Roadkill // LuWoo - WooCas - NCT

20.

Cuando Lucas despierta, en plena penumbra, sabe de inmediato que no puede dejar pasar más tiempo. Silenciosamente se deshace del abrazo en el que un desnudo JungWoo lo tiene lánguidamente asido y, tomando su celular de la mesita de noche —no sin antes errar y tomar por equivocación los nuevos lentes ópticos de JungWoo—, logra salir de la cama.

Alcanza la habitación contigua, ahora vacía, en la que alguna vez DongYoung habitó. Sin él, y con ambos durmiendo en la misma cama, había sido innecesario mantener la cama en su antigua posición, por lo que ahora un espacio improvisado de oficina se erigía en lo que alguna vez constituyó el hogar de la persona con la que había compartido a JungWoo en una extraña noche. Cierra los ojos al recordarlo y levanta su mano libre para apoyarla en su pecho. Su corazón late con fuerza.

Últimamente, se hace más fácil intentar digerirlo si tan solo pretende que aquella noche jamás pasó. Si pretende creer, una vez más, que JungWoo es el muchacho de mirada cálida e inocente de la que se enamoró.

Si trata, con todas sus fuerzas, de ignorar su verdadera naturaleza.

Conteniendo casi el aliento, se aventura a revisar su lista de contactos, donde aún permanece su número. Ya no tiene el mismo apodo de antes, pero está ahí: Lee MinHyung continúa en la memoria de su teléfono, a pesar de que la voz tierna de JungWoo le había demandado en una oportunidad que lo borrase. Presiona la letra "M" bajo la cual se esconde su número y, agudizando el oído, deja que el aparato contacte a la persona que lleva días sin aparecerse en la universidad.

"El número que usted ha marcado no está disponible o se encuentra fuera de servicio"

—¿Cas...?

Voltea hacia la izquierda. JungWoo está mirándolo fijamente desde el marco de la puerta. Pese a la penumbra, distingue sus ojos perfectamente, y traga saliva.

Están centelleando.

—Ah, disculpa, ¿te desperté? —empieza a decir rápidamente, sonriendo a medias—. Estaba, yo estaba...

—Cas, tuve una pesadilla... —ve que su cuerpo se encoge en sí mismo, aferrándose a sus brazos. Luego le ve bajar la cabeza—, y no verte me puso nervioso...

—Zeus... —susurra, acercándose de inmediato, apagando la pantalla de su celular discretamente. En un acto reflejo, lo acerca hasta lograr envolverlo a altura de los hombros, dejando que su rostro repose en su pecho—. ¿De qué iba? Tranquilo, todo está bi-

—No estabas intentando contactar a MinHyung, ¿verdad...?

Se separan apenas un poco. JungWoo levanta la vista y solo ahí cae en cuenta de que sus ojos no han dejado de centellear en ningún momento. Siente sus manos acercándose a su espalda y devolviéndole el abrazo, ejerciendo la fuerza que ha dejado de realizar, instándole a que permanezcan en esa posición por más tiempo. Aguantando la respiración, nota la comisura izquierda de sus labios. Se alza tan ligeramente que es casi imperceptible. Pero ya no es ciego, lo nota a la perfección: JungWoo está sonriendo.

Sus ojos, sin embargo, centellean sin una pizca de felicidad.

—No, tranquilo —logra decir, sin parpadear, sosteniéndole la mirada en todo momento—. Lo borré hace tiempo, cuando me dijiste. No tienes por qué temer.

—Ah, me alegra...

Su corazón vuelve a funcionar como antes, alejándose del recelo y la ansiedad, volviendo a latir por él sin reticencias de por medio. Besa sus labios cortamente antes de devolverse a la cama con él, dejando el celular en el mismo lugar de la mesita de noche, rebobinando los pasos que lo han alejado de su tranquila respiración cuando está dormido. No hace falta mucho para que JungWoo caiga nuevamente rendido en sus brazos, donde se asegura de besar sus cabellos para que el temblor de su cuerpo disminuya de a poco.