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*¡¿Qué...?! *

-¡¿Qué haces aquí?! - Abro exageradamente mis ojos ante la visión que tengo al frente - ¡¿Tú...?!

-No necesito responder a ninguna pregunta - Su tono altivo se hace presente junto a su rostro indiferente - Por el contrario, exijo que me aclares qué haces aquí, específicamente en esta parte del cementerio.

Me quedo unos segundos observándolo: Aún cuando parece no importarle el asunto puedo notar en su rostro cierta inquietud, como si la respuesta fuera a interesarle mucho más de lo que debería, tratándose de algo tan obvio.

-¿Por qué te interesa saberlo? - Trato de jugar un poco con su paciencia - ¿Acaso no puedo entrar a ésta parte del cementerio?

El juez rubio bufa molesto e inquieto.

- El hecho no es que no puedas entrar... - Mira hacia los lados observando a la gente que pasa en las calles - El hecho es que no deberías poder ver este lugar... Se supone que ninguna persona puede hacerlo, ni siquiera los osados.

*¡¿Ah?!*

Lo miro incrédula, pues es absurdo lo que sale de su boca.

-Eso es... ¡Es absurdo! - Me levanto para estar a su altura - ¡He visitado estas tumbas desde hace años!

El juez rubio ríe ligeramente mientras niega con la cabeza.

-Osada... - Me observa como si fuera una niña - ¿Nunca te pareció extraño que nadie más entrara aquí y que nadie volteara a verte aunque sea una vez durante todos estos años?

Abro la boca, pero inmediatamente la cierro... Tiene razón.

-¿Entonces porqué...?

-Adiós niña - Me interrumpe y sonríe - Como dije, no tengo por qué contestar a tus preguntas.

Alza la cabeza y gira en dirección opuesta, intento agarrarlo del brazo para que se voltee, pero en cuanto me muevo él sale disparado hacia la calle, con una velocidad que me hizo entender que no iba a poder alcanzarlo ni aunque fuera una atleta profesional.

**Ser humano despreciable... **

Me quedo inmóvil por un tiempo... Pensando.

*¿Será que...? *

Observo a la gente que camina alrededor, como pasan por desapercibido a la chica dentro del cementerio. Con ansias de comprobar lo dicho tomo aire y grito con todas mis fuerzas, salto, vocifero e insulto a las personas... Pero nadie se inmuta.

*No me escuchan... No me ven*

*¡¿Por qué?! *

Recuerdo todas las veces que caminé hasta aquí, cuando paseaba por los caminos de este cementerio con pinta de asesina, cuando llegaba en la madrugada... Cuando le disparé a las lápidas hasta que se me acabaron las balas... Nunca nadie se inmutó.

Sonrío.
De verdad me falta observación. Sería ilógico no sospechar que nadie se diera cuenta de mi presencia una vez que entraba aquí.

Miro por última vez las lápidas destruidas, tratando de buscar una explicación para todo esto.

*¿Por qué están enterrados aquí? *

Suelto un suspiro y camino hacia la salida.
Una vez fuera vuelvo a gritar, ahora todas las personas a mi alrededor me observan, me miran como si tuviera un problema mental.

Me tranquiliza saber que ahora soy visible.

...

Entro a la universidad con la vista al frente mientras trato de no escuchar los murmullos que surgen por verme vestida en pijama. Al llegar al salón bendigo la presencia de Jess, quien al verme se levantó de un salto para llevarme a su casillero donde siempre carga ropa para emergencias... Especialmente para mí.

-¿Otra vez pasó? - Jess me habla al otro lado de la puerta del baño - ¿No dijiste que ya no te sucedía?

-Se supone que así era - Contesto mientras me coloco el suéter azul - No sé porqué he vuelto a tener pesadillas...

*Claro que sabes, sucede cada vez que sientes que todo empieza a marchar bien*

-Deberías buscar algún patrón - Escucho como Jess se lava las manos por tercera vez - No puedes tener pesadillas así por así.

-Tienes razón - Me abotono el short y busco las medias - Lo tendré en cuenta...

*Me encanta verte mentir niña*

-Por cierto - Escucho como se acerca a la puerta - Ni tú ni Alex accedieron anoche...

Dejo de amarrame los cordones de los zapatos por un segundo mientras recuerdo a Alex en mi cama... Con su cabeza en mis piernas mientras le acaricio el cabello... A su lado observándolo dormido... El ligero roce de labios... Yo también te quiero Cris...

-¿Cris...? - Jess toca la puerta - ¿Sigues ahí?

-Por mi parte puedo decirte que no accederé dos noches más por reglas de Citta Coraggiosa - Hablo rápidamente - No sé si Alex accedió o no anoche.

*¡Me encantas niña! Veamos que tanto sabes guardar mentiras... *

*Eso no ha sido del todo una mentira, de hecho, es prácticamente la verdad. *

*A medias, claro está. *

*¡Cállate!*

-¡Ah, cierto! - He logrado desviar la conversación - ¿Ya escogiste un Campo, no? ¿A cuál has entrado?

Salgo del baño con la ropa de Jess, debo decir que es realmente cómoda...Quizás se la pueda pedir prestada por algún tiempo.

-Entré a los tres - Señalo con mis dedos - Puedo entrar a los tres Campos.

Jess me mira asombrada por la noticia.

-¡¿En serio?! ¡Eso es imposible! - Jess abre los ojos como platos - Para hacer eso tuviste que haber entrado a las tres pruebas y eso...

-Fue exactamente lo que hice - La interrumpo para completar la frase - No fue algo difícil decidir tocar a los tres jueces al mismo tiempo.

-Eres un todo un caso... - Jess suspira con una sonrisa de lado - Creo que es momento de volver a clases.

-Supongo... - Ruedo los ojos - Es justamente lo que quiero hacer luego de tener pesadillas.

Jess sonríe y me agarra del brazo para llevarme al salón.
Corremos por varios pasillos para acercarnos a nuestra aula, que es la más lejana del bañ...

-¡Cris! ¡Espera!

Detrás de nosotras se escucha una voz masculina exaltada, la reconozco de inmediato. Volteo enseguida para confirmar mis sospechas.

-¿Alex? - Trato de sonar despreocupada, como si no lo hubiera dejado esta mañana solo en mi apartamento - ¿Qué haces aquí?

Alex no responde, sólo me queda mirando de forma inexpresiva...

*Quiere una explicación*










......
Hola :3
Cómo están? A los años xD
Perdón por la demora, sé que ha pasado una vida desde la última actualización.

Besos,
Nikk ❤️

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