La traicion

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La vida continuaba siendo placentera para la familia de Miku y Luka, pero que había de los demás Meiko y Kaito se habían casado hace ya tiempo su vida era placentera y llena de felicidad hasta que había llegado la hora en que Meiko anhelaba ser madre, observar a Miku con las niñas la hacía desear tener sus propios hijos. Así que Meiko convenció a Kaito de llevar su matrimonio por un nuevo rumbo, Kaito accedió a los caprichos de su esposa así sucesivamente por al menos un tiempo Kaito y Meiko se lanzaban a sus deseos maritales continuamente con el deseo concebir un descendiente, las semanas continuaron pasando y Meiko no lograba cumplir sus deseo, tantos fueron los intentos y las medicaciones de fertilidad que ella comenzaba a sentirse cada vez más frustrada, Kaito quien entendía el dolor de su esposa solo podía apaciguar su dolor.

_Meiko cariño no estés triste podremos intentarlo de nuevo_ intentaba calmar a Meiko quien lloraba sentada en el sofá de la sala.

_Kaito ya no sé qué podemos hacer, lo hemos intentado tanto tiempo incluso tuve que tomar drogas para la fertilidad_ indicaba Meiko con lágrimas en los ojos.

_que tal si adoptamos a un niño para que puedas cumplir tu sueño de ser madre_

_podría ser, pero hoy en día ya no existen orfanatos y mucho menos niños en adopción, mejor voy a la casa de mis amigas para que puedan darme algún consejo_ Meiko sin ánimos se levantó tomo las llaves del auto _volveré pronto_ indico cerrando la puerta tras suyo, encaminándose hacia la cochera esta encendió las bobinas para luego pisar el acelerador y salir con sumo cuidado.

El camino parecía ser largo la perspectiva aumentaba conforme se acercaba a la ciudad al contrario de su hogar que cada vez decrecía conforme se alejaba de la zona residencial por el camino principal más adelante muchos acudían al llamado de la ecología recorriendo el camino con sus vehículos a energía, pero poco le importaba lo que ansiaba Meiko era llegar del otro lado de la ciudad para hacer una visita, pero en su camino como era de esperarse las pocas familias pasaban un momento agradable, como si el mundo la odiara este le restregaba una felicidad que ella deseaba con todas sus fuerzas pero eso solo la irritaba aún más, después de un mar de sentimientos negativos logro llegar del otro lado ahí las zonas urbanas no diferían de la zona donde vivía, pero a su vez, recuerdos no muy lejanos se atravesaban por su camino atrapándola en torbellino de emociones que su malestar de minutos atrás se desvanecían dando lugar a una sonrisa de repente pisando el freno esta se detuvo precisamente frente a aquella casa donde seguro ahí la recibirían y posteriormente encontraría una respuesta a su problema, deteniendo toda actividad de su vehículo bajo para luego encaminarse a la puerta, una vez en frente toco el timbre, rápidamente este se abrió dando a verse una niña de cabello rosa.

_ ¡tía Meiko! ¡te extrañe mucho! _ decía entusiasmada la pequeña Milu quien se acercó con un abrazo en forma de saludo.

_yo también pequeña ¿están tus padres? _ preguntaba Meiko correspondiendo al abrazo de la pequeña, era una Sención que Meiko anhelaba desde hace mucho.

_si mamá y papá están en la sala viendo la televisión con Lumi_ de pronto en el corredor resonó la voz de Luka llamando a su hija.

_Milu ¿Quién es? _ preguntaba Luka.

_es tía Meiko, papá_

_ ¡ho! Meiko que sorpresa, ha pasado mucho tiempo, ¿Qué te trae por aquí? _

_solo pasaba y quise visitarlas_

_vamos entra Meiko, conversemos hace tiempo que no lo hacemos, desde que Miku se convirtió en idol no hemos tenido tiempo para hablar por el trabajo_

_si, ha pasado casi un año, y ¿Cómo la pasan tú y Miku? _ preguntaba Meiko mientras ambas tomaban asiento en la cocina.

_todo bien Miku y yo hemos logrado una gran familia y las niñas pronto irán a la escuela_

Te Regalo Una Felicidad Envuelta En InfelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora