«El destino no nos envía heraldos. Es demasiado sabio o demasiado cruel para hacerlo»
Oscar Wilde.
Una emoción única y demandante de toda tu atención se ha apoderado nuevamente de tus pensamientos, algo que ocurre en cada caso. No obstante, en esta ocasión aquellas sensaciones son relegadas por cierta cuestión, una que te ha ido consumiendo desde hace un tiempo para acá, y ahora nuevamente aquella pregunta paralizadora quizá en estos momentos se ha vuelto mucho más grande. En tanto Watson está ocupado caminado a la habitación para recoger su arma, la pregunta grita por más y más de tu atención.
A su regreso, con cada escalón que descienden, no eres capaz todavía de hacer que aquella cuestión desaparezca. Aunque bien sepas la resistencia es inútil no quiere decir eso que dejarás de intentarlo. Con todo, cuando Watson abre la puerta que da a la calle apenas unos centímetros, lo sorprendes cerrándola de nuevo, miras hacia los lados y te regañas por no poder encararle directamente. De alguna manera has vuelto a ser un infante.
La pregunta te carcome pero no puedes hallar el camino correcto para decirla. No es que te avergüence, es el hecho de que tu boca jamás ha pronunciado tal conjunto de palabras en ese orden para formar esa oración, el que te detiene. Con cada segundo que pasas entrenando a tu lengua para lo que sigue, Watson no deja de mirarte, tu mano sigue recargándose de la puerta, descansando justo a un lado de su hombro.
—Holmes, ¿ha olvidado algo? —Al escuchar tu nombre de su boca no tardas demasiado en voltear y mirarlo finalmente a los ojos. Es cierto, pero no es una queja, el que Watson haya decidido hace una semana deshacerse de su bigote se te hace sumamente extraño. No es que el cambio en su rostro sea demasiado radical, en absoluto, Watson seguirá siendo Watson tenga o no bello facial, solo es que siete días no son suficientes para acostumbrarte, y te harán falta muchos días más para que puedas asimilar la razón de la cicatriz que casi divide su labio.
—No, no es nada de eso. —Watson ladea su cabeza ligeramente, sus labios un poco fruncidos ante su incomprensión. Abres la boca, totalmente dispuesto a hablar... desgraciadamente, nada logra salir. ¿Por qué? No dirás nada que cambie al rumbo de las cosas, algo ofensivo o que pueda lastimarlo de alguna manera, tampoco es que tus palabras deban censurarse.
—¿Holmes? —Dilo, ¡dilo de una vez!, te repites dándote ánimos, pero, de la forma más fútil que puedes creer, se te hace por completo inservible. Tomas a Watson por los hombros, pensado que un poco de contacto servirá de algo, vuelves a abrir la boca. Como lo esperabas, no da resultado—¿Desea hacerme una pregunta? —Avergonzado, y creyendo por completo que pareces un niño, asientes—. Tal vez me equivoque, por favor, le ruego me corrija si es el caso... —Watson carraspea, y agachando la mirada termina la oración—; podrá ser, quizá, tal vez, ¿qué esté preocupado por mi salud? —Cuando sus miradas se encuentran lo único que puedes hacer es, por segunda vez, asentir. Watson te toma por el saco y lentamente se pone de puntillas para rozar sus labios con los tuyos, sonriendo después, tal vez agradeciendo internamente por que hayas recibido su beso—, mis heridas están casi totalmente curadas, Holmes, no habrá ningún problema.
[...]
—No deberíamos culpar al señor Norton por no recordar el nombre del único restaurant para adinerados que está cerca de la City. Sin embargo, creo que lo sucedido no es razón suficiente como para olvidar el hecho de que consumió comida italiana.
—Bueno, si mi hijo fuera secuestrado y su vida dependiera de poder recordar todo lo sucedido para que usted tuviera las pistas suficientes, estoy seguro de que me olvidaría hasta de mi propio nombre —sonriendo ante lo dicho Watson sigue andando como si nada, pues han decidido caminar las últimas dos calles. Bien sabes no ha reparado en lo significativo de su comentario. Pero ahora mismo no es un tema del que quieras conversar, luego, tal vez—Por cierto, Holmes, ¿qué fue lo que sintió el señor Norton al salir del restaurant?
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Por amor
Fanfic«Lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal» Friedrich Nietzsche. *Sherlock ACD Canon/Granada TV Canon. *R18. Violencia explícita. Drama. Homofobia típica de la época. TEPT. *Abuso sexual implícito. *Smut Suave y consensuado. *Top Sher...