Capítulo 21

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Al contrario de lo que me había propuesto, sacar a relucir el tema “ex novia” con Javi, había sido más difícil de lo que esperaba. Había pasado ya, casi un mes desde nuestra noche en Venecia y aún no lo conseguía. Cambiaba el tema de inmediato cuando hacía asomos de conversarlo, evadiéndolo por completo.  Esa actitud no hacía más que confirmar mis sospechas.

Habíamos logrado recorrer la ciudad, aunque en menos tiempo de lo que esperábamos. Tuvimos que regresar dos semanas a Saint’ Agata por unos detalles de la campaña. Aún así, nos estábamos preparando nuevamente, ahora para emprender rumbo a Francia. Javi, debería llevar todo el trabajo en su ordenador, pero por lo menos, nos daban las flexibilidad de estar sentados en un café o recorriendo Paris por la noche.

Las cosas entre nosotros estaban bien, sin embargo, a ratos, podía percibir cierta incomodidad por parte de Javier. Era algo que me perturbaba pero prefería no tocar el tema nuevamente, para no reabrir la herida. Pero a pesar de eso, sabía que no estaba cerrada del todo.

Si bien, él era el mismo hombre maravilloso de siempre y su amor hacia mí solo había cambiado para seguir creciendo, sabía que sus pensamientos a veces, viajaban en otra dirección, en la dirección Tomás.  Se había convertido en un fantasma entre nosotros, pero que estaba segura, se exterminaría.

En Europa ya era invierno. Un invierno crudo, ni comparados a los de Chile. La nieve era la protagonista por estos meses, con temperaturas bajísimas que llegaban a los huesos. Bolonia estaba cubierta por completo, los colores otoñales se encontraban guardados en el fondo de un cajón para salir a relucir en una próxima temporada. Era increíble como la ciudad iba mutando en su belleza según el fenómeno natural que la embargara, se podría pensar que no fuera tan bella como la conocimos, sin embargo, estábamos equivocados, era todavía más hermoso.

El día en el que viajaríamos amaneció soleado pero muy frio, la luz se reflejaba en la blancura de la nieve, lo que hacía que fuese un día luminoso.

Eran las 8 de la mañana, hora de levantarse. Sentí la mano tibia de Javi sobre mi estómago descubierto y sus labios recorrer mi cuello.

-Despierta mi amor, ¡Francia nos espera!- Dijo junto a mi oído.

Quisiera quedarme así para siempre, pensé removiéndome ante su tacto, me di vuelta para quedar sobre mi espalda a pocos centímetros de su rostro-  ¡Yupiii! ¡Llegó el día!- Grité emocionada, colgándome a su cuello y comenzando a hacerle cosquillas.

Reíamos a carcajadas, mientras Javi me imploraba que parara, él realmente tiene un problema con las cosquillas, pensaba divertida.

Sin retrasarnos más, ajustamos los últimos detalles y nos fuimos rumbo a Francia. Llegamos a la capital, a una pequeña hostal muy grata y hogareña ubicada en un barrio residencial de la ciudad. Nuestra habitación era igual de acogedora que el resto del lugar, con toques rústicos y flores salvajes puestas en un pequeño jarrón que se encontraba encima de la mesita de noche. Estaba decorada con colores cálidos que combinaban  con las aplicaciones en madera. El dueño de la residencia nos hizo un recorrido, mostrándonos las dependencias. Estábamos encantados. La parte trasera era preciosa, seguía el estilo campestre, pudimos apreciar baldosas de piedra que recubrían el suelo, resguardadas por una terraza de robles, para encontrar en un rincón, una tinaja de agua caliente que emanaba vapor, todo iluminado con ampolletas pequeñas unidas a un cable común, distribuidas en lugares estratégicos creando una iluminación sencillamente maravillosa.  Con un apretón de manos, Javi logró que lo  mirara disimuladamente, me articuló sin emitir sonido que sería lo que primero probaríamos, a lo que respondí con una silenciosa explosión de risa.  

Luego del recorrido, regresamos a la habitación para acomodar nuestras cosas y decidir a que dedicaríamos el resto de la tarde.

Creímos que el primer día, debíamos tomárnoslo con calma, por lo que decidimos ir a almorzar a un restorán pequeño, cerca de la hostería, para luego ir a recorrer, tranquilamente, algunos lugares turísticos y finalmente por lo noche, terminar en ese baño temperado que nos esperaba.

Abre los ojos y descúbremeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora