Un milagro para Meiko

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Siete dias fueron los que transcurrieron desde que los soldados abandonaron la ciudad, ahora una joven madre reprochaba la falta de atencion en aquella central en cuanto a información trataran.

_¡como es posible que no me dejen ver a mi esposa!_ exclamaba ante una secretaria, quien parecia estar algo nerviosa con respecto a quien atendia.

_lo lamento señora Miku, pero es imposible que pueda contactarse con la soldado Luka en este momento, ella no cuenta con un rango elevado para poder contactarse con usted_

_¡heeeeeee! pero si soy Miku Hatsune y deseo ver a mi esposa, si no tendre que hablar con su supervisor_ sus amenazas se hicieron llegar y aquel supervisor no ignoro aquel hecho.

_¡disculpe!_ interrumpio aquel hombre.

_¿quien es usted?_ pregunto Miku.

_soy el supervisor_ respondio calmadamente y atendio gentilmente a Miku quien no parecia estar calmada _podrias dejarnos a solas_

La secretaria asintio con la cabeza y se alejo.

_mire, señora Miku, como debe saber los soldados y casi todo el personal militar esta incomunicado hasta que podamos recibir ordenes, o hasta que esta guerra termine, por otra parte lamentamos no poder ayudarla_ la explicacion fue certera.

_lamento las molestias, pero es casi mas de dos meses que no hablo con ella y quisiera por lo menos verla_ su voz sonaba triste.

_¡lo lamento!_ se compadecia aquel hombre.

Miku simplemente se retiro, nada mas podia hacer en aquel lugar, se dirigio al unico lugar quien talvez tubiera una idea de como llegar hasta Luka. Detubo el taxi frente a aquella casa y toco el timbre. De inmediato aquella a quien consideraba una enemiga abrio la puerta.

_¡Miku!_ dijo sorprendida.

_quisiera hablar contigo_

claro!_ asintio.

Aquel lugar fue aquella casa que ambos habian compartido Kaito y Meiko, el militar simplemente no pidio ningun cambio y todo permanecio tal y como lo habian dejado.

_Meiko, quiero ir con Luka ¿quisiera saber si hay alguna forma de que pueda reunirme con ella?_

Un silencio invadio aquella casa mientras la mayor analizaba aquella pregunta, el unico ruido lo hacia su pequeña quien jugaba inocentemente en el suelo de aquella casa.

_¿creo que hay una forma, pero tendras que convencerlos a ellos_

_¿a quienes?_ pregunto la joven.

_a los producctores y a tu manager, la unica forma es que propongas un concierto a travez de los campamentos militares_ propuso la mayor.

_eso sera dificil, pero lo intentare_ la menor estaba descidida, pero eso indicaba dejar a las niñas al cuidado de la pareja recien casada.

_gracias, Meiko_ agradecia mientras se ponia de animos.

_no fue nada_ respondio la mayor a medida que se paraba.

De repente algo no estaba bien, la mayor parecia no encontrarse bien, se tomo la cabeza y comenzo a desvanecerse. Inmediatamente la menor la tomo antes de que tocara el suelo.

_¿que ocurre Meiko?_  pregunto Miku preocupada.

_no es nada solo un mareo_ indico la mayor siendo ayudada a sentarse en el sillon.

Te Regalo Una Felicidad Envuelta En InfelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora