El Dragón Rojo(Zacdaya)®

Destrozados

Desde que me fui de Top Gun he estado hablando con Jade, seguimos siendo amigas, todos me echan de menos, yo también a ellos, no hemos hablado de Zac para nada pero si sé que ella le informa a su hermano de como estoy.

Lo extraño un montón, más de lo que creí, extraño pasar tiempo con Zac, hacer cosas juntos, reír y gastar pequeñas bromas, está en mis pensamientos a diario pero no podía quedarme, era muy doloroso su alejamiento. Sé que no va a ser fácil, sin embargo debo olvidar lo que siento por él, por eso acepté una nueva misión como agente infiltrado, aunque antes aviso a Jade.

Mi nueva misión es para acabar con una banda de trata de personas, secuestran a chicas para explotarlas sexualmente, para venderlas al mejor postar e incluso hasta para vender sus órganos. Yo haré de cebo, luego investigaré desde dentro, así reuniré pruebas para terminar con los que están detrás de todo esto.

La tapadera que me han dado esta vez es muy compleja, de ese modo si alguien investiga mi identidad no seré descubierta, sin olvidar que ahora tengo un nombre falso, la gente que dirige la banda es peligrosa y debo tener cuidado pero puedo hacerlo.

Estoy preparada, me estuve entrenando para llevar a cabo la misión, soy agente del F.B.I y se me da bien actuar, aunque no es que sea mi fuerte pero puedo arreglármelas bien. Esta vez no voy a fallar, esta vez terminaré la misión, si fallo dejaré la agencia.

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Hoy mi hermana me ha dicho que Kiera hablo con ella y dice que todo va bien con su misión encubierta pero que van a estar sin hablar algún tiempo mientras esta infiltrada, cierto que es agente del F.B.I y ese es su trabajo, igual que el mío es volar.

La verdad es que es muy hermoso que decidiera alejarse para que no renunciase a hacer algo que me encanta pero aún así duele, eso me hace amarla más porque sé que quiere lo mejor para mí, por eso me siento tan horrible conmigo mismo.

Tengo una nueva misión, es con Ayd, debemos infiltrarnos tras las líneas enemigas de una base en Kazajistán, después tenemos que destruir los misiles que guardan para evitar que con ellos maten a miles de personas.

Nos subimos al caza, hago las comprobaciones de rutina y despegamos del hangar, no dejo de pensar en Kiera, ¿cómo estará? espero que este bien. La extraño tanto, sabía que su marcha sería dura pero es más dolorosa de lo que imaginaba, fui tan imbécil.

Si le hubiera dicho, si hubiera hablado con ella, ahora estaría aquí, seguiría en su misión de protegerme, cierto que solo seríamos amigos pero prefiero eso a nada. La echo tanto en falta que me cuesta conciliar el sueño a veces, hay veces en que sueño que ella sufre y no puedo ayudarla, si le pasase algo no se qué haría.

El vuelo es tranquilo hasta que el radar empieza a pitar, según indica algo se dirige hacia mí, inicio las maniobras para esquivarlo pero no funciona porque impacta contra el caza. Saltan todas las alarmas, intento avisar a la sala de control sin respuesta, la radio está rota, mierda, entonces me precipito al suelo, aprieto el botón de eyección pero no funciona.

Me estrello con fuerza contra el suelo, estoy atrapado y no puedo salir, todo me da vueltas, se me nubla la vista pero escucho pasos, rompen el cristal del caza para luego sacarme.

—Aún sigues vivo—dice Ayd, aunque no lo veo bien sé que es él por su voz

—Me...—empiezo a decir

—Puedes caminar—pregunta Ayd

Intento levantarme pero no lo logro porque mis piernas parece que fueran de gelatina, siento que el suelo se mueve, me duele la cabeza y no puedo ver bien, Ayd da unos pasos hacia mí.