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FLORENCIA


Hoy es mi cumpleaños, o al menos eso creo, ya que las monjas que me criaron desde que tenía 3 años me lo dijeron. Soy huerfana.
Hace años, una noche de invierno me encontraron divagando en medio de la calle, llorando y con una muñeca en mis manos, una muñeca de trapo que aún conservo. Me dijeron que ni bien me vieron sola, se acercaron. Solo supe contestar dos cosas, mi edad y mi nombre, Flor.
Ahora me encuentro vieviendo con ellas, aunque no sea por mucho tiempo, ya que cumplí los 20 años, lo que quiere decir que muy pronto me tendré que ir y hacer mi vida, cosa que me aterra pero a la vez me ilusiona. Me aterra enfrentarme al mundo, a los problemas que me pueden causar, a equivocarme... pero de eso de trata, ¿Verdad? De equivocarte y así aprender de los errores, eso es lo que te hace mejor persona, ¿Que no? O bueno, al menos eso me enseñaron en la casa hogar.
En parte me ilusiona por el hecho de poder formar una famila, me encantaría tener hijos, poder amarlos, cuidarlos y enseñarles todo lo que aprendí... darles la familia que nunca tuve y siempre quise.

...


Madre Clementina: Silencio chicas, no hagan mucho ruido que la despiertan -se dirigía a las niñas-

Madre Solange: 1, 2, 3 -abrió la puerta-

Todas: Que los cumplas feliz, que los cumplas... -me desperté asustada, cosa que hizo que me cayéra de la cama. De pronto solo se escucharon las risas y carcajadas de las niñas del hogar.-

Madre Clementina: Ay, Flor! ¿Estás bien? ¿No te lastimaste? - Me preguntó preocupada-

Flor: ¡Ay madre! No me hagan eso, casi me lesiono una pata. -Dije, levantandome del piso-

Madre Solange: Ay hija, no seas exagerada. -pude notar una leve sonrisa en su cara.-

Madre Clementina: Ustedes, niñas! No se rian asi de Flor, que se cayó por nuestra culpa. - dijo con un enojo bastante fingido, ya que se notaba un poco la sonrisa que traía-

Carmen: Bueno madre, disculpe, es que fue muy gracioso. -Ay mi Carmen, mi Carmencita. Ella entro al orfanato de las monjitas hace más o menos 5 años. Sus padres la abandonaron. La dejaron en la puerta de la casa cuando apenas era un bebé. La adoro muchisimo, es muy buena niña.-

Flor: Jaja, viendolo desde su punto yo también me hubiese reído. - dije mirando a la pequeña- Muchas gracias a todas -dirigiendome a todas- Vaya manera de empezar el día -reí y todas me acompañaron, luego me regalaron un hermoso abrazo acompañado de bendiciones y felicitaciones-

Madre Solange: Mi niña, hoy cumples 20, ¡qué rápido que pasa el tiempo! -lo dijo secándose una lagrima que amenazaba con caer por su mejilla-.

Madre Clementina: Te tenemos una sorpresa mi corazón -dijo acercandose hacia a mí-.

Flor: ¿Una sorpresa, para mi? -dije emocionada-

Madre Clementina: -asintió- ¿Te acuerdas que vos siempre nos decías que querías conocer a la señora Del Rio, que la admirabas y demás...? -asentí- Bueno, da la casualidad que ella organizó un desfile de modas a beneficiencia de la casa lo iban a hacer para dentro de una semana, la Hermana Solange y yo la convenciomos y... bueno, es hoy -dijo brindandome una hermosa sonrisa-

Flor: ¿¡Hoy!? ¿De verdad madre, de verdad hicieron eso por mi? -asintió- Ay, madre! -la abracé con todas mis fuerzas. A este punto unas lagrimas caían por mis mejillas-

Madre Solange: Bueno Florcita, me vas a asfixiar a la madre Cleme. -dijo, con una leve risa-.

Flor: Si, disculpe -dije, secando mis lagrimas-

Una historia másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora