Koi no Yokan

Capítulo 21

Noche de fiesta en el gran salón de un hotel de lujo, Asami acudió junto a su esposo a la presentación de la compañía de moda de Feilong, Harry hizo un cambio de look, con algunos hechizos cambió su cabello, su amigo Eriol, las fujoshis Amelia y Ana lo ayudaron con el peinado, maquillaje y accesorios. Se vistió con prendas de la última línea de su amigo chino y disfrutó la velada. Terminaron quedándose en el hotel a pasar la noche.
- Nngh, Ryuichi nnooo - Jadeó de deseo Harry dentro del lujoso jacuzzi, pétalos de flores flotaban sobre el agua, la fragancia estimulaba sus sentidos.
Asami acercó a Harry a su cuerpo, quedando este sentado sobre sus muslos, deslizó la mano que tenía en su cuello, la bajó por su espalda, lo presionó de las caderas contra sí, besaba el cuello, clavícula, mientras sus manos recorrían una y otra vez el cuerpo de su esposo.
- ¿No? Tu cuerpo no dice lo mismo - bajo la mano al pene de Harry - esta parte no miente.
El joven se sonrojo, los ojos de su marido estaban llenos de fuego, su lengua en el interior de su boca provocaba que Harry sintiera que se derretía.
- mmm, tu piel parece de porcelana - murmuró contra la piel de Harry.
Asami se deleitó saboreando esa piel, los pezones de Harry estaban erectos debido a la estimulación, jugó con cada zona erógenas del adolescente.
Asami tomó los muslos de Harry para ayudarlo acomodarse, acarició la entrada de su esposo y le penetró primero con un dedo, dos, tres. Harry gemía de placer, mientras su marido lo embestida con los dedos de una manera más profunda y acariciaba sus paredes internas, las caderas de Harry se presionaron contra su duro miembro.
- Rryuichii...- dijo Harry incapaz de aguantarlo un minuto más.
- ¿Qué sucede? - provocó Asami con voz profunda.
- pporr favorr apresurate... - repitió una y otra vez.
Harry quería correrse pero el ladino de su marido lo impedía. Asami lamió su lóbulo.
- dime que me amas y lo consideraré - respondió Asami ronco, con media sonrisa. Harry apenas pudo resoplar y lo tomó del cuello.
- Te amo.
- ¿Seguro?
- Sí, sí...- luego ambos siguieron sus deseos.
En pleno despliegue, en su segunda ronda, el teléfono comenzó a timbrar, la pareja en la cama lo ignoró. Minutos después llamaban a la puerta, Asami gruño.
- Puede ser importante - murmuró sin aliento Harry.
- Quién sea ahora no me importa... vamos a ignorarlo.
Pop
- ¡AHHHH! - el elfo cubrió sus ojos con sus grandes orejas - ¡COK PIDE A LOS AMOS LO PERDONEN!
La primera reacción de Harry, luego del susto, fue un torpe intento de cubrirse avergonzado con las suaves sábanas, pero Asami lo tenía cubierto con su cuerpo, de hecho estaba todavía dentro de él, podía sentir la tensa furia que emitía su amado quién hacia honor a su nombre.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó marcando las palabras.
- Kirishima-san necesita su presencia, el jefe Suoh dijo que era urgente, pidió a Cok venir a despertarlo - contestó sin destapar sus ojos.
- Retirate, diles que dentro de 15 minutos estoy con ellos - Cok temblando hizo una reverencia y se esfumó sin ruido.

En una habitación simple estaban Suoh, Kirishima y Yoh, el guardaespaldas de Feilong que solía trabajar para Asami.
- ¡ESTUPIDOS SANGRE SUCIA! ¡¿CÓMO SE ATREVEN?! ¡SOMOS SUS SUPERIORES! - gritaba agitado Avery, tratando de soltarse de las ataduras.
Los otros 2 permanecían en silencio evaluando la situación, su rostro era odio en su máxima expresión. Tanto que hasta el super secretario se sentía inquieto, al igual que sus compañeros. Los elfos estaban desilusionados, fundidos con su entorno como camaleones, con miedo pero listos para luchar en defensa de su señor, el ultra grandioso Harry Potter; un trío de admirados contra otro, sería una lucha de fanáticos.

En otra parte del hotel, un rubio se levantaba despacio para no despertar a su fornido pelirrojo, beso la comisura del hombre y salió cerrando con cuidado la puerta tras de sí.
- Amo Draco, los sirvientes del señor Harry Asami capturaron 3 mortífagos, los tienen contenidos - informó la elfina.
- ¿Identificaste quienes son? - preguntó altivo el rubio, sentado en un sillón individual.
- Mulciber, Jugson y Avery, amo Draco.
- Bien hecho Mitsy, sigue atenta a lo que suceda. Puedes retirarte.
La elfina hizo una elegante reverencia y desapareció.
- ¿Draco? ¿Qué pasa? - preguntó somnoliento Charlie desde el umbral.
Draco se acercó a él, acaricio su mejilla y tiro del cuello de la camiseta, obligando al pelirrojo bajar la cabeza, entonces besó con cariño sus labios.
- No pasa nada, Mitsy tenía algo que informar sobre nuestra estancia en el hotel. Ya sabes como son los elfos.
- Draco - amonestó con su tono - Quedamos en que tratarias mejor a los demás - acaricio su mejilla.
- Lo sé - abrazó a su novio de la cintura - Volvamos a dormir, mañana será otro día.
Charlie lo miro confuso, alzó los hombros y prefirió no darle importancia, tomó a Draco en brazos para regresar a la cama.