El sonido de las campanas

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Otro dia parecia al igual que otros pero para Meiko este dia era muy diferente, por fin y despues de mucho tiempo veria a su esposo, al igual que muchas personas quienes esperaban aglomeradas en uno de los puntos de acceso.

Meiko se asomo sobre el carrito en la que descansaba su pequeña para ver como estaba.

_papá pronto estara aqui, asi que recibamoslo como se merece_ le susurro algunas palabras a la pequeña quien tambien parecia estar feliz al igual que su madre.

_¡ahi vienen!_ grito uno de los que esperaban.

Inmediatamente Meiko alzo la vista al cielo para cersoriarse de que fuera ciertas aquellas palabras. No muy lejos y rapidamente aquel enorme tubo de cristal un ascensor en todos los sentidos, bajaban aquellos cuyos permisos de descender habian sido concedidos, y entre ellos un peliazul esperaba pacientemente un feliz encuentro.

Entre sus pertenencias saco una foto, la misma que le fue otorgada por su esposa a travez de Luka, la miro fijamente y una sonrisa de felicidad se formo en su rostro reflejando su anciado encuentro familiar. Tan pronto como entro al ascensor ahora salia del mismo en medio de un recibimiento tumultoso de aquellos que esperaban impacientes a sus familiares.

Meiko busco con la vista a su querido esposo quien seguro se veria muy diferente a cuando partio en la primera batalla. Pero como no reconocerlo si ella compartio gran parte de su vida con el, de pronto noto aquella figura esbelta que esperaba, su uniforme de militar lo delataba y esa postura tan firme le recordaba a su esposo. "Tenia que ser él" se dijo a si misma, mientras aquella figura esperaba de espaldas y parecia buscar a alguien. Meiko se acerco rapidamente, antes de que el pudiera desaparecer entre el torbellino de personas.

_¡Kaito!_ grito con todas sus fuerzas.

La figura en si dio la vuelta y se encontro con lo que mas anciaba "su familia" ambos quedaron estaticos observandose lo irreconocibles que estaban el tiempo habia hecho su trabajo ahora les tocaba a ellos recuperar en una semana el tiempo perdido el cual seria el tiempo que el peliazul estaria con su familia. Ambos deseosos de sentirse se aproximaron lentamente y sucecivamente aumentando la velocidad, Meiko salto a sus brazos dejando de lado y por breves momentos a la pequeña dentro de su carrito.

_¡kaito, no sabes cuanto te he extrañado!_ sono muy feliz aferrandose a su esposo.

No pudo contener su felicidad y comenzo a llorar en los brazos de su esposo.

_yo tambien mi amor_ respondio el mismo separandose de su mujer para brindarle un beso de bienvenida _¿como esta mi princesita?_ pregunto.

Separandose de su esposa se dirijio a su hija y esta le brindo una amistosa sonrisa, como si aquel hombre que tenia en frente nunca se hubiera ido de su lado, la levanto para abrazarla como un niño abrazara a su juguete favorito, esta vez Kaito fue quien se mostro mas sentimental llorando de felicidad al sostener a su preciada hija y junto a ella se dirijio a su esposa en un nuevo abrazo la familia demostraba afecto entre si mientras la pequeña parecia disfrutar del momento en medio de sus padres.

                        *****

El dia habia llegado, las campanas sonaban en lo alto de la iglesia indicando una boda en progreso.

_señorita IA promete respetar cuidar y amar a su esposa de aqui en adelante hasta que la muerte los separe_

_si acepto_

_y usted señorita Gumi promete respetar y ser fiel a su prometida hasta que la muerte los separe_

_acepto_

Te Regalo Una Felicidad Envuelta En InfelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora