Capítulo 13

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4:45 am mis ojos me pesaban, pero mi corazón latía rápido de la emoción, estábamos a nada de abordar. Ya habíamos entregado nuestros pasaportes y registrado nuestro equipaje, estaba todo listo. Nos dirigíamos a la sala de espera, me di media vuelta, para echar el último vistazo del aeropuerto, cuando veo a un grupo de gente correr hacia nosotros, puse un poco más de atención y me di cuenta que ¡Eran nuestros amigos! Pude divisar a Fran, a Maca, nuestro vecino Manuel, amigos de Javi, ¿Mis padres? ¿Eran ellos? Ya no pude aguantar, mirando a Javi, que se encontraba igual de sorprendido que yo, eché a correr a su encuentro.

-¡Mamaaaá! grité, mientras brotaban infinitas lágrimas de mis ojos.

-¡Pequeña mía! Pensé que no llegaríamos- me decía mientras lloraba también. En eso nos alcanzó mi padre-

-No podíamos dejar que te fueras sin vernos y despedirnos como corresponde- mencionó mi padre haciéndose el fuerte, pero sin lograr ocultar sus emociones.

-¡Los quiero tanto!- exclamé- Por encima de sus hombros pude ver a Javi, abrazado a sus mejores amigos.

Me separé un momento de ellos para tomar a Fran y atraerla hacia nosotros.

Lagrimeando me abrazó- Sorpresa- dijo emocionada.

-¿Hace cuánto que planearon todo esto?

-Desde que me contaste que te irías, me comuniqué con tus padres y bueno, aquí estamos.

A modo de secreto, le dije al oído- Por eso, te traeré un Italiano envuelto en papel de regalo-

Soltando una carcajada me dijo- Me lo merezco, totalmente.

Remeciéndome un poco incómoda, resolví no prolongar más la espera de la presentación oficial. Tomé a mis padres cada uno de una mano, y los llevé ante Javier.

-Mamá, papá, visto a las circunstancias, - me reí un poco- les presento a Javier, mi novio- ¿De verdad dije eso? ¿Novio? Miré congelada a Javier ante inmensa declaración que me había adjudicado, pero al parecer, no le pareció para nada extraño.

-Hola, mucho gusto, es un placer conocerlos- Dijo muy cordial, tendiéndoles la mano.

Mi padre que lo recorrió entero, con una mirada  algo desconfiada, le devolvió el saludo- El gusto es nuestro Javier, a pesar de no ser las circunstancias ideales- ¡Pero papaaaaá! Pensé, él es tan inoportuno a veces.

-Concuerdo absolutamente- contestó Javi algo nervioso.

-Lo importante es que nos conocimos.- dijo mi madre tratando de alivianar la situación- Déjame decirte que eres guapísimo, Florencita nos ha hablado mucho de ti- Yo no sé si  su intervención fue mejor o peor, me quería morir.

Javi dedicándole la más encantadora de sus sonrisas, continuó- ¡ah! Muchísimas gracias, digo de usted lo mismo, con mucho respeto- se dio vuelta a mirar a mi padre- Espero hayan sido cosas buenas las que les contó de mí.

-Por supuesto, solamente maravillas- le dijo coqueta mi madre. Mi padre por su parte, bufaba.

Todo esto ocurría bajo la mirada atenta y burlesca de todos nuestros amigos, quienes hacían morisquetas a las espaldas de mis padres, haciendo que nuestra incomodidad fuera aún mayor.

Después de unos minutos más de conversaciones, abrazos y llantos, escuchamos el llamado a nuestro vuelo.

“Su atención  por favor: "Líneas Aéreas S. A"  anuncia la salida de su vuelo 577 con destino a Madrid y Bolonia. Pasajeros, favor abordar el avión HK-294 por el muelle de salida internacional.”

Una contracción atacó a mi estómago y mi corazón. Hace tanto que no veía a mis padres, que no los quería dejar. Armándome de valor busqué la mano de Javi, dimos los últimos abrazos y emprendimos el camino que nos llevaría hasta nuestro avión.

Abre los ojos y descúbremeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora