Roadkill // LuWoo - WooCas - NCT

7.

La mañana del viernes se siente más helada de lo usual, como anticipándose al otoño que está a punto de dejarse caer en Corea. Sale de la cama no sin antes depositar un pequeño beso en la frente de quien aún duerme plácidamente con la boca abierta y, luego de bañarse y vestirse con un suéter a rayas color vino tinto, se calza zapatos estilo montañismo y sale al frío exterior. Pese al deprimente clima, su moral se mantiene tan alta como el humo que expelen las panaderías, ascendiendo hasta más allá de lo que termina su vista. Sonríe al recordar la noche que acaba de pasar junto a MinHyung; noche mágica, capaz de eliminar todas las tensiones de su cuerpo. Recuerda que había un motivo por el cual no podía dormir, pero intenta no pensar en ello. Agriarse la mañana sería algo estúpido e innecesario. Además, suspira, no debe tener importancia.

Debido a la cercanía del departamento con el campus de la universidad, decide caminar hacia allá. Solo le demorará unos minutos más de lo normal y, para entrar en calor, no hay mejor remedio.

Pronto se da cuenta que es la idea más estúpida que ha tenido en muchos meses.

—¡Cas!

Junto con la sonrisa amplia de un chico delgado y alto que corre a su encuentro, su organismo comienza a descomponerse. Recuerda, como fogonazos de luz, la coquetería de él con otro chico tan blanco y apuesto que parecía un maldito príncipe de cuento de hadas; recuerda, también, su última hora de conexión y el hecho de que sus dos mensajes habían sido totalmente ignorados. Los pensamientos hacia MinHyung se pierden en algún rincón de su mente, junto con su buen ánimo y la tranquilidad de la que había disfrutado tan bien durante un lapso insuficiente de tiempo.

—JungWoo... —saluda, sonriendo de corazón después de todo. JungWoo lleva un abrigo largo color azul oscuro que le asienta exageradamente bien. Debajo de él, sobresale un suéter rosa. La combinación de ambos elementos hace destellar sus rasgos faciales, junto con el pequeño rubor que asoma a sus mejillas—. ¿Vives cerca de la universidad?

—No tanto así, pero decidí caminar para allá. Supongo... que fue una buena decisión —el rubor se intensifica y, con ello, siente sus latidos transformándose lentamente en un desastre—. ¿Tú?

—También vivo a cierta distancia, a unas estaciones de acá... pero me alegra haber venido a pie.

JungWoo baja la mirada, totalmente ruborizado. El viento casi otoñal le despeina los cabellos delicadamente. En la calle por la cual transitan, no se ve nadie más. Inseguro, se adelanta un paso hacia él.

El corazón le va a mil por hora. JungWoo parece percibir el acortamiento entre la distancia de los dos, y le ve esconder aún más la cabeza. Alarga la mano hacia su muñeca, queriendo atraparla entre los dedos, tirar con suavidad de ella, acercarlo aunque sea un poco en su dirección.

Sin embargo, recuerda que los mismos dedos de JungWoo estuvieron fuertemente asidos de la muñeca de otra persona, y eso es capaz de intranquilizarle lo suficiente como para detenerse.

—¿Cómo estuvo el estudio ayer?

Casi quiere golpearse por lo directo que está siendo, pero afortunadamente el mayor parece no darse cuenta. Levantando la cabeza, con una sonrisa, simplemente es acompañado por él mientras salvan las últimas cuadras que les separan del campus. Ruega que de alguna forma u otra el trayecto se acorte y pueda refugiarse al fin en las salas de primero, lejos de él, y lejos de la manera en que su corazón actúa tan estúpidamente ante su cercanía.

Manera, que aumenta cuando le ve sonreír tanto que sus ojos llegan a casi desaparecer.

—¡Buenísimo! JaeHyun es un prodigio de la escritura, realmente no tuve mucho que corregir en su tarea. De todas formas, me dormí muy tarde. Estoy muy cansado—aprieta los dientes cuando nota que, en sus ojos, hay clara admiración; más, cuando capta las posibilidades ocultas tras sus aparentemente inocentes palabras—. A veces me pregunto por qué ingresó a Artes Escénicas, digo... lo pasaría mucho mejor en Letras y Humanidades.