32

22 3 0
                                    

Desde que Derek llegó horas después, estaba más preocupada que antes.

Había pasado el día llorando por Owen, y Ray, y Sam y todos los que se fueron. Lloraba como una estúpida inútil.

Me levanté de la cama improvisada en el campamento unas 3 veces decidida a llegar al campo de batalla pero Derek y Trevor me impedían seguir.

Las muletas eran molestas y me hacían lenta, no ayudaba a sentirme mejor, sin embargo eran un constante recordatorio de que yo misma me había puesto en aquella situación y que no podía nacer nada al respecto.

Pasé mucho tiempo en silencio con Derek, nuestras conversaciones siempre llegaban a quienes se habían ido y nos hacía cerrar la boca largos minutos pero los segundos parecían una eternidad.

En un punto del día me paré a metros del campamento y me quedé inmóvil, intentando escuchar disparos, gritos o cualquier cosa que me ayudara a saber lo que ocurría. Todo lo que sabía era (como había dicho Derek) que nuestro pequeño ejército era aún más pequeño contra las fuerzas de ORDEM, y que la batalla solo había consistido en dispararse los unos a los otros. Hasta donde Derek logró ver, solo unos pocos mutantes habían muerto y logramos matar a varios guardias. Pero de eso había pasado tiempo y no habían noticias. No sabía si Owen seguía vivo o si todos estaban muertos. No sabía si ORDEM había cambiado de estrategia o los mutantes de verdad eran suficientes.

Pasaron las horas y el sol comenzó a ponerse en el horizonte. Me quedé con Derek sentada en la hierba admirando el paisaje para intentar olvidarlo todo y esperar su llegada intentando no preocuparme demasiado.

Y esperamos.

Esperamos un par de horas.

Luego llegaron.

Me levanté de inmediato y llamamos a Trevor para avisarle que ya venían por lo que se acercaron varias personas hasta donde estábamos. En mi cara se dibujó una sonrisa al distinguir varias figuras a lo lejos, parecía un grupo de unas 20 o 30 personas y aunque lo intentaba, no lograba ver ni el tono de sus cabellos.

Conforme se acercaban, era notable que corrían con desesperación. Estaban en completo silencio o no alcanzaba a escuchar las voces. Comencé a preocuparme. Borré mi sonrisa y miré a Derek quien mantenía una expresión parecida.

La imagen se tornó más clara. Al frente de esas personas estaba Malik, era fácil de saber a juzgar por su altura y su tez, además estaba gritando quienes iban detrás. Después de unos instantes aceleraron el paso tras unos gritos ahogados por la distancia, pero era perceptible que huían de algo.

Entonces corrí. Claro, no podía correr, pero de haber tenido que arrastrarme lo habría hecho lo más rápido posible, así que a pesar de que me causaba un dolor inmenso, con ambos pies en la tierra y usando las muletas de soporte, me desplacé hacia los que se aproximaban.

Mi mente trabajaba como podía ante la situación. Supuse que Malik vio la necesidad de teletransportar a todos los que pudo a varios kilómetros del campamento y tuvieron que recorrer el resto a pie, lo que significaba que estaban escapando, siendo perseguidos o tenían miedo de seguir cerca de ORDEM, entre diversas razones posibles, (Me asustaba más mientras más lo pensaba) en cualquier caso, al llegar al campamento estarían exhaustos y tendrían que explicar su aparición repentina y luego llegarían las noticias de quienes perdimos y quienes seguían con nosotros.

Se acercaron aún más y mi corazón se me salía del pecho.

Llegaron hasta nosotros y se detuvieron en seco mirando a Malik, quien estaba al frente del grupo.

Admito que esperaba que cuando el ejército regresara estarían gritando y celebrando y yo me acercaría a todos para abrazarlos y al fin podría respirar. En cambio todos estaban destruidos, cansados, lastimados, ninguno herido a la vista pero en mal estado la mayoría.

OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora