Tú y Yo

8

La chica, estaba sorprendida al relato del rubio. Su mirada de sorpresa causaba un poco gracioso a Joochan.

-¿Vas a decirme algo?.

-Dije que eras un idiota -Comento ella, Joochan asintió- Me equivoqué, eres un completo imbécil.

-¡Hey! No todos podemos decir libremente quién te gusta realmente.

-¿Y Bomin te gustaba?.

-No lo sé.

-Entonces....

-Te lo había dicho, me gustaban los dos. Eran tan difetentes, Donghyun es como la primavera, y Bomin es como el otoño.

-¿Y tú? Eres invierno.

-Prefiero verano.

-Como sea -Ella rodeo los ojos sacando la llave- Entremos, cuéntame todo mientras guardamos la comida.

-Preparemos te.

-De acuerdo.

Mientras ellos entraban, Joochan seguía contándole que sucedió en ese entonces.

[Flashback].

No sabían como, pero habían terminado en una posición bastante incómoda. Joochan tenía acorralado a Bomin contra una pared. No había miradas enamoradas, sino de molestia.

-Ya sueltame, Joochan.

-No quiero.

-Ve a casa.

-¿Piensas que iré con mis padres? No soy estúpido.

-No lo parece.

-Realmente no quiero que vayas a esa cita.

-Joochan.

Antes de que Bomin pueda seguir diciendo algo, golpearon la puerta. Los dos se separon rápidamente, Choi volvió a su lugar y Joochan se sentó en la mesa como si no le importará nada más.

-Pase -Grito Bomin con su respiración relajada.

La puerta se abría lentamente dejando ver a Jisung un poco nervioso. Bomin entendía ese sentimiento, por eso le sonrió con confianza haciendo que Joochan pusiera los ojos en blanco.

-Lo siento si interrumpi.

-No te preocupes Jisung, no interrumpiste nada -Bomin le sonrió.

-Quería.... Saber si nosotros saldríamos.

-Claro, espérame que guardo todo esto. Lo terminaré en casa.

-Puedo ayudarlo si gusta, hyung.

-No, no te preocupes por este papeleo.

Bomim organizaba los papeles y los puso en un foleo, así no se arrugan, metiéndolo en su mochila. Terminaría eso en casa, aunque no pudiera dormir. Joochan por otro lado, veía de arriba abajo a aquel chico. Sintiendo un poco de celos por su aspecto.

-Joochan, debes irte a casa.

-Iré a la tuya y lo sabes -Comentó serio el rubio.

-Bueno. Avisa a mi madre que llegaré tarde.

-Le avisaré.

-Podemos irnos, Jisung.

Bomin tomo sus cosas, acercándose al menor quién parecía nervioso. Tomo su mano para darle un poco de seguridad, el también estaba nervioso pero no podía demostrarlo. Uno de los dos tenía que ser valiente.