Parte XXI

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De IM-PAC-TO!
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Extra largo.

Caminé meciendo de lado a lado la canasta entre mis dedos, la luna comenzaba a asomarse entre las nubes, las calles aún estaban húmedas, me quedé de pie delante del edificio en el que vivía al ver a Thomas Shelby apoyado en su automóvil sosteniendo una sombrilla en la mano derecha mientras fumaba distraídamente, su mirada cayó sobre mí por largos segundos alcanzándome en las puertas del edificio.

– ¿Qué haces aquí?

– Decidí venir a ver qué sucede con mis inversiones, ya que usted no tiene planeado ir a Birmingham probablemente nunca – Sonreí bajando la mirada.

– ¿Por qué no me llamó?

– No tuve tiempo, antes de decidir completamente ya estaba conduciendo – Asentí sacando mis llaves del bolsillo – ¿Me invitará a entrar?

– Adivinaré no habían habitaciones en el hotel.

– Ninguna en lo absoluto – Negó con la cabeza acercándose para verme abrir la puerta principal y caminando tras de mí hasta llegar a la puerta que daba a mi apartamento, la oscuridad del salón principal nos recibió.

Me adentré encendiendo las luces escuché la puerta cerrarse tras de mí mientras dejaba la canasta sobre la barra y me quitaba el abrigo al mismo tiempo que mi invitado, observé mi reloj, quité la mantilla desde la canasta para sacar al pequeño y delgado gato negro que maulló tembloroso.

– ¡Un gato!

– Andrew O'Connell me lo obsequió – Expliqué acercándome a servir un poco de leche al pequeño animal.

– ¿Estuvo en Bangor?

– Si, durante el fin de semana. O'Connell y yo teníamos asuntos pendientes, y nuevos negocios que quería explicarme – Deslicé los dedos por el lomo del felino – Espero una visita.

– ¿Es un hombre?

– ¿Y si así fuera, Thomas? – Me senté quitándome las botas mientras él me observaba, se encogió de hombros acercándose a tomar asiento en la mesita de madera frente a mí.

– No podría hacer nada – Estiró sus manos para desabrochar la bota que aún tenía puesta – Birmingham y Londres se separan por ciento veintiséis millas, y aunque anhelo tenerla cerca usted se resiste, y lo comprendo, pero sepa que estaré disponible aún cuando su visita sea un caballero.

– No es un caballero – Sonrió estirando su mano a mi rostro.

– La he extrañado, Eliette – Sonreí apretando los labios – sé que cree que miento.

– Claro que lo creo.

– Y la entiendo – Tomó mis manos apoyando los codos en las rodillas para estar más cerca – solo soy un gitano de Birmingham.

– Está victimizándose

– Si. Lo que creo que sucede es que usted necesita ser cortejada – Acarició la palma de mi mano con su dedo índice.

– ¿Eso cree?

– Eso veo – Señaló mi mano.

– Es usted un tramposo – Me regaló una sonrisa acortando el resto de distancia entre nosotros, me besó tomándome por el cuello para meter su lengua dentro de mi boca, me sentí temblar mientras me abrazaba por la cintura para sentarse junto a mí estrechándome con fuerza. Besos, caricias, mejillas sonrojadas – ¿realmente vino aquí solo para verme?

– Únicamente para eso – Sostuve su muñeca cuando se adentró por debajo de mi blusa, al mismo tiempo en que tocaban a la puerta.

– Mierda – Me levanté de un salto intentando arreglarme el cabello, observé por la mirilla para ver a Loira fumándose un cigarrillo en el pasillo – puta mierda.

Sra. Solomons. [{COMPLETA}]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora