La redencion de Uni

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Los cuerpos infectados ardian expulsando un olor fetido sobre la antiguo escondite de los rebeldes.

_no puedo creer que los hayan matado a todos_ indicaba la segundo al mando con una mascara que cubria enteramente su rostro al igual que su superior.

_si, se nota su desesperacion por querer salvarlos de nosotras, patetico. El exterminio masculino es inevitable, pronto sentiran el martillo de las mujeres_ su mirada no se separaba de la hoguera humana donde los enfermos caidos eran incinerados siendo apoyados por los lanzallamas de las salamandras de fuego quienes aceleraban el trabajo.

*****

El tiempo era incierto en aquel lugar nunca se sabe cuantos dias u horas a pasado desde que se habian quedado atras durante el enfrentamiento.

_¿cuanto tiempo ha pasado?_ preguntaba Uni recostada en el suelo.

_no lo se_ respondia SeeU de mala gana en la misma situacion que Uni.

_¿tienes hambre?_ preguntaba Uni irguiendose para revisar su mochila.

_desde que estamos aqui, siempre_

_bueno, solo queda una barra de comida del ejercito_ indicaba extrayendo la ultima porcion de comida.

_¡eso es todo!_ protestaba levantandose.

_lo lamento, pero es todo lo que hay, ya ni agua queda_

_y decir, que desperdicie mucha al curar tu herida_ continuo protestando.

_no te pedi que lo hicieras, pudiste haberme abandonado_

_si, pude haberlo hecho, pero eso me hubiera convertido en tí_

_seguiras diciendo eso, aun despues de haber intentado matarme ¿por que? ¿por que continuas diciendome que soy como ellos?_ cuestionaba la actitud de la enfermera.

_por que si, personas como tu nunca sentiran como es perder a una persona querida_

_eso crees de mi_

_si_

_bueno, te contare algo de mí_ explicaba a la vez que partia la mitad de su ultima porcion, y se la alcanzaba a SeeU.

La misma la tomo con desconfianza y en silencio, llevandosela rapidamente a la boca.

_veras, durante la guerra era otra persona, se que suena tonto pero no solia ser seria, solo era yo misma una chica despreocupada y en ciertos casos algo molesta, hasta que perdi a la persona que mas admiraba. O eso era lo que creia antes de que ella apareciera nuevamente, ahora ya no se quien soy, perdi mi optimismo y mi identidad, pero durante esos años jamas deje el ejercito solo me dedique a continuar una vida que no era para mí, no tengo padres ni hermanos solo me tenia a mi misma, ahora ya no se que tengo_

Silencio es lo unico que obtubo, la emfermera despues de aquellas palabras, estaba pensativa con los problemas personales de la pelirosa la cual hizo sentir mas empatia por ella.

_entoces la guerra te ha cambiado, pense que eras el mismo monstruo de siempre_

_¿y a ti que te paso?, por que odias tanto a los soldados de este pais_

_ellos mataron a mi familia_ inmediatamente la joven se puso sentimental _era un martes por la tarde y como ya era un abito en mí, despues de mi trabajo en el hospital, regresaba a casa a atender a mi padre de 54 años y hermano de 12 años quienes habian estado sintiendose enfermos a causa del virus M, la verdad es que nunca quise enviarlos a un centro de aislamiento donde seguro no los tratarian como yo lo estaba haciendo, en mi casa podia tratarlos hasta talvez curarlos. Pero ese martes los militares habian imrrumpido en mi casa y tras haber confirmado que mi familia estaba infectada, con la ultima etapa de la enfermedad me habian dicho que ellos no tenian salvacion, no queria aceptarlo no queria que se los llevaran, pero en lugar de llevarselos la oficial a cargo saco su arma y les disparo a los dos frente a mis ojos, grite y maldeci pero solo recibi un golpe en mi nuca que me dejo inconciente, cuando desperte me encontraba en una prision politica. estube en ese infierno 2 meses antes de que Diva y su grupo atacaran la prision, fue ahi donde me uni a las rebeldes_

Te Regalo Una Felicidad Envuelta En InfelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora