Roadkill // LuWoo - WooCas - NCT

9.

Miércoles a las una de la tarde. La cafetería permanece repleta a esas horas, incluso más de lo normal: por primera vez después de mucho, es como si todos los estudiantes del campus hubieran decidido el quedarse allí en vez de salir a la brisa de aires otoñales que parece más invernal que otra cosa. Ataviados en largos abrigos, chaquetas y guantes térmicos, Lucas revisa la manera en que todo el mundo se desplaza en búsqueda de una bandeja y platos correspondientes, haciendo fila en la zona de autoservicio.

Luego, posa la vista en las manos desnudas que se llevan comida a la boca con una delicadeza envidiable, y por último, no puede evitar fijarse en los labios que se relamen al terminar de comer un nuevo bocado.

—Uhm, de verdad tenía mucha hambre...

JungWoo sonríe justo al frente suyo, excusándose con una sonrisa tímida, antes de volver a hundir los palillos en el arroz. Entre los dos permanece un cuaderno abierto de par en par, con pocas anotaciones que de nada sirven. Aquel cuaderno es precisamente el motivo principal por el que dejó que su sesión de estudio, normalmente calendarizada después de la finalización de clases, comenzara en un horario inusual: la hora de almuerzo. Y es que apenas falta una semana para el examen de Historia del Arte, para el cual no sabe nada. JungWoo, consciente de ello, le había propuesto utilizar todo el tiempo posible, aunque fuera en medio de conversaciones bulliciosas en la cafetería, olor a comida, acústica terrible.

Levanta la vista, nervioso, y vuelve a repasar la mirada rápidamente por cada sector de la cafetería. Ninguna de las figuras llama su atención. Con un resoplido, indica la hoja del lado derecho, donde tiene un burdo esquema en un fracaso intento de copiar los mapas conceptuales que JungWoo es capaz de realizar sin esfuerzo alguno.

—Hyung —susurra, pausando al sentir su mirada fija. Traga saliva, y no quita la vista de los conceptos que va apuntando con la mano derecha—, ¿podrías explicarme esto, por favor? Desde que el profesor volvió a clases que no entiendo nada. Si antes me costaba concentrarme, ahora... es imposible.

—¿No puedes concentrarte? Vaya, no pensé que te llamaran la atención los tipos entrados en años —JungWoo ríe con timidez.

—¡No! No me llaman nada la atención —aclara—, y ese es precisamente el problema.

—¿Por qué?

Cuando ve que los pómulos del mayor se tiñen de un color rosa que le gusta tanto, Lucas es incapaz de medir sus palabras. Mira una vez más a su alrededor, y suspira.

—...Porque tengo que desviar la mirada de la pizarra para fijarme en cierta persona que permanece tras el escritorio del profesor.

Da resultado. JungWoo baja la cabeza, totalmente rojo. Sonríe, y acerca su mano derecha desde donde reposa, sobre el cuaderno, hacia la mano del contrario.

Se da cuenta. El corazón comienza a bombearle con más rapidez que nunca antes cuando nota la mano delgadísima y perfecta de JungWoo acercándose a la suya. Apenas unos centímetros les separan.

—¡Lucas!

Y entonces, la separación se hace drásticamente mayor.

—Min... MinHyung —murmura, cuando lo ve acercarse, bandeja en manos, sonrisa característica en el rostro. Lee MinHyung se sienta justo al lado suyo, instalándose en cosa de segundos—. Disculpa, no te vi cerca y...

—Ah, es que salí un poco tarde de mi clase, lo siento —lo ve dejar su bolso en el suelo, y antes de ser capaz de reaccionar, siente los labios de su novio presionándose contra los suyos. Ni siquiera cierra los ojos, y el beso termina pronto. Una sensación fría baja por su pecho. MinHyung sonríe. Justo al frente, siente que lo miran intensamente—. Oh, disculpa, ¿eres amigo de Lucas?