Capítulo 15 ¿Ya puedo salir? Parte 2

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Sonreí viendo a mis nietos jugar.

Bruno parecía contento, llevaba a Dylan a tomar un poco de agua mientras reía de alguna tontería que Ben le había dicho.

Al final todo había salido bien, él no había sospechado nada y nadie la había regado. Todos estaban bien, charlando unos con otros, jugando, comiendo; era como esas escenas en las películas en las que el protagonista miraba todo desde lejos y todo era felicidad, hasta que llega algo que lo destruye todo.

En nuestro caso, ese algo eran Erika y Alex. A Alex por fin le habían quitado el yeso del pie y caminaba bien, aunque le habían recomendado ciertos ejercicios para que tuviera el pie fuerte y sano. El único detalle era que no quería hacerlos.

- Mamá, ya te dije que estoy bien.

- Bien mis nachas Alejandro. Harás esos ejercicios te guste o no.

- El abuelo no hizo esas tonterías y míralo, está bien.

Los 3 miramos a Bruno, quién ya no tenía a Dylan en los brazos, en su lugar, mi nieto menor estaba sentado en el pasto mirando a su abuelo quien luchaba contra el garrafón de agua para poder darle un poco a Dylan.

- Esta cosa...Bien le dije a Abby que compráramos un porta-garrafón, sería más fácil...pero nooo, la señora no quería gastar en algo innecesario. Esto es tan...¡Au! Chingado, mi mano...-Se dió por vencido y miró a su alrededor- ¡Tú! -Bruno junior, quién solo pasaba por un lado con un plato repleto de guacamole, lo miró asustado- ¡Sírvele un poco de agua a tu hijo, desobligado! Me lastimé la mano que me quebré, chingado.

Erika y Alex dejaron de mirar la escena y se miraron el uno al otro, Erika con un gesto de obviedad y Alex con cara aburrida.

- Eso no significa nada. El abuelo está bien.

Si supiera, yo obligué a Bruno a hacerlos.

Dejé que siguieran su discusión y seguí viendo a los demás. Mientras paseaba mi mirada por todo el patio me detuve mirando un punto en específico, fruncí el ceño mirando el fondo de mi patio. Tania estaba intentando esconderse detrás del cartel de feliz cumpleaños.

Me acerqué a paso lento y conforme avanzaba empecé a escuchar voces.

- Si mi abuelo te ve, me va a matar, y mi papá también.

- No estamos haciendo nada malo, Tan. Tenía que verte. Tengo algo importante que decirte. O pedirte. O como sea.

- Dime entonces, pero que sea rápido, me escape.

- Hemos estado conociéndonos un poco, sabes que me atraes más que ninguna otra chica, que me pareces interesante, diferente, inteligente y juro por Dios que eres la chica más bonita que yo haya visto, y tus ojos...

- Toño, al grano, por favor.

Me acerque al otro extremo del cartel e intenté escabullirme.

- Está bien, quería saber si, tú...

- Pasita, mi amor, ¿Qué haces ahí?

Cerré los ojos y le pedí disculpas a Tania mentalmente, esto se pondrá feo.

Me giré para poder verlo, intentaría llevármelo hacia la casa, probablemente le daría tiempo a Tania de llevarse a Toño.

- Oh, cariño, se me cayó un arete por aquí mientras acomodábamos todo, ya lo encontré. ¿vamos por un poco de agua?

- Sí, claro que sí, yo te sirvo, solo...Espera, algo se movió detrás de esa cosa. ¿Es otra sorpresa?

Negué con la cabeza rápidamente y me acerque a Bruno.

- ¡No! Debe ser el aire, dicen que va a llover, deberíamos ir a adentro.

- Patrañas, no te hubieras molestado Abbs, ya hiciste mucho con la fiesta. -Me dió un abrazo rápido y se acercó al cartel, intenté jalarlo de la camisa, pero no funcionó, me tapé la cara con ambas manos y contuve la respiración en espera de lo que venía- Gracias, muchas gracias por to... ¡Quita las manos de mi nieta! ¡Violador!

Descubrí mi rostro mirando como Bruno arrancaba el cartel. Detrás de este, estaban Tania y Toño, éste último sostenía la cintura de Tania con un brazo, mientras que su otra mano estaba entrelazada con la de Tania. Ambos muchachos miraban a Bruno con los ojos abiertos como platos, en el momento en que pudieron reaccionar se soltaron y miraron hacia todos los demás, quienes, obviamente teníamos los ojos puestos en la nueva atracción del evento.

- ¡David! ¿¡Dónde está ese muchacho!? ¡David!

Como si de una emergencia se tratase, mi hijo se acercó a la escena más rápido que el mismísimo Flash y se cruzó de brazos, mirando a Tania.

- ¿Y este, quién es?

- Señor, buenas tardes, mucho gusto, soy Antonio.

- Antonio, Antonio... ¡Antonio mis tompiates! Yo le digo violador, este niño quiere pasarse de listo con Tania. -Bruno imito a su hijo y se cruzó de brazos también.

- Uy, Tania la santa tiene problemas... ¡Auch! Mamá, deja de golpearme. -Alex no sabía cuando cerrar la boca.

- Le hablé a Tania, muchacho.

- P-perdón señor, es solo qu...

- Mi nieta puede hablar sola, niño.

Tania tenía las mejillas rojas cual tomate mientras me miraba con cara de "Necesito ayuda por aquí, Tata" bien, Súper Abbs al rescate.

- Muchachos, tranquilos, yo digo que hay que conocer a Toño antes de aventarlo a los perros, eh? ¿Qué dicen?

Bruno y David se miraron un segundo y luego, cuál gemelos sincronizados, dijeron:

- No.

- No.

- Pelea, pelea, pelea, p... ¡Au! ¿tú también, Eve? -Ben solo quería ver sangre correr, pero no le daría el gusto.

Esto sería más difícil de lo que pensé, así que, pidiéndole ayuda a Diosito, me acerque a ambos hombres.

- Haber ustedes dos, dejen de comportarse como matones en mi casa. -Les jalé a ambos una oreja y los bajé a mi altura- ¿En donde creen que están? Compórtense por favor, tenemos una visita.

- ¡Au! Suéltame mujer, este chamaco no puede venir a toquetear a mi nieta en MI fiesta de cumpleaños.

- ¡Mamá! Por Dios, ya estoy grande para esto.

Los sujete con fuerza y ambos se quejaron de dolor.

- Tania solo estaba hablando con el muchacho, par de orangutanes.

- Cielo, mi vida, mi amor, amorcito, pasita, corazón, mi cucú...

- Papá, cucú es trasero, acuérdate de la canción.

- Oh que las hilachas, uno ya no puede decir nada porque todo lo convierten en canción.

Apreté un poco más sus orejas y escuchando sus quejas, los obligue a caminar conmigo.

- Les voy a enseñar a comportarse, par de burros. Por cierto...-Me volteé mirando a ambos muchachos y les guiñe un ojo- Toño, cariño, puedes quedarte el tiempo que quieras, lamento la actitud de estos dos, platiquen tranquilos.

-P-pero, Abby, es mi cumpleaños...

- Mamá es mi hija, por Dios, solo quiero ¡Ay! ¡Ya me callo, ya me callo!

- Volveré muchachito, volveré ¡Au! ¡Abby, por Dios!

Mientras caminaba hacia la puerta del patio para entrar a la casa, escuche a Toño susurrar:

- Soy fan de tu abuela, ¿lo sabías?

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No puedo creer que Bruno y Abby llegaron a 1K :')

Miles de gracias a quienes me leen, sean pocos o muchos, me agrada saber que me leen.

¡Espero que les guste el nuevo capítulo!

Nos leemos luego <3

Con mucho, mucho lof y agradecimiento, K.🤞❤

Porque si no preguntas, no respondo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora