Capítulo 5

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Me tocaba la última clase del día, el taller de fotografía, era mi favorito, así que mi ánimo subió tras todo lo ocurrido hace un par de horas. Me volví a encontrar con Fran.

-Ese guatón es un desgraciado- dijo poniendo su cara de odio.

-He sido yo, no sé cómo lo he podido olvidar.

-Bueno, sí, es verdad. Después de que te fuiste, nos dio una cátedra sobre la responsabilidad y la vocación del periodista- me contó soltando una risita- es totalmente exagerado.

-Lo es, pero ¡ya!, cambiemos de tema, que he logrado combatir el dolor de cabeza y no tengo ningún interés en que regrese.

-Vale… ¿en algún momento me contarás sobre ese vecino tuyo, del que me enviaste el mensaje?- cambió rotundamente, haciendo caso a mi comentario anterior- 

-Este tema sí que me agrada muchísimo más- le dije a Fran poniéndome muy coqueta.

Mi amiga soltó una carcajada- Me encanta que lo hayas conocido, tu rostro cambia de inmediato al nombrarlo.

-Sí, es que es encantador, además es guapísimo,  jamás imaginé que un hombre así pudiese fijarse en mí, es que ¡parece un modelo! Es marcado y todo, no es que lo haya visto sin ropa, pero se nota, sus músculos traspasan las poleras.

-¡Oh por Dios! Yo también quiero uno así- Riéndonos como unas locas nos dispusimos a prestar atención al taller.

-Estimados alumnos, como todos saben, nos encontramos en la unidad de anatomía y expresión corporal, hemos repasado diversos estilos de  fotografía en este movimiento, por lo que hoy les expondré el primer trabajo evaluado que haremos. Deberán presentarme para la próxima semana un Book de fotos con un cuerpo humano en su máximo esplendor, destacando rasgos característicos de ellos en los distintos ángulos…- continuó la profesora, pero en ese punto yo había perdido la atención tras la idea que cruzó mi mente.

Primero pensé en Tomás, en sus ojos verdes, su cuerpo en efectos de blanco y negro, pero lo descarte inmediatamente, trasladando mis ideas a Javier, poco a poco sentí un rubor en mi rostro y la voz de Fran me saco del letargo.

-Hey! ¿En qué estás pensando? te has puesto roja como tomate. Me dijo riendo bajito.

-Yo..eh…no…en nada.-Dije finalmente

-Mmmm puesto apostar que estabas pensando en tu modelo para el trabajo- continuó riendo.

-¡Ya! No molestes-le dije riendo también y ahora continuando con la clase.

El taller pasó y el día en la Universidad por fin había terminado.

Llegue a mi departamento y con solo entrar ya me sentí muchísimo mejor, es que me encanta estar ahí, es un loft bastante acogedor con tonos cálidos, detalles de madera y lámparas anaranjadas que combinan con el clima. Lo había convertido en mi espacio, aunque fueran mis padres quienes sustentaban mi vida hasta ahora. Ellos vivían en el sur del país y yo había decidido irme para estudiar en la capital. Sin mucho que rebatirme- porque para ese tipo de medidas soy bastante drástica- me apoyaron. En realidad no los veía mucho, pero hablábamos constantemente.

Después de comer, me fui al dormitorio para decidir que me pondría para la noche de locos que se aproximaba. Sonó mi teléfono y un mensaje de Javier aparecía en la pantalla.

-“No aguanto las ganas de volver a verte, solo quedan un par de horas, un beso, Javi”.

Este hombre sí que sabía conquistar a una mujer, pensé, mientras tecleaba en respuesta.

-“Nos vemos a las 10 en punto, otro para ti”

Sin esperar un nuevo mensaje, comencé a recorrer mi closet. Ya sé que había dicho que lo de sexy no me venía y que me daba por vencida con respecto a eso, pero quiero intentarlo una vez más, quiero ver esa expresión en Tomás que creí descubrir por la mañana, quiero,- aunque sé que es imposible- verme más guapa que esa jirafa.

Abre los ojos y descúbremeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora