ALGO MÁS

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Pocos días después de salir del armario con mis amigas me encontraba en una situación similar. El mismo nerviosismo, manos inquietas y el sentido del habla totalmente desaparecido. A pesar de que esta vez Natalia esta junto a mi, lo que debería aportarme tranquilidad, no lo hace. Juraría que ella esta peor que yo. Ha insistido en quedarse conmigo para...no se muy bien que estamos haciendo aquí. Mis amigas de nuevo frente a mi, yo con ganas de tirarme por la ventana y...creo que Natalia también. Aunque parece serena se nota en su manera de ser que cientos de cosas le rondan la cabeza.

Resulta que las chicas habían decidido darme una sorpresa viniendo a casa, por lo visto, como compensación al mal rato del otro día. Parece que les ha salido el tiro por la culata. Ya no recuerdo el tiempo que llevamos en silencio, pero si alguien me dice que han sido años, me lo creo. Quizás debería habérselo dicho en el momento, soltárselo todo de golpe. Esto no nos esta viniendo bien a ninguna. No se por qué me siento como si estuviese saliendo del armario otra vez con ellas. Supongo que porque nunca antes había tenido una situación parecida, y es lo que mas se le parece.

Creo que estoy teniendo un dejà vu.- digo echándome la mano a la cara. No veo a ninguna, pero se que Natalia me mira. Se supone que tengo que hacer de mediadora y estoy perdidisima.

Em...Nerea me dijo que habló con vosotras, pero no os dijo con quién salia.- escucho la voz de Natalia intentando sonar segura, pero lo consigue a medias.- Supongo que tenéis algunas preguntas.- mientras habla separo los dedos para verla a través de ellos.

Durante unos segundos las chicas se miran entre ellas. Esto les habrá pillado de sopetón, seguro tienen cientos de preguntas, quizás de cómo ocurrió todo o lo que ocurrirá a partir de ahora; pero ahora no parece que se les ocurra...

Me gustaría hablar contigo.- dice Carmen en un tono que no alcanzo a reconocer.- A solas, si puede ser.- en ese momento me pongo tensa.

Algo se me remueve por dentro y me encla a suelo. Mareada y desorientada. Buscando algo a lo que agarrarme.

Recuerdo esa sensación, recuerdo el miedo que desencadenaba dentro de mi. Luché tanto para luego darme cuenta que solo tenia que dejarme llevar, pero ahora no creo que funcione así. Estoy perdiendo el control, estoy viendo cómo mi vida avanza sin contar conmigo.

Em...claro.- responde Natalia para luego mirarme. Va a decir algo, pero no la dejo.

Espera.- digo colocando una mano sobre su rodilla para evitar que se levante.- No creo que sea necesario. Puedes decirlo aquí.- digo mirando a Carmen. Ella suspira levemente.

Solo quiero hablar con ella sin publico delante.- responde Carmen.

No somos publico, y mucho menos yo, porque vais a hablar de mi.- noto la mano de Natalia sobre la mía para llamarme la atención.

Esta bien.- me dice para que me tranquilice.

No, no podemos hablar algo como esto por partes.- noto que Carmen se pasa la mano por la frente.

Ya basta. Lo que quiero decir es que no confío en ti por lo que le hiciste y quiero asegurarme de que sabes que si le vuelves a hacer daño te arrepentirás.- suelta Carmen con una tranquilidad pasmosa. Natalia no dice nada, solo asiente levemente manteniendo su mirada, sabiendo que lo dice en serio. No me lo puedo creer.

Carmen.- sin darme cuenta me encuentro de pie y a punto de tirar la silla por el impulso. Noto que Natalia agarra mi muñeca intentando que me tranquilice y me siente.

Solo estoy preocupada, es lo que haría cualquier amiga.- dice colocando ambas manos sobre la mesa.

Pues no tienes por qué preocuparte, no tienes que protegerme de nada.- noto que Natalia coloca su mano sobre mi antebrazo y se acerca a mi para hablarme en voz baja.

LA VIDA UNIVERSITARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora