Pocos días después pudimos llevar a Alex al doctor, resulta ser que solo se había esguinzado el pie. Claro que no le diríamos a su madre, Brenda nos mataría a Bruno y a mí lentamente por esto.
- Abuela, dile a tu esposo que deje de molestarme -Negué con la cabeza y pellizque a Bruno mientras pasaba detrás de él en la sala.
- ¡AY! Mujer, no seas brusca conmigo, este insolente tiene que aprender a respetarme.
- Sí, Bruno, pero si le sigues tocando el pie voy a volver a romper tu muñeca yo misma, así no se educa a los nietos, salvaje -Alex le sacó la lengua a manera de burla y me acerque a él dándole un suave golpe en la cabeza mientras Bruno le fruncía el ceño- Y tú, deja de molestar a tu abuelo, él tiene razón con que debes respetarlo más.
- Aquí nadie aprecia mi cariño, todos dicen, "Alex, deja a tu pobre abuelo en paz", "Alex, deja de molestar a Paty", Alex esto, Alex lo otro, pero nadie me defiende a mí, le diré a mamá.
- ¡NO! -Gritamos Bruno y yo.
- ¿Te gustan mis galletas, no? -Sonreí mientras miraba mis uñas con fingido interés.
- ¿Y te gusta que te compré hamburguesas, no? -Bruno cruzó sus brazos y una sonrisa de autosuficiencia se formó en sus labios.
Alex nos miró con los ojos entrecerrados bufando.
- Se están aprovechando de que no hay nadie para chantajearme, eso no es justo.
Creo que no había mencionado a mis tres hijos Brenda, la mayor, David, el jamón de nuestro sándwich y por último Bruno.
Les explico, Alex es hijo de mi Brenda y su esposo Edgar.
Tania, Patricia y Carlos son hijos de David y Karen.
Renata y Dylan son hijos de Bruno y Nancy.
Paty y Renata se habían ido con nuestro hijo menor, Bruno (el ego de mi esposo estaba por las nubes en ese momento) y su esposa Nancy a ver una película a un cine cercano luego de venir a ver cómo estaban sus hijos, pues todos mis nietos habían querido venir a pasar un mes de vacaciones con nosotros.
Dylan y Carlos estaban jugando afuera mientras Tania los cuidaba unos momentos en lo que Bruno y yo estábamos un momento con Alex.
- Vamos mi niño, tú no quieres que tus abuelos favoritos mueran a manos de tu sanguinaria madre, ¿verdad?
- Me niego a seguir hablando con ustedes sin la presencia de mi abogado.
- Iremos a Burger King mañana.
- ¿y...? -Alex nos miraba esperando algo más.
- Y te compraremos una cajita feliz.
Bruno negó con la cabeza mientras Alex fingía bailar la macarena.
- ¿Así como va a madurar nuestro nieto, señor?
- Cállate, nos salvamos, es lo que importa viejito.
- ¿Viejito? Viejito mis nachas, sigo siendo un joven esbelto y guapo -Sonrió de lado pero sus arruguitas lo hacían ver muy tierno.
- Nadie que esté joven se refiere a un chavo como "joven" abuelo. -Tania venía entrando con Carlos caminando y Dylan en los brazos.
- Creí que tú sí me respetabas, muchachita.
Sonreí viendo como Tania dejaba en el piso a Dylan y el gateaba hacia mí, tenía problemas para caminar, le daba miedo ya que una vez cuando lo estaba intentando se cayó y abrió su barbilla, ya no lo ha vuelto a intentar.
Tomé a Dylan y dándole un beso en la frente miré a Bruno.
- Por favor deja a los muchachos en paz.
- Tú siempre te pones de su lado, que este insolente esté lisiado no lo hace vulnerable, chamaco del demonio.
- ¡BRUNO!
- ¿Ahora que muj... ¡AY! Deja de pellizcarme, por amor de Dios.
Tania observaba divertida la escena, ella nunca se metía entre su abuelo y Alex, era un campo que nadie se atrevía a explorar.
- Si vas a educar a nuestros nietos que no sea hablando de ese modo, Bruno Gallardo Ruiz.
- Sí Tete, deberías buscar cómo cuidar nietos en internet.
- ¿Cómo cuidar nietos? Yo te cambié los pañales sin necesidad de ver videos en YouTube. No tengo nada que pedirle a internet, así que discúlpame.
- Seguramente por eso me esguince el pie.
De pronto escuchamos un ruido que venía de la cocina, algo se estrelló contra el piso.
Miré a mi alrededor, aquí estaban Tania, Bruno, Dylan y Alex... ¡Carlos!
Alex levantó las manos en señal de inocencia mientras yo caminé lo más rápido que pude a la cocina.
Estos niños de verdad tenían un problema.
Carlos estaba parado en medio de la cocina con el frasco del azúcar roto a sus pies, tenía el cabello lleno de azúcar, en su ropa también había un poco de ella y sus ojos abiertos como platos.
- Pidón, Tata, go no...n-no...
- ¡Abuelaaaaaa! ¿Qué pasóooo? ¡Quiero saber y no puedo ir!
Dejé a Dylan lo brazos de Tania y fui hasta Carlitos a quitarlo de en medio de todo aquel desastre mientras oía a Alex gritar desde la sala.
- ¡Vas a venir a ayudarme a recoger si me sigues gritando, Alejandro Fabricio Ramos Gallardo!
- Por eso decía que mejor me pongo a ver la tele...
Senté a Carlitos en una de las sillas del comedor y comencé a limpiarlo mientras Tania alejaba a Dylan de todos los pedazos del azucarero rotos.
- Cariño, ¿pero qué te pasó?, ¿Qué intentabas hacer?
- Jeje, puede que yo haya tenido que ver en esto... -Miré a Bruno que estaba en la puerta de la cocina mientras rascaba su nuca con nerviosismo- Le pedí un chocomilk con mucha azúcar cuando estabas cargando a Dylan... Y puede que no lo haya ayudado a bajar el azúcar...
En ese momento escuche como Tania le dictaba a Google en su teléfono mientras yo gritaba:
- ¿Cómo cuidar nietos?
- ¡BRUNO GALLARDO RUIZ!
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Bruno bebé se mete en muchos problemas, jiji.🤭
¡Espero que les esté gustando, dejen sus comentarios y votos!
Con mucho lof, K.🤞❤
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Porque si no preguntas, no respondo.
Teen Fiction- Te pones muy sentimental cuando hablas de nosotros, pasita. Yo lo mato. Mis nietos rieron cuando oyeron el apodo que me había puesto, que no era para nada original, si se me permite decir... - Eres un viejo chismoso y feo, vete, déjame seguir con...