Narra Aitana
Voy hacia mi habitación y, para que engañarnos, estaba feliz. Feliz de por fin haberme quitado ese peso y poder olvidar, así, mi anterior vida, y mejorar la que estaba por venir, juntos con mis antiguos mejores amigos y Luis. Sobretodo Luis. Me iría hasta el fin del mundo para estar con Luis. Me estaba escuchando a mí misma y parecía una quinceañera enamorada perdida. Pero así me había puesto él.
Pero, aunque nos habíamos besado dos veces, yo aún creía que salía con Graciela, y eso no me lo quitaba nadie de la cabeza. Yo soy muy cabezota. Llegué a la habitación y, al entrar, fue cuando acepté que mi novio, ahora ex, me estaba engañando con mi supuesta mejor amiga y la que sabía todos mis secretos.
En ese momento fue cuando me derrumbé. No sé cuánto tiempo estuve en el suelo llorando. Solo sé que lo estuve. Me dolía. Me quemaba el pecho al saber que la persona a la que supuestamente le importaba mucho y la que me animaba y sonreía cada día, lo había hecho con mi novio, y había roto nuestra confianza y amistad.
En ese momento me puse a pensar en nuestra amistad y me di cuenta de que nunca le había importado en verdad. Ese día, esa frase “Vicente sabe hacer gozar” me retumbaba en mi cabeza todo el rato. Cuánto tiempo? Cuanto tiempo llevaría engañándome? Una semana? Un mes? Desde el principio de nuestra relación? Solo porque no me sentía preparada para dar el paso?
Pensaba en lo inútil que podía llegar a ser la gente. Solo querían a la gente para sus intereses? Es esta, la sociedad en la que vivimos nosotros, nuestros hijos…? Él era un claro ejemplo. No me había dejado pero por las espaldas satisfacía su deseo. Parece ilógico, pero esta es la sociedad. Y así seguirá siendo, a no ser que cambiemos algo.
En la mayoría de esta sociedad se trata a la mujer como un objeto. Solo para lo que los hombres quieren. Hay excepciones, si, como todo. No todos son así, pero en el ámbito escolar, es lo que pasaba. Los chicos seleccionando a las chicas siguiendo a los estereotipos: delgada o con buen culo o tetas. Las chicas con complexión las menosprecian. Pero es realmente así?
La belleza con el tiempo se va, el corazón se queda. Esto es lo que reflexionaba en mi habitación, después de darme cuenta de cómo está este mundo. Está en la mierda. Los chicos no pueden demostrar que están mal porque si no les llaman maricas, si las chicas se hacen las duras las llaman marimacho. Y todo por los estereotipos. Ojalá nunca hubiesen aparecido.
No sé en qué momento se reprodució, pero me encontré escuchando Spotify. Blas Cantó con “No volveré-a seguir tus pasos”. Eso pensaba hacer. Iba a olvidar a las que habían sido, en pasado porque ya no lo eran, las personas más importantes de mi vida y les abriría el corazón a las que realmente lo merecían.
Miré mi reloj: las nueve y media de la noche. Solo faltaba media hora para que se cerrara el comedor pero no tenía hambre. Me puse el pijama y me estiré para dormir, bien abrigadita con mi peluche de unicornio y mi edredón.
Me desperté con unos leves golpes en mi puerta. Miré la hora y eran las diez y media de la noche. Quién coño es a esta hora? Pensé. Me levanté de mi cama y soñolienta abrí la puerta. Un Luis con un portátil y una bolsa llena de palomitas y chucherías me esperaba detrás de esta.
C: tu mejor amigo me ha dicho que habías descubierto el engaño y que estabas supuestamente mal porque tú nunca te saltas una cena, con lo glotona que eres- se puso a reír, aunque llevaba un aire de preocupación.
Ai: como no quererte.- dije dándole un abrazo e invitándolo a entrar.
C: lo sé.
Una noche que parecía ser solitaria y triste, terminó siendo una noche romántica y divertida. Los dos, estirados en la cama abrigados con el edredón, yo con un pijama corto y él en calzoncillos, comiendo y mirando películas románticas. En un momento de despiste por su parte, me apoyé en su pecho que estaba tremendamente esculpido, y él me rodeó con un brazo mi cintura, sin llegar a intentar nada.
Media hora después, me quedé dormida, y Luis cerró el ordenador, ordenó un poco mi habitación y se estiró conmigo. Yo me acurrucé en su pecho medio dormida y él me abrazó.
Porque así era, me sentía segura a su lado y esperaba que eso nunca se terminara. Nunca con Vicente habíamos hecho eso, nunca tuvimos ningún momento romántico los dos en verdad, pero eso me encantaba. Y si era con Luis, aún mejor. Pero todo lo bueno no puede durar.
Holi!! Sorpresa! Nuevo capítulo sorpresaaaaaaaaaa! Jeje he terminado antes de estudiar y pues me he puesto a escribir y aquí está. No tiene mucha importancia este capítulo pero en estos tiempos me gustaría que la gente se diera cuenta de lo que pasa en la sociedad y lo he plasmado aquí.💙💙 Ya sabéis, cualquier cosa por Twitter en @merakiso o #PensabaQueEraUnJuego 💙😳
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Pensaba que era un juego, hasta que vi que era real Aiteda
FanfictionDos polos opuestos, pero una pasión los une. ¿Se llevarán bien algún día o al tener personalidades tan diferentes se odiarán?