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Carol Woods había ganado su posición por ser una empresaria fuerte con conexiones, contactos y el perfil perfecto. Ella intimida, ella logra lo que se propone y ella no cambia de opinión.

Estuvo observando al pueblo mutante desde que llegaron al campamento y se reunieron con los otros. Un equipo preparado de mutantes (contra su voluntad) le ayudaron a averiguar lo posible sobre ellos.

Fué muy ingenioso, ¿Cómo puede alguien tener un ejército de mutantes y no usarlo a su favor?

Al final la información que recolectó le dió las piezas necesarias para armar un plan suficientemente bueno para derrotar al pequeño grupo de mutantes que los atacarían más tarde.

Ahora la líder de la compañía más poderosa del país sabía a quién atacar, a quién capturar, quién sería útil y quién le ayudaría a encontrar a los que lo son.

El pelirrojo frente a ella intenta pensar en alguna estrategia para escapar, sabe que deben encontrar otra forma de lograr su plan pero le preocupa lo que la rubia pueda saber, ya que le ha revelado de su conocimiento sobre su hermano y la chica en muletas que está en el campamento esperando su regreso.

En un movimiento rápido, el hombre alto de tez oscura parado al lado de los otros, los toma por los brazos y los desaparece en un instante para trasladarlos a un lugar seguro, Carol Woods por supuesto ya suponía que ocurriría, pero advertirles de sus errores era una estrategia que quería aprovechar.

El equipo de infiltración se reúne con el resto del grupo y se quedan a ayudarlos ántes de reorganizarse y aclarar las ideas, saben que no pueden abandonar y no tienen opción.

Se deciden por seguir luchando, han muerto más guardias que mutantes y ambos grupos se separan, no pelean muchos al mismo tiempo, hasta parecen organizados, como si hicieran fila para ver quién será el siguiente en morir.

Las ventajas de los mutantes son sus habilidades, pueden predecir movimientos, escuchar sus estrategias, atacar más fuerte y mejor y matar de distintas maneras, sin embargo además de ganar por mucho en número, ahora ORDEM sabe cosas sobre ellos. Ese aspecto no les es útil a los soldados que luchan afuera pero los de adentro, mientras los otros siguen con la batalla, se organizan y piensan rápidamente en la mejor forma de acabar con esta pequeña guerra. Y la chica de cabello azul es una pieza fundamental.

Formulan su plan a prueba de tontos, pero los gemelos no son ningunos tontos, ellos hablan en la retaguardia del grupo donde los mutantes con deformaciones externas están preparados y emocionados por ser útiles.

"A este paso no lograremos nada" dice uno.

"Vamos bastante bien" responde su hermano "Ahora escucha".

Discuten estrategias y se repliegan para acudir a distintas zonas gritando instrucciones y rezando por que funcione, un pelirrojo encuentra a quien busca, una chica que puede ayudarlos, y el otro se reúne con el grupo de infiltración y explica el nuevo plan.

Segundos después en la cabeza del grupo entero de mutantes se escuchan instrucciones claras sobre lo recién planeado, algunos mutantes se detienen asustados por la voz en su cabeza pero continúan al escuchar atentamente. Ya todos saben qué hacer.

Llegó la hora del segundo intento.

El equipo de infiltración se acerca lo más sigilosamente posible a las instalaciones, esta vez a una abertura distinta. Ahora son menos pues uno de los gemelos se quedó para ayudar y otros más indispensables para el plan interno se separaron.

Dos de los miembros de este grupo en silencio desearían que la chica del campamento estuviera ahí, saben que todo sería más sencillo. Pero ella no puede estar ahí y no está ahí. La misión deben completarla por su cuenta.

La chica nueva usa sus habilidades para buscar por las instalaciones, ella funciona como detector de mutágeno (el pueblo del norte solía usarla para reclutar mutantes) se concentra, busca altos rastros de mutágeno dentro de las instalaciones y lo encuentra. Sabe que están cerca.

Corren, corren sin que les importa hacer ruido, y buscan las celdas. Llegan a un callejón con una puerta cerrada, el afroamericano los teletransporta al otro lado, se está quedando sin fuerzas con la teletransportación de unos momentos ántes pero siguen adelante.

De pasillos grises con luces en el techo y puertas eléctricas anchas, cambian de pronto a pasillos blancos con puertas de cristal que dan a salas vacías, laboratorios y extensos patios que dejan entrar la luz del sol.

Finalmente llegan a la última puerta por la que no pueden ver a través. Sobre esta hay un letrero reluciente y grande.

Celdas de mutantes

Les parece muy explícito y más fácil de lo que creen que debió ser, pero saben que han dado en el blanco y comienza la parte difícil.

Ninguno hubiera imaginado que iba a ser tan difícil.

Al intentar abrir la puerta, al primer y único intento, se abre.

Se abre lentamente.

Dentro hay docenas de ellos, tal vez cientos, ninguno puede saber porque la puerta sólo deja ver desde adelante.

Pero no son mutantes.

Son guardias.

Son guardias verdes.

El pelirrojo presente alcanza a gritar el nombre de uno de los líderes. Señal para iniciar el plan de escape B, en caso de que teletransportarse no sea posible.

Un hombre alto se estira y los toma a todos, el líder de uno de los pueblos los empuja y sale con supervelocidad del edificio por donde llegaron.

El plan de escape B era elaborado y difícil. Durante el recorrido que duró apenas segundos, la chica que los ayudó a llegar a aquella puerta calló al suelo y no pudieron ayudarla. El plan de escape B no fué tan exitoso pero funcionó de una u otra manera.

Y las malas noticias no acaban.

El progreso que el ejército había logrado ya no sirve de nada, pues cuando el enorme grupo de guardias verdes los alcanzan son 5 veces más que lo que eran antes.

Los mutantes saben que podrían ser más si los sacaran a todos. Unos saben que han fallado. Otros brillan de furia.

Los guardias apuntan sus armas en formación al pequeño grupo que se vió reducido por los pocos mutantes que ya fueron eliminados.

Esos guardias con un rango medio pero mayor a los blancos, escuchan en sus cascos la voz de Carol Woods.

"Necesito a Margarett Vansee, no está entre ellos, quiero que regresen a buscarla y me la traigan, hagan lo que tengan que hacer"

Uno de ellos lo toma tan fácil que da un paso al frente y pregunta por ella.

Los mutantes escuchan el nombre de la chica de pelo azul y a pesar de que no todos la conocen, la han visto y han escuchado de ella. La famosa chica invisible.

Un pelirrojo da un paso al frente furioso, su hermano lo quiere detener, sabe que hará algo estúpido, pero no lo hace, se queda petrificado ante la mención de ese nombre.

Es entonces cuando tres soldados que se ven amenazados por aquél chico dan un paso al frente y sin dudarlo disparan.

Para ser de rango verde dos de ellos son torpes y fallan.

Para ser un mutante entrenado el no poder esquivar una bala debía ser lo difícil.

El otro guardia no falló y el pelirrojo no se movió.

La bala impactó en la cara del chico.

El chico cayó al suelo.




















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