Te Regalo Una Felicidad Envuelta En Infelicidad

Continuando adelante

Las botas golpeaban el suelo con un fuerte sonido que retumbaba en la zona indicando la marcha matutina a las 5 de la mañana donde el frio y las lluvias hacian intolerables las marchas matutinas de las primeras horas de la jornada militar a los que muchos reclutas aun no se habian acostumbrado, sonolientos y cansados marcaban el paso con firmeza por el temor de ser reprendidos y sansionados por los oficiales superiores.

_¡compañia alto!_ sono la voz de un capitan Kaito.

Inmediatamente las ordenes fueron cumplidas de forma presisa y con una sincronizacion perfecta se detubieron firmes esperando las siguientes ordenes.

_¡compañia ennumerarse!_ fue la siguiente orden del comandante.

Sucesivamente los subordinados del capitan se ennumeraron gritando el numero correspondido mientras dirijian rapidamente la cabeza para llamar la atencion del camarada de su lado y asi continuar con la ennumeracion.

_320 soldados ennumerados mi capitan_ grito el ultimo recluta de la formacion.

Las formaciones de cada mañana parecian largas los oficiales a cargo de los reclutas se presentaban ante el oficial de alto rango para notificar su reporte añadiendo el numero total de soldados en la formacion y a otros que se encontraban ausentes debido a diversas tareas que implicaba acatar en la vida militar.

Concluida la formacion y los reportes se da inicio con la iza de la bandera con el tipico saludo militar, acabada la ceremonia, rompiendo filas el personal se dirigio al comedor donde formados en fila esperaban a recibir el desayuno matutino.

No se hacian esperar ciertas miradas curiosas departe de los camaradas de Luka, ella debia soportarlas pues ya estaba acostumbrada y habia dejado en claro que se habia unido para defender y no para generar una polemica. Horas mas tarde los entrenamientos estarian freneticos no muchos llegaban a completar la carrera de obstaculos, pero era parte del entrenamiento que lograria salvarles la vida bajo circunstacias tan hostiles que implica estar en una guerra sin sentido.

_¡vamos que esperan! La guerra no perdona a los que no se adaptan a ella_ firmes palabras de un instructor que se preocupaba por sus subordinados y que estos sobrivivieran en los primeros asaltos enemigos.

_¡si capitan!_ gritaban los soldados mientras corrian a traves de cada obstaculo.

Kaito miraba con atencion a Luka quien iva a la cabeza del grupo liderando la carrera y detras ella sus camaradas de escuadra.

El aun no comprendia la desicion tan repentina de la pelirosa, pero tampoco podia preguntarle directamente, ademas sus labores como instructor lo restringian y no se daba alguna oportunidad de hablar con Luka.

_¡capitan Kaito!_ fue interrumpido por un sargento. Kaito se dirigio inmediatamente a él y pregunto.

_¿que sucede sargento?_

_acaban de otorgarle la licencia que solicito para bajar a la ciudad_

_gracias sargento_

Agradecio la informacion y el sargento se retiro en el vehiculo en el que habia venido.

_¡compañia alto!_ grito el instructor.

La compañia al completo se detubo e inmediatamente corrieron a la formacion que normalmente hacian todo el tiempo cuando un oficial tenia que declarar ciertas ordenes.

_descansen por hoy dirijanse a las duchas y luego a las barracas_

_¡si capitan!_ un coro de soldados entrenados resono por las llanuras artficiales creadas para simular un ambiente hostil donde los reclutas entrenaban vigorozamente.