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Joochan esperaba que ella dijera algo. A veces se avergonzaba al tener que decir ciertas cosas, sobre todo cuando era romántico con Donghyun. No es que le de vergüenza hacerlo, solo que... hacerlo y decirlo son una cosa diferente.

-Yo....

-Eres rídiculamente cursi, Joochan, no puedo creer que seamos familia. Ni yo soy de esa forma.

-Tú eres igual que yo, solo que tú no quieres mostrarlo frente a los demás. Te gusta cuando solo están ustedes dos sin ojos curioseando lo que hacen ustedes -Corrigió Joochan, la conocía bien.

-Como sea, tú solo sigue, esto se está poniendo interesante.

-Al principio querías matarme.

-Al principio fuiste un idiota.

-Noona!.

-Lo siento, pero tú lo dijiste, ¿Cierto? Tú y yo, somos iguales. Supongo que también me hubiera comportado así.

-Ser idiota viene de familia.

-Lo sé, ahora continúa.

Joochan dio una leve sonrisa, sabía que no ella no podía enojarse con él. Incluso si lo intentara.

[En ese tiempo].

Los días pasaban rápidamente, los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses en un abrir y cerrar de ojos. La pareja desbordaba amor por donde sea que caminaran, la mayoría sentía envidia de ellos.

Cada vez que Joochan tenía un mal día, Donghyun se encargaba de estar a su lado animándolo y cada vez que Donghyun se encontraba cansado, frustrado, triste y molesto Joochan se encargaba de hacerlo reír hasta que todos aquellas emociones abandonaran a su novio.

Pero esta vez, Joochan no sabía que era lo que tanto molestaba, frustraba, o ponía cansado y triste a su novio. Trato de hacerlo reír, decir chistes horribles de los cuales la gente se reía por pena y nada más. Pero ni eso mismo funcionó.

Los dos se quedaron solos en el salón de clases, Donghyun solo miraba a la pizarra que tenían en frente mientras Joochan con su codo apoyado en el escritorio y cachete sobre la palma de su mano miraba al mayor.

-Donghyunnie, ¿Qué es lo que sucede? -Preguntó Joochan, estaba muy preocupado por la actitud extraña de su adorable novio.

-Nada -Respondió seco Donghyun, no quería hablar con nadie ahora menos con Joochan.

-Pero Donghyunnie, yo, quiero ayudarte. No quiero que cargues con las cosas solo.

Joochan se encontraba realmente preocupado, ama ver al mayor sonriendo al mundo. Era como una hermosa estrella brillante, una la cuál no quería que dejara de brillar.

-Donghyunnie.

-¡Detente! -Grito Donghyun- Detente, en serio detente.

-Donghyun.

-Quiero estar solo, solo déjame solo por hoy.

Donghyun tomo sus cosas molesto, se levantó y salió del salón. Joochan no entendía que estaba mal, su relación con Donghyun estaba de maravilla pero ahora.... ahora pareciera que todo estaba quebrándose. Aunque.... solo por un grito no significaba que estuvieran a punto de terminar.

Se levantó confundido, salió del salón para ver si Donghyun se encontraba merodeando al rededor, pero no, decidió que era mejor buscarlo. Camino por los alrededores buscando al mayor, pregunto a los chicos que se encontraban por ahí si lo vieron pero no.

-Solo puede estar en una parte -Dijo en voz alta Joochan.

Sin que ninguno supervisor lo viera corrió hacia el único lugar donde imaginaría que estaría. Cansado de correr se detuvo en la puerta del salón, tratando de recuperar su respiración entró encontrándolo bailando perfectamente como siempre.

Se quedo viéndolo bailar, siempre se asombraba parecía que con cada día que pasaba el mayor aprendía nuevos pasos impresionantes. Nunca se aburriría de verlo bailar, es uno de los mejores en la escuela y todos los sabían, había sido reconocido como bailarín.

Cuando el mayor dejo de bailar aplaudió por el maravilloso espectáculo que le había ofrecido sin saberlo, se encontraba orgulloso de él.

-Joochan.

-Donghyunnie, como siempre bailas hermoso.

-Joochan, vete.

-¿Qué sucede? Puedo ayudarte.

-No puedes hacerlo.

-¿Cómo lo sabes? No me dejas intentarlo.

-Joochan -Donghyun suspiro- Va a ver un competencia pronto, donde representaremos a la escuela y me dieron una gran solo porque confían en mí pero.... a veces no puedo hacerlo bien. Me confundo en ciertas partes, siento la presión por todo mi cuerpo y siento que si no ganamos el concurso será por mi culpa, por haber fracasado olímpicamente.

De a poco, en cuestión de segundos, las lágrimas descendían de los ojos de su pareja. Estaba con mucha presión, se acercó y lo abrazó con fuerza dejando que llorara en su hombro. Palmeaba su espalda, tratando de demostrarle que podía llorar, que no se guardará sus lágrimas.

-Donghyunnie -Joochan lo llamó por su apodo cariñoso- Estarás bien, tú lo harás genial. Eres uno de los mejores bailarines de esta generación y créeme que cuando llegué el día de la presentación lo harás increíble, lo presiento. No puedes rendirte, es duro, lo sé pero lucharás contra eso y vencerás, ¿Lo entiendes? -Joochan beso su cabeza, su cabello olía a coco y aquello le encantaba- Estaré apoyándote, verás que lo harás bien, no pierdas esperanzas, recuerda que vienes de una familia de grandiosos bailarines. SI tienes problemas con esos pasos hablemos con el tío Dongwoo, el estaría dispuesto a ayudarte en lo que sea. Es tu madre también.

Aquellas palabras lo hicieron llorar más fuerte, Joochan lo abrazó un poco más fuerte.

-G-gracias Joochan -Agradeció Donghyun entre lágrimas- Y lo siento por haberte gritado.

-Oh, no te preocupes. Esta bien -Joochan se apartó- ¿Estás cansado? Podemos ir a comer un helado.

-Un helado estaría bien.

-Finalizando las clases iremos a comer un rico y gigantesco helado.

-¿Lo prometes?.

-Lo prometo.

Como si los roles cambiaran, Donghyun con una expresión tierna abulto sus labios formando un lindo puchero irresistible ante los ojos de Joochan, quién lleno de repetidos besos las mejillas regordetas y suaves del mayor.

[Al termino de clases].

Como lo prometió, Joochan y Donghyun fueron a comer un helado.

-¿Te gusta? -Preguntó Joochan viendo a su novio a los ojos.

-Me gusta -Respondió con una tierna sonrisa Donghyun- Gracias.

-No, no agradezcas, es algo que tengo que hacer -Joochan beso la punta de la nariz del mayor.

-Helado -Tembló un poco Donghyun.

Las nuevas expresiones de Donghyun hipnotizaban por completo al rubio, su relación no podía ser mejor.

Tú y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora