cerca de cualquier Vampiro.
Sentía demasiadas cosas, tenía los sentidos demasiado alebrestados y el Instinto continuaba haciendo de las suyas dentro de ella. No comprendía por qué reaccionaba de esa forma. Nunca había sentido a su Instinto tan agitado, nunca había sentido tanta energía transitando por sus venas, nunca se había sentido a punto de ponerse a jadear espontáneamente.
Era como… ansiedad. Sí. Pero no sabía lo que ansiaba. ¿Hacer algo? ¿Tener algo? ¿Comer algo? No lo sabía, pero eso último le daba la impresión de acercarse a lo que quería.
Las criadas la condujeron por los pasillos asegurándose de que mantuviese los brazos dentro de la capa para que nadie notase las garras y que la capucha le cubriese el rostro lo suficiente para que hubiese que fijarse bien para notar sus ojos encendidos.
Adara, mientras tanto, se preparaba para lo que, sabía, no iba a ser una conversación amena. Se ocupó, primero que nada, de su propio aseo. Cubierta de sangre y apestado a bestia y bosque no era la forma correcta de presentarse ante Luther. Necesitaba un momento para calmar sus nervios. Tenía demasiada tensión encima y el tiempo que tardó aseándose le ayudó a serenarse. Además, si fuera directo hacia su padre le estaría dando más peso del conveniente a todo lo ocurrido.
Así pues, solo enfilo a la oficina donde sabía que el pelirrojo estaría cuando estuvo libre de mugre y con un uniforme limpio del mismo que llevó bajo la armadura, pues seguía en servicio hasta que diera el reporte. Se llevó el conjunto de placas de la parte superior de su armadura, que serviría como prueba de su informe. Por cada paso que daba procuraba reunir tolerancia para lidiar con la reacción de su padre a enterarse de que falló en la misión que le encomendó precisamente a ella porque todos los demás habían fallado, confiado en que la traficante de muerte la llevaría a cabo exitosamente.
Solo esperaba que el sermón no fuese muy largo. Porque no había dudas de que se lo llevaría, después de todo, cualquier otro al que pudiese echarle la culpa había muerto.
La puerta del despacho estaba entreabierta, así que no se molestó en tocar antes de entrar. Lord Luther estaba sentado detrás de su escritorio, las manos frente a la boca con los codos apoyados en la superficie.
Los ojos verdes la analizaron. El uniforme limpio, esperó que se tomara un momento para asearse antes de venir, pero la armadura abollada y perforada, los pequeños cortes que perduraban en su rostro y la mirada inexpresiva en los ojos negros; todo indicaba justamente de lo que no quería escuchar.

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Condenada
WerewolfPRIMER LIBRO A mediados del siglo XV, los Licántropos estaban al borde de la extinción. La campaña de cacería contra las bestias era muy exitosa. Los Vampiros eran señores de casi todas las tierras y los humanos debían pagar con plata u hombres...