ENTRE LÍNEAS

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Bueno, aquí esta el último capítulo del año. Siento deciros que no es el capítulo en el que aparece el fragmento que os enseñé el otro día, para ese todavía falta un poco. Tengo que decir que me he llevado una grata sorpresa con la respuesta que tuve ese avance. Más o menos os acercáis, a grandes rasgos sabéis lo que está por llegar, pero por ahora tendréis que esperar para averiguarlo del todo

POV Natalia

Nerea se paseaba por mi habitación ya vestida, más bien a medias. Seguía buscando uno de sus zapatos. Yo también estaba vestida y supervisaba su búsqueda tumbada en la cama. De algún modo seguía pensando en todas las ideas que me vinieron a la cabeza hacía poco. Ahora trataba de ordenarlas pero estaban borrosas, casi adormecidas. No sé. Todo se anestesiaba cuando tenía la más mínima relación con Nerea. Emocionalmente me encontraba bien, pero me decía que eso mismo era algo que debía temer. Lo primero que me venía a la cabeza era “dependencia” y no sabía cómo tomarme eso. Lo pros y contras se entremezclaban y chocaban cambiando de bando continuamente. Tener a Nerea rondando por mi habitación y con el recuerdo todavía fresco de su cuerpo desnudo sobre el mío no ayudaba. Hasta hace nada me preguntaba si no era lo bastante buena como para que ella enfrentase sus miedos por mí, aunque supongo que el miedo es lo que mueve nuestros actos. Quién sabe. Escucho un murmuro y la veo a los pies de mi cama, mirándome.

- ¿Qué? Perdona, no estaba escuchando.- ella sonríe, por lo visto se me nota en la cara que mi mente estaba muy lejos de aquella habitación.

- Que ya lo he encontrado.- dice levantando la mano para enseñármelo.- Estaba debajo de la cama.- rápidamente se lo pone y gatea sobre la cama hasta quedarse a mi lado.- Por cierto, ¿qué vas a hacer en vacaciones?- pregunta poyando barbilla sobre su mano.

- Estudiar, tal y como hacer una chica responsable como yo.- no responde, sólo pone los ojos en blanco. No se lo ha creído.- No sé, quizás me vaya un fin de semana con mi madre a visitar a la familia.- digo mirando al techo.

- ¿Sólo un fin de semana?- la escucho a mi lado.

- Mi madre últimamente pasa menos tiempo en casa, le han aumentado los turnos.- digo haciendo referencia a la conversación que acababa de tener con ella al llegar.

- Qué pena. Bueno, mira el lado bueno, tendrás la casa para ti sola.- realmente hacía tiempo que no buscaba el lado positivo a las cosas.

- Bueno, ¿y por qué querías saberlo?- digo volviendo al tema anterior.

- Las chicas han tenido una idea.- supongo se refiere a sus amigas.- Por lo visto Irene se irá dentro de poco.- dice cambiando el tono de voz.- Quiere tener algo de tiempo para conocer aquello y acostumbrarse antes de empezar a trabajar. Pero resulta que hace tiempo reservamos una casa de campo para estas vacaciones. Ya esta todo apalabrado con los dueños, pero como Irene no podrá venir hemos pensado que quizás podrías venirte tú.- resulta que sí que tenía planes y no me había enterado.

- ¿Una casa de campo? ¿Vosotras cuatro y yo?- dije tratando organizar la información.

- Sí, cinco días y cuatro noches. Esta en un pueblo no muy lejos de aquí. Nos llevaría Carmen, su padre tiene un monovolumen y se lo presta. La casa tiene tres habitaciones, dos baños y cuenta con cocina completa.- dice buscando el móvil en su pantalón para enseñarme fotos de la casa.- Podemos hacer la comida allí, nos ha salido bastante barato.- echo un vistazo a las fotos. Aparece una casa de fachada antigua, pero reformada por dentro. Parece estar en un pueblo de esos que su población supera los 100 habitantes sólo en vacaciones, pero el entorno parece precioso.

- Bueno, supongo que puedo tirar de la beca para pagarlo.- ella sonríe levantando una ceja.

- ¿Eso es un sí?- asiento dándome por vencida ante su ilusión por el viaje.- Genial.- dice rodando sobre la cama para darme un abrazo. Cuando se separa recupera su móvil.- Voy a decírselo antes de que te arrepientas de pasar cinco días encerrada con nosotras.- vaya, eso no me lo había planteado. Muchas horas solo con ellas cuatro.

LA VIDA UNIVERSITARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora