«La gloria es efímera, pero la oscuridad es para siempre»
Napoleón Bonaparte.
El precioso turquesa de un despejado amanecer desentona en su totalidad con cada indeseable emoción que va naciendo desde tu pecho. No hubo segundo durante todo el camino en el que no pensaras una infinidad de escenarios fatídicos de mortales desenlaces que se presentarían ante ti en cuento llegaras a tu destino. Vaya desgracia la tuya al mirar ahora la cruda realidad. Una realidad decorada por un sol brillante, perfumada con olor a sangre y enmarcada en un deseo infernal de asesinato.
Si tan solo Stephen se hubiera apresurado a hablar. Si tan solo el conductor del coche no hubiese tomado el peor de los caminos. Si tan solo te hubieras dado cuenta de la mentira que Norton había anunciado en tu cara; en este momento las cosas no serían tan increíblemente horrorosas. No estaría frente a ti la escena más terrorífica que has visto en toda tu carrera. Este segundo se convierte en el momento preciso en que te das cuenta de lo frágil que es tu corazón, de la rapidez con la que el dolor puede paralizar cada uno de tus músculos sin el menor de los contactos y la increíble facilidad que tiene este escenario para superar a la ficción.
Porque no puede haber algo más apocalíptico que una pesadilla hecha realidad. Y alguien que apenas empieza a conocer sobre las emociones es quien precisamente no debería romper en un solo segundo aquellos buenos y nuevos sentimientos. Quien ha descubierto su humanidad no debería perderla, mucho menos por la mano de quien se la ha otorgado. Porque eso es, precisamente, lo que sientes al mirar la imagen frente a ti. El cómo tu corazón interrumpe su paso para solo ser arrancado de un solo y voraz movimiento.
A no más de veinte pasos de ti; Godfrey Norton sonríe, con un látigo de cuero en una mano y un arma en la otra, sentado sobre una silla en la entrada de la enorme mansión. La luz le ilumina el blanco traje reflejándose sobre sus impolutos y rectos dietes. El cuero cubierto de sangre brilla como si estuviese cubierto de pequeños rubíes, la lustrosa arma apunta directamente al descarnado cuerpo hecho un ovillo justo a sus pies.
Puedes saber que ese hombre se trata de John Watson solo porque eres capaz de reconocer la silueta de su cuerpo. Porque en ese hombre tirado en el suelo ya no puedes encontrar ningún rastro de las atractivas facciones entre los hinchados moretones que deforman su rostro. Porque ni siquiera su ropa te da la certeza, pues se ha rasgado tanto como la piel que debería cubrir y se ha manchado con tanta sangre que su color es totalmente irreconocible para ti.
Es realmente curioso cuando una muerte decide llevase dos vidas.
—Me parece que he calculado perfectamente la hora de su llegada. Por lo que puedo ver, señor Holmes, Stephen ha dejado de respirar, está bien, ese era el plan —una sonrisa torcida aparece sobre su rostro. Más tus ojos no pueden despegarse del deshecho cuerpo a sus pies. Estás en shock, por primera vez en toda tu vida el mundo comienza a caminar sin ti, avanza presuroso sin que puedas darte cuenta de ello—. Oh señor Holmes, por favor no me decepcione ahora —el hombre mueve con un pie el inerte cuerpo de Watson, pero no hay nada que pueda hacerte reaccionar, no cuando sientes que tu respiración se ha convertido en algo que ya no necesitas hacer más—. Si le sirve de algo, su amante sigue con vida... aunque tal vez no tanta. Ha dado una buena pelea y habría salido casi intacto si me hubiera entregado al niño, pero mírelo, aún medio muerto protege a ese bastardo como si fuera suyo.
El dolor persiste, tu corazón totalmente salido de tu pecho, sin embargo sientes con claridad cómo es que la muerte aún no se ha llevado consigo ni a ti ni a John Watson. El shock permanece, más la vida del doctor, lo que queda de ella, aún está en tus manos, todavía tienes la oportunidad de salvarle del infierno en el que ha caído. Pero el tiempo se acaba y corre más rápido ahora que no puedes contarlo.
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Por amor
Fanfiction«Lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal» Friedrich Nietzsche. *Sherlock ACD Canon/Granada TV Canon. *R18. Violencia explícita. Drama. Homofobia típica de la época. TEPT. *Abuso sexual implícito. *Smut Suave y consensuado. *Top Sher...