Capitulo 6- Una nueva visita.

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27 de octubre del 2005 - 1 pm

Sanatorio Berville.

Las manos le sudaban, y los pies se sentían pesados con cada paso, el chico que recorría el pasillo de entrada del psiquiátrico, sentía ese malestar recorriéndole el cuerpo, pudo vomitar en ese mismo momento, pero el ser valiente y demostrar que podía, era más importante.

-Pase por aquí-lo guió un guardia abriendo una reja que daba a un largo pasillo de piso blanco.

Cada paso que daba podía escucharlo con claridad y su corazón, latiendo de la forma en que lo hacía, de seguro se podía escuchar también.

Pasó por varias celdas de seguridad, veía a personas balanceándose o gritándole a la pared, pero el no iba por ninguno de ellos.

Pararon frente a la última celda, antes del pasillo a las duchas, y entonces la pudo ver.

No podía decir que había olvidado cómo se veía, por que recordaba cada maldito detalle de su existencia.

-Hablare con ella desde afuera-anunció al guardia antes de que este abriera la celda donde ella se encontraba.

-Bien, estaré en la salida de las celdas-dijo el guardia caminando por donde habían llegado.

El chico lo vio alejarse, y cuando lo perdió de vista, decidió voltear y afrontar todo.

Dio un sobresalto cuando ella estaba recargada en la reja viéndolo tan de cerca, con esa sonrisa diabólica y juguetona de siempre.

-Pero miren quien volvió, me extrañaste-dijo riendo al ver cómo se tensaba el sujeto frente a ella.

-Eres una psicótica, mereces estar encerrada-contesto algo nervioso

-Tu corazón logra escucharse hasta acá, ¿lo escuchas?-pregunto y sacó una mano por la reja -Bum bum bum bum- abría y cerraba la mano indicándole cada latido que lograba escuchar, poniendo más nervioso al pobre chico.

-Basta Molly-gritó desesperado

-Así que sigues asustado, sabes tú deberías estar en este lugar junto conmigo, no eh podido verte en tanto tiempo, me deprime realmente

Ella hace un puchero, fingiendo inocencia ante el, pero es obvio para el y para ella, que eso es falso.

-No tengo ninguno, jamás tendré, aprendí muy bien de mis experiencias contigo

Molly rodo los ojos y se dio la vuelta sentándose en su cama.

-¿A que viniste?, a pasado tiempo y jamás recibí una visita interesante, no desde que apoye al oficial de policía con la muerte de tu noviecita Regina-dijo riendo, tan alto que lograba penetrar los oídos y llenar el lugar donde el silencio parecía reinar.

-No te burles de ella Molly-pronunció molesto

-Ups perdón, el luto supongo

-Sigues igual-menciona moviendo sus manos de forma frenética

-Esperabas algo diferente, asimílalo, ella no está, se fue, esa chica dulce que alguna vez amaste murió, y no pudiste hacer nada para evitarlo

Ese tono serpenteante que recordaba, le torturaba el oído y lo hacía cuestionarse ciertas cosas.

-Creo que debo irme

-Tan pronto-dijo haciendo un puchero nuevamente-Pero si apenas empiezo a decir lo divertido

-Jamás debí venir

El caso Molly William'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora