YA VEO...

7.7K 307 14
                                    

De nuevo mil gracias por los votos y los comentarios de ánimo. Sois un lujo de lectoras. Besos

POV Natalia

Solo habían pasado unas horas desde que Nerea y yo nos habíamos visto y algo había ocurrido. Quise animarla a creer que la visita de su madre podía ser algo positivo, pero finalmente parecía que estaba equivocada. Quizás Nerea y su madre se parecen más de lo que pensaba. Su miedo a perder a su familia le hizo actuar de una manera contraria a la que su mentalidad le decía. Realmente creo que Nerea actuó de la manera correcta. Cuando tu vida se tambalea de esta manera tras encontrarte con una sorpresa de este calibre, lo primero que necesitas es tiempo para asimilarlo todo, antes que reaccionar sin saber lo que haces. A pesar de que sé que hizo lo correcto, estoy segura que ella se sentirá culpable de alguna manera. Aquella misma noche me llamó contándome a grandes rasgos lo ocurrido. Según ella esa conversación la tuvieron nada más llegar a casa, pero que tardó horas en tranquilizarse. Le pregunté por lo ocurrido, pero no quiso darme demasiados detalles, solo quiso saber si hoy podríamos vernos. De alguna manera me pareció un avance que decidiera hablar conmigo y no aislarse, aún así seguía guardándose cosas. Para ella no era nada natural hablar con alguien cuando estaba mal, no le salía. Creo que una parte de ella ha perdido la capacidad de expresarse respecto a sus sentimientos.

Allí estaba yo de nuevo, esperando su llegada para rescatarla del agujero que fuese en el que había caído esta vez. Realmente admirada esas sensación que causaba en ella, cómo alguien con esta clase de problemas podía olvidarlos gracias a la compañía de otra persona. Realmente era parecido a lo que yo sentía, pero un sentido opuesto. El saber que ella lo estaba pasando mal creaba en mí una angustia que solo desaparecía cuando ella estaba conmigo.

Seguía atenta a la salida de la facultad, esperando que apareciera cuando alguien me daba dos toques en la espalda. Me giré para ver que Nerea ya estaba allí dándome una sonrisa que me decía que se alegraba de verme, pero su cabeza estaba centrada en algo más. Nada más verla llevo un brazo alrededor de sus hombros, acercándola más a mi. Ella coloca ambas manos en mi espalda y se esconde rápidamente en mi cuello.

- Hola- digo nada más separarnos.

- Hola.- responde en el mismo tono.- ¿Nos quedamos aquí en el césped?- dice señalando una zona detrás de mí. Asiento dejando caer la mochila cerca de nosotras.

- ¿Dónde estabas? Pensaba que estabas en clase.- pregunto sentándome sobre el césped.

- He terminado antes y he ido a imprimir apuntes.- dice sentándose frente a mí.

- ¿Has podido dormir algo esta noche?- ella me mira cansada.

- No mucho.- confiesa.- Estuve dándole vueltas toda la noche.

- No tiene por qué sentirte culpable, lo hiciste bien.- digo intentando animarla y que me cuente algo más.

- Sé que las cosas no serán como antes, pero la verdad es que no me importa. Es como si por primera vez mi familia haya decidido decir en voz alta lo que piensa, aunque a veces no termine bien.- dice llevando su mano sobre el césped.- El problema es que no tengo ni idea de cómo puede terminar.

- Sois familia y os queréis, de una forma u otra estaréis juntos. Tu madre realmente tiene intención de arreglar las cosas, aunque quizás el método no haya sido el más correcto.- Nerea me observa durante un segundo y frunce el ceño.

- También estuve pensando en eso. Esta claro que los padres son los que mayor influencia ejercen sobre nosotros y que tarde o temprano seremos una versión de ellos.- mira al suelo mientras su expresión se suaviza.- Puede sonar horrible, pero no quiero ser como mi madre. La he visto durante años actuando sin decisión, sin ambición. Solo ha hecho lo que se suponía que debía hacer sin pararse a pensar que podía ir más allá.

LA VIDA UNIVERSITARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora