Los chicos permanecieron sentados en las bancas frías del estadio, trazando un plan. Candace seguía algo insegura con respecto a la seguridad que desbordaba sin medición en Arthur, un paso en falso y podrían terminar con heridas no tanto en ellos, sino también en Lena y en sus familias. No se estaban enfrentando a cualquier problema, estaban hablando nada más ni nada menos que de Matheus Callaghan. El plan era muy arriesgado, e involucrar a más personas en el mismo era un atentado peor que el de un terrorista.
—¿Por qué no?
—Porque no y punto, Coleman. ¿Acaso no te da miedo que le haga algo? Abigail no se defiende como Lena, y eso tú bien lo sabes. —Éste hizo una mueca pero finalmente aceptando los regaños de la pelirroja—. Más bien deberías cuidarla. ¿Por qué Matheus deseará meterse en casa de los Crabbits? ¿No crees que tendrá un nuevo plan entre manos? No es un simple gatito por encerrar, creo que estamos fronteando con un potencial asesino serial e inclusive, un perturbado mental.
—Chica zanahoria...
Candace lo escudriñó con la mirada.
—Coleman, es verdad. Hayley Crabbits se robó la atención del viejo y como ella no quiso seguirle la corriente, mágicamente aparece muerta a las afueras de la ciudad. Pero claro, como fue meteoróloga y estaban en épocas de tormentas, descartaron toda vinculación con Matheus, a pesar de que su cadáver fue hallado a unos kilómetros de su casa de campo.
—Eso ya lo sé. Candace, lo que quiero decir es que no debemos dejarnos vencer por el miedo. Lena no le tuvo miedo.
—¡Y le incendió el local a su hermanastra! ¿Qué hubiese sucedido si Abigail o la señora Lucero...? —la pregunta quedó sin terminar, ya que Arthur negó con frenesí. ¡Ni pensarlo!
—Pero casi lo atrapan con las manos en la masa.
La pequeña bufó.
—Sí, tan cerca que inculparon a Lena y ella por querer acabar con todo esto se fue muy lejos de aquí. ¿Crees que Matheus vaya a hacer algo con Lena del otro lado del globo terráqueo y con Hayley más que muerta? Se acabó, Coleman —dijo con tristeza, después de meditarlo unos pocos segundos—. Si decides inmiscuirte en eso, lo más probable es que cometa un delito contigo. Todas las personas conectadas con Matheus terminan sufriendo. Y... —Suspiró. No quería confesar los secretos de su nueva mejor amiga, pero esa necesario—. Lena no quería que te entrometieras más en su vida. Es decir, estás muy descarrilado y tu madre te tiene puesto el ojo. Tu futuro pende de un hilo en este momento, no tengo la menor idea de lo que podría pasar si continuas con esto.
—Zanahoria, por favor, estoy pidiéndote ayuda. ¿No quieres que nuestra Lena sea finalmente feliz?
Candace arqueó una ceja, disimulando la sonrisa. Arthur se sonrojó y quedó con la vista fija en el suelo, sus mejillas estaban tan rosas que podría derretir los pequeños trozos de hielo que decoraban el estadio. ¡Dijo el pronombre posesivo en voz alta! Qué vergüenza. Aunque igualmente era cierto, su pequeña boxeadora era suya. En el buen sentido, claro. Y él, era suyo. Sin estar atados, lo estaban. Sin estar juntos, permanecían. Sin una propuesta de noviazgo, lo eran. Su forma de querer fue tan frenética, sin un horario, sin un día, solamente con hechos. Acciones que poco a poco fueron carcomiendo la piel de ambos, hasta que llegaron finalmente a este punto muerto.
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Se dice de mí ® │Completa
Teen FictionSe dice que Lena Crabbits es lesbiana porque fue expulsada de un instituto para chicas. Es una boxeadora muy gruñona. Se dice que Arthur Coleman es el chico más candente y rudo en todo Cronick High School. Es el capitán del equipo de fútbol american...