Capítulo 29

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- ¡Quién eres! - dijo con desconfianza Bellatrix.
- Ah, mi estimada Bella, ¿cómo has estado? - dijo Albus Dumbledore con tono conciliador, su rostro aún cubierto con los bordes de la capucha.
- ¿Dumbledore? ¡Imposible! - Bellatrix tomó su varita, pero Dumbledore se la arrebató convocandola con el encantamiento "accio"
- ¡Devuelve mi varita!
- Tenemos que hablar - miró alrededor de la habitación - ¿No tienes un asiento? Bueno, no hay problema - agitó su varita y del suelo surgieron 2 sillas.
- Tú no eres Dumbledore... ¡AH, debes ser uno de los Caballeros de Walpurgis!, mi señor dijo que algunos de ustedes preferían mantenerse en las sombras y usar disfraces. ¿Vienes ayudarnos a vengar a alguno de tus hijos? - preguntó con una mueca que debía ser una sonrisa, pero hacia días que no dormía bien y su estado era malo.
- ehh, hum. ¡Claro mi muchacha! Tú me ayudarás a instaurar mi orden social... Traerán a mi buen amigo de regreso y él estará complacido con tu desempeño. Escucha a tus mayores y triunfarás en tus objetivos, y dime ¿tienes todo lo necesario para el ritual? - utilizando una voz sedosa.
- ¡Sí! El libro de mi señor es muy detallado - comenzó a enumerar con sus dedos - tengo vidas inocentes, contenedor de magia y fuerza vital por la mitad, un familiar de sangre, etc., etc., etc...
- Claro - dijo despectivo y luego murmuró - Increíble, confundir las notas de mi amado Gellert y yo con la letra de ese insolente.
- ¿Qué dices? - Bellatrix frunció el ceño y se aproximó sin respetar el espacio privado.
- Elogiaba tu astucia - la tomó los hombros y la alejó.
Minutos después, su escudo personal era golpeado por un hechizo aturdido.
- ¡No lo puedo creer! ¡Padre tenía razón contigo! ¡Eres de lo peor! ¡Momia manipuladora! ¡Vergüenza de mi familia! - Ana disparaba hechizo tras hechizo intentando desestabilizar a su abuelo.
- Crucio - se escuchó una voz - No debes atacar a tus mayores.
- Oh, seas duro con ella Alphonso, es joven y se deja llevar - dijo con brillos en los ojos.
- No me interesa, tenemos un trato y yo cumplí, más te vale que mi posición quedé limpia, no quiero al Ministerio hurgando en mis antecedentes o confiscado mi patrimonio.
- Por supuesto, cumpliré, tu noble familia saldrá intacta de todo el barro que su error les provocó.
- Si no hubieras engañado a Lord Voldemort en un principio. Sería un niño pero recuerdo muy bien esa época, intentaste manipularlo, él derrotó a Grindelwald pero lo convenciste de quedarse callado y te adjudicaste el logro. Escuché todo, por eso nunca me generaste ningún respeto, pero admitó que eres todo un Slytherin.
- Soy un Gryffindor, no te confundas... y respecto a lo que crees recordar, no creo que sepas de lo que hablas, la edad juega malas pasadas con la mente.
- Tal vez. Tú eres un ejemplo de eso.
Dumbledore cambio su afable aspecto a uno enojado.

Ana estuvo fuera de sí un corto período de tiempo, al reaccionar estaba cara a cara con el ave fénix de su abuelo, Fawkes, el ave trino una melodía y luego desapareció, entonces se dio cuenta de su situación, se miró el brazo izquierdo y ahogó un grito, la infame marca tenebrosa está ahí, con un plomizo color.
- ¡Oh, por Merlín, Morgana y Circe! Por favor, por favor que no sea cierto - frotó con fuerza su antebrazo, luego probó con un hechizo y suspiró de alivio al ver que se desvaneció.
Con cautela fue por los niños, hasta hacia poco era la encargada de ellos... después su atención se dirigió a Harry, entonces conjurando un traslador se los llevó lo más alejado posible del peligro, sin embargo, no fue muchos kilómetros los que logro cubrir.

 después su atención se dirigió a Harry, entonces conjurando un traslador se los llevó lo más alejado posible del peligro, sin embargo, no fue muchos kilómetros los que logro cubrir

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