Capítulo 30

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Un año pasó, durante ese tiempo el mundo volvió a su ritmo como si nada hubiera pasado.
Harry y Draco disfrutaron su "maternidad", cada uno a su manera. Harry leyó cuánto libro o revista encontró sobre la primera infancia, recetas de alimentos saludables, etc., sobreprotegía a sus hijos. Draco por su parte, los trataba como muñecas, probaba ropa, disfraces, etc., se preocupó también por el bienestar de sus hijos pero compartía su cuidado con otros.
Asami estuvo en abstinencia de Harry por los bebés, cuando el medimago dijo que era posible retomar las relaciones sexuales, sus hijos llamaban la atención en momentos inoportunos. Asami con una mirada los podía hacer dormir, pero no duraba mucho. El empresario trataba de pasar tiempo con su familia, a pesar de su aire intimidante podía ser cariñoso con los suyos.

Remus cambio de puesto, encontró trabajo en una guardería, volvió a quedar embarazado y Sirius estaba orgulloso de eso, la vida de ellos era más tranquila, "más normal", su círculo de amistades y conocidos no discriminaban al lobo, veían su condición de licántropo como algo normal, es decir, no lo trataban diferente, Remus no tenía porqué ocultar quién era. Con las nuevas pociones se veía más sano, pasó un tiempo con personas del Clan lobo de la ciudad, ellos lo ayudaron a aceptarse y no verse asi mismo como un monstruo. Lyall Sirius Black Lupin nació en invierno.
En tanto, Sirius se volcó a su aficción por la velocidad y las bromas, invirtió en una sucursal de Sortilegios Weasley en Tokio, y en un proyecto de motos voladoras que estaba atrayendo a otros que como él, disfrutaban su "rebeldía".

Harry y Draco hicieron malabares con su tiempo para lograr prepara sus exámenes, asistieron a la escuela el último mes del año escolar, el director consideró que les serviría para sus evaluaciones finales. Entre pañales y mamadera, por fin terminaron su último año escolar.

En Inglaterra, la desaparición de Dumbledore los tuvo paranoicos un tiempo, muchos no podían creer que el gran Albus Dumbledore enloqueciera, el diario El Profeta justificó su participación con los mortífagos y su accionar con Harry, culpando a su vejez y años de enfrentar al mal, su ubicación era un misterio. Aberforth vendió sus cabras y cerró una temporada su bar en Hogsmeade, luego de que unos aurores novatos, con ganas de probar su valía, lo increparan con respecto a la ubicación de su hermano. Aberforth no era una persona que se distinguierá por su paciencia, un maleficio expulso mal lanzado fue a dar contra una de sus cabras, esta por querer proteger al mago, interceptó el rayo, golpeó contra un borde encontrando su final, y así murió Rihanna Dumbledore, la última maledictus de la familia.
Los últimos magos con sangre Dumbledore pasaron en Rusia un tiempo de duelo en familia.

La dirección de Hogwarts fue asumida por la profesora de Transformaciones, Minerva McGonagall, la Subdirección por el profesor de Encantamientos, Filius Flitwick.
Snape conservó su puesto como profesor pero para los cursos a partir de 4° año, los 3 primeros años los cubrió el profesor Horace Slughorn, quién estaba encantado de regresar. Snape ocupó su tiempo libre para avanzar con sus recetas de pociones, publicó una o 2 fórmulas nuevas, cada tanto iba unos días a visitar a su ahijado.

- ¿La señora Weasley sigue presionando? - preguntó Harry colocando un vestido con volados a su niña, pues llevarían a sus hijos a un parque.
- No pierde oportunidad, quiere a todos sus hijos cerca, convenció a William y su esposa de no mudarse a Francia. El puesto era muy bueno, tendría un mejor sueldo...
- Ya conoces a Molly, se resiste a dejarlos ir, y la entiendo, no quiero pensar en el día que ellos sean adultos y quieran hacer su vida - observaba sus hijos jugar mientras esperan que Suoh preparé el auto.
- Charlie tiene 3 meses para decidir si renueva o no su contrato. Esta dividido igual que yo, extraño las cosas buenas de mi vida en Gran Bretaña, mis amigos, mi padrino, no sé, el ambiente. Pero aquí también hice amigos, nacieron mis hijos, me hice de un lugar, las personas no me ven con cautela por ser un Malfoy. No quisiera que mis hijos pasen por esa situación de ser discriminados por el pasado de mi familia.
Draco cruzaba sus brazos recordando las conversaciones que tuvo con su marido, él había planeado aceptar la oferta de Feilong y participar en su negocio, algunas ideas de Draco sobre diseños en la moda fueron elogiadas por Feilong. Además había pensado que seguiría una carrera en medicina, iba esperar que los mellizos crecieran un poco más para comenzar.
- Harry-sama podemos irnos - apareció en el umbral de la entrada Suoh.
- Gracias Suoh-san, enseguida bajamos, mientras tanto puedes por favor llevar las cestas de picnic - respondió Harry.
- Claro.

Koi no YokanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora