Madre e hijas

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_Luki se escuchas este mensaje te pido que vayas a Japon, estamos evacuando las embajadas en toda america. Si oyes este mensaje. Por favor amigo "cuidate"_

Un gran explosion sacudio el edificio mientras Gakupo proyectaba su mensaje.

_embajador debemos salir de aqui, los norteamericanos acabaron de pasar las primeras lineas de seguridad del edificio_ grito un hombre con traje y una pequeña arma en las manos inrrumpiendo en la oficina del embajador.

_¿ya evacuaron los demas?_ pregunto presipitadamente.

_¡solo falta usted! Demonos prisa embajador_

Este tomo su portafolios escoltado por aquel hombre, caminaron presurosos hacia los pasillos. Aquel hombre que vestia un traje oscuro y unas gafas caminaba atento apuntando con su arma hacia abajo y en ocasiones apuntando al frente cada vez que giraban por un tramo sospechoso.

_aqui Rous estamos cerca estoy escoltando al embajador, llegaremos en 6 minutos_ dijo aquel hombre tocando un boton en su oido que transmitia el mensaje.

Recorrian aquel pasillo con los sentidos bien presentes. De pronto el escolta se detubo subitamente antes de llegar a aquella esquina del pasillo, un fuerte ruido proveniente de aquel lugar, fuertes estallidos en pequeñas rafagas comenzaron a pasar en frente de ellos, eran disparos pero estaban acompañadas de unas pisadas mecanicas como si aquello por delante fuera un robot de un tamaño considerable caminando por los pasillos.

_¡tomemos otra ruta!_ levanto su voz.

Ambos dieron media vuelta cuando observaron que el guardian, un robot cuya funcion era la de resguardar al edificio, retrocedia bruscamente acompañado de multiples proyectiles que rebotaban de su armazon metalico.

Agachados y cubriendose de las balas que rebotaban ambos retrocedian presipitosamente. Antes que pudieran ponerse salvo la maquina explosiono en pedasos acompañado de una onda capaz de hacer volar a dos personas a menos de tres metros. Los dos salieron disparados al frente.

Gakupo estaba atontado y sus oidos sumbaban continuamente, aquellos sonidos abrumadores del metal golpeando las paredes y el cuerpo en llamas de la maquina parecian ser remplazados por aquel sonido agudo y tintineante.

_¡vamos! Tenemos que.... tomar la otra ruta_ grito aquel hombre.

Levanto al embajador quien parecia tocer secamente por el humos de los humeantes restos. Aquel hombre quien parecia no estar afectado por la nefasta onda expansiva caminaba firmente sin rasguño alguno, pero Gakupo por su parte caminaba debilmente como si aquella explosion hubiera acabado con sus ultimas fuerzas.

A medida que se alejaban del humente cadaver metalico los responsables comenzaron a disparar inmediatamente pero ambos ya habian conseguido dar la vuelta antes de que aquellas balas perforaran sus cuerpos.

_¡espera!_ grito Gakupo

El escolta hizo caso y se detubo. Pegado muy cerca de la pared Gakupo golpeo el muro y de él un tablero digital emergio oculto de entre sus entrañas. Ingresando una serie de numeros presiono aceptar y continuaron su camino.

Esta vez la pared cercana se abrio y dio paso a otra maquina similar a la anterior y otra y asi sucecivamente hasta completar tres de ellos. Estos conseguirian frenar a los invasores y reanudaron los disparos. Pedasos de metal contra rafagas criogenicas infestaban el pasillo con su insesante ruido estremecedor.

Ambos lograron llegar y aquel aeródromo escoltado por un par de androides armados, mientras que en la entrada un hombre parecia esperarlos, haciendo ademanes con la mano para que apresuraron el paso.

Te Regalo Una Felicidad Envuelta En InfelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora