Extras #2

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La primera cita de Candace y Antoine

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La primera cita de Candace y Antoine

—No me gusta la ensalada con zanahoria.

—Es irónico porque en teoría eres una.

Candace bufó.

—Esta cita no va para nada bien.

Antoine sonrió.

—Bah, dices eso para hacerme enojar. Sé que te gusta lo que ves.

La pelirroja abrió y cerró su boca varias veces, buscando algún insulto en su arsenal de palabras hirientes hacia su persona favorita. Bueno, no es que Antoine fuese su persona favorita, en realidad estaba muy lejos de serlo. O tal vez no.

A este punto de la noche, la pequeña ya no pensaba con claridad.

Antoine por su parte se estaba dando muchos méritos. Organizó todo y el hecho de que Candace hubiese aceptado gracias a las influencias de Lena de por sí era mucho. Arthur le dio unos tips para hacerse el interesante con ella, pero realmente nunca los necesitó. Con ser él mismo tenía suficiente. ¿Lo mejor? A Zanahoria le gustaba. Por más que lo negase, la estaba pasando bien.

El mesero trajo otra ensalada. Esta vez, sin zanahorias a la vista. Estaban en un restaurante para nada lujoso o producido como al castaño le gustaba visitar, necesitaba llevar a la niña ogro a un lugar un poco más relajado para ella. Así que fueron a un local con comida latina, en el barrio más populoso de la ciudad. Candace se inclinó por comer una ensalada y una sopa del caribe cuando Antoine no se despegó de los famosos tacos al pastor, la comida mexicana era su perdición.

—Gran forma de celebrar tu graduación.

—Bueno, no es lo que pensaba —admitió luego de hacer una mueca y encogerse de hombros.

—¿Entonces?

—Es mucho mejor.

Por segunda vez en la noche, Candace se quedó sin palabras.

Sus mejillas adquirieron un tenue color rosa debido a las respuestas cortantes pero prometedores por parte de Antoine. Vaya, Algodón de azúcar era la personificación de aquella golosina, a su modo por supuesto.

Sin embargo, se le hacía imposible ver a Antón con proyección a futuro. Además, no se fiaba del todo con él.

Antoine estuvo la mitad del año escolar colocando su culo a diestra y siniestra para Arthur y quién sabe cuántos chicos más. Estaba enamorado a ciegas del actual... ¿Novio? ¿Ex? ¿Peor es nada? De su mejor amiga. Así que tenía demasiadas dudas en su mente, reduciéndose a hipótesis para nada favorable a ella. Siendo sinceros, Candace se estaba acuchillando ella misma, sin confiar en sus habilidades y en su personalidad, era bonita y con un corazón muy peculiar, ¿cómo no iba a robarse la atención de un chico como Antoine?

Creía que Antón la buscaba para olvidarse de Arthur o simplemente ser una copia de lo que él hizo. No obstante, era consciente de que un rayo no caía dos veces en el mismo lugar.

Se dice de mí ® │CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora