Capítulo 1. ¿Cómo fue que nos separamos?

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- Entonces, Tata, ¿Cómo fue que se separaron? -Mi pequeña Tania es fan de mi historia con su abuelo, así que siempre me hace preguntas y suspira cada que le cuento todo con detalles.

- Ji, ¿poj que je jepararon?

- Alex, deja de hablar cuando comes.

En respuesta, Alex le sacó la lengua (cubierta de galleta por cierto, ew.) a Tania y ella por su parte, rodó los ojos.

Acomode mejor a Dylan en mi regazo, es el más pequeño de mis nietos y por ende el más travieso, pero ahora, por alguna razón, él había querido escuchar esta historia quieto (un logro personal, si no estuviera más atento a la ventana), al igual que Alex, Tania, Renata, Patricia y Carlos.

- Bien, les contaré, pero primero...Carlos, deja de pellizcar a Renata. -Una vez que lo ha dejado de hacer y que me prestan atención, comienzo...

Su nombre era Bruno, era el tipo de chico que nadie podía llegar a conocer bien, pero que cuando lo hacías, te enamorabas de su interior, de su pureza, de su esencia.

Y éste era un día como cualquiera, mientras yo hablaba con Evelyn, mi mejor amiga, sobre un proyecto de inglés que teníamos que presentar, vi venir por el rabillo del ojo a Bruno, sonreí inconscientemente y cruce mis brazos continuando mi conversación con Eve.

- Siempre te dije que no debías distraerte tanto con Ben, Eve.

- Sí, pero tu sabes lo mucho que me gusta, además, no es mi culpa que tú y Bruno aún no lleguen a nada...

Abrí mucho los ojos y sentí el calor característico en mis mejillas de cuando me sonrojaba.

- Lo que pasa es que Abs no es fácil de conquistar.

Ahora sí, que alguien venga matarme, Bruno lo había escuchado... ¡Lo había escuchado!

Eve me sonrió con nerviosismo, ella sabía que yo no le había confesado aun mis sentimientos a él, Bruno Gallardo Ruiz.

No diré que era un típico mujeriego, que siempre tenia con quien asistir a las fiestas y que era un chico malo. Bruno era un término medio, tenía pinta de chico malo, pero era excelente con sus citas, casi nunca faltaba a clases, ayudaba a ancianitas a cruzar la calle e incluso tenía un pato llamado Steve. 

Pero no quería verme tan fácil, quería que se esforzara en conquistarme, él me gustaba mucho y yo quería significar algo en su vida, no ser solo alguien más.

- Eh...bueno, yo...-Eve miró su teléfono- Miren la hora que es, es tarde, me tengo que ir, adiós Abs, adiós Bruno.

Y se va.

Así que así se sintió cuando se me salió lo suyo con Ben frente a él...

Para ese entonces Bruno ya estaba frente a mí y me miraba a los ojos.

- Eh, hola, ¿Qué hay? -¿Enserio?, ¿"Que hay"?.

Y para aumentar mi nerviosismo, él sólo me miraba. Y ahí fue cuando supe que algo no iba bien, pero sabía que no iba a poder sacarle la verdad, él era de esas personas que se tragaban todo con tal de no preocuparte, cargaba sus penas solo.

Esto lo sabía porque tenía meses conociéndolo y cuando algo "malo" pasaba, él no me lo contaba. Así pasó cuando murió su abuelo, no lo supe hasta que su hermana me lo contó.

- Quería invitarte a salir hoy por la tarde, hay algo importante que tengo que decirte. -Rascó su nuca y me tomó de la mano- Sólo si estás de acuerdo y tienes la tarde libre, preciosa.

Quise ponérselo difícil, así que puse mi mano en mi barbilla, fingiendo estar pensando. – No lo sé, quizá mi apretada agenda no tenga tiempo para ti hoy.

Caminó hasta mí, y sonriendo con burla, abrió la boca para hablar. – Oh, cariño, tú siempre tienes tiempo para mí. -Rodé los ojos, él tenía razón, pero no quería que lo supiera, se ponía muy pesado cuando admitía algo que tenía que ver con mi atracción hacía él. - ¿entonces, Abs?

- Bien, pero solo si prometes no ponerme en ridículo como la última vez. -soltó una carcajada- Es enserio, mi vecina sigue creyendo que soy pedófila.

- Lo siento por eso, pero tenía que hacerlo, en fin, te veo en Sabor&Más, hoy no podré ir a recogerte, tengo entrenamiento, pero te veo allá a las 5, ¿está bien para ti?

- Sí, pero te advierto que quiero una malteada, y de las grandes, Ruiz. -Asintió con una sonrisa de satisfacción en su rostro, me besó la mejilla y se fue por donde vino, no sin antes guiñarme un ojo.

Me había sonrojado, maldición.

Ese día me fui a casa sonriendo, quizá me pediría ser su novia, y yo estaba tan emocionada...

Pero él nunca llegó.

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¿Qué tal, eh? Espero que les vaya gustando.

Yo amo a Alex comiendo :3

Con mucho lof, K.🤞❤

Porque si no preguntas, no respondo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora