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- ¿Quién lo diría? Hace unos días perdimos a casi toda nuestra gente, probamos el poder de ORDEM, fallamos muestra misión... Sin embargo hoy, tenemos nuevamente un ejército y hoy lo lograremos, ¡Vamos a vengar a nuestros compañeros caídos y vamos a traer libertad a nuestra raza! El mundo va a saber nuestros nombres, se van a enterar de lo que somos capaces, ¡Van a ver que no estamos rendidos! Hoy es el primer día del futuro, el reinicio de la humanidad, ¡Hoy pelearemos por los mutantes!

- ¡Por los mutantes!

- Seguro que ORDEM sabe nuestros planes - dijo Ray - seguro que escuchan nuestros gritos hasta el cuartel y están riendo por lo absurdo que suena.

- No lo dudo.

El ejército abordó los aviones ya preparados. Todos y cada uno de los mutantes de cada grupo llevaba un arma en el bolsillo. Nos preparamos aún más para no fallar ni en un combate cuerpo a cuerpo.

Era la batalla definitiva.

Claro, eso pensábamos una semana atrás de la batalla que fallamos pero esta vez estábamos seguros que perder significaba la derrota definitiva. Aunque sobrevivieran 50 mutantes.

El objetivo: Las celdas.

El objetivo B: Carol Woods.

Si la teníamos a ella teníamos a ORDEM, solo que ella probablemente se ocultaba en el centro de las impenetrables instalaciones, pero en el caso de fallar el objetivo A significaría que las cosas iban mal y si las cosas iban mal esperábamos que saliera de su escondite y el objetivo B estaría en marcha.

Los nuevos mutantes fueron útiles para mejorar la infiltración, localización, fuerza, defensa y por supuesto la invisibilidad.

La victoria estaba a nuestro alcance.

- Hey - dije con suavidad removiendo un mechón rojo travieso del rostro de Owen.

- Hey - contestó débilmente sonriendo de lado.

Pareció más una mueca de dolor.

- Ya están todos en los aviones, ¿Seguro que no quieres que me quede?

- Te necesitan - susurró - estaré a salvo aquí.

Me acerqué a besarlo con delicadeza.

Owen estaba muy frágil. El daño en su cara le había causado tanto dolor que se extendió por el resto de su cuerpo con el transcurso del tiempo. Hablar le dolía y ni hablar de las inyecciones que debía recibir, pude arrancarme las orejas con tal de no tener que oírlo gritar de aquella forma.

- No te muevas, regresaré en cuanto pueda... Y te traeré la cabeza de ese maldito francotirador.

- ¿Gracias?

Lo besé una última vez y acaricié su mano. Ray asomó la cabeza.

- Oigan tortolitos, vamos a perder nuestro vuelo.

- Hermano, ¿Recuerdas a mamá?

- ¿La que mataste? - respondió Ray con sarcasmo - ¡Claro! La recuerdo, ¿A qué viene esa pregunta?

- Si al regresar Maggie tiene al menos un rasguño en su bello rostro, terminarás como ella.

Ray soltó una carcajada.

- Estás jugando con fuego hermanito, me rompes el corazón.

- Cuídala por mí.

- Te quiero Owen, pero no tanto como la quiero a ella.

Dicho esto salimos de ahí camino a los aviones, Trevor estaba esperándonos afuera.

- Los asientos cercanos a la cabina son suyos - dijo y Ray se adelantó a subir por la escalera - Maggie - dijo ántes de que pudiera seguirlo - Eres la pieza más importante de este plan, no quiero que nada te pase, necesito que te quedes en la retaguardia, te mantendremos informada de los sucesos al frente pero sé que lograrás cumplir tu deber aunque estés detrás.

OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora