Tú y Yo

23

El lugar se volvió muy silencio, hasta que ella se tiro al suelo e hizo un berrinche tal como los niños pequeños. Joochan la miraba sorprendido, como si ella nunca había echo algo parecido en su vida.

-¿Estás bien? -Preguntó Joochan sorprendido.

-¡¡Te parezco que estoy bien?! -Respondió ella entre grito.

-Parece que estás bien loca.

-¡Joochan!.

-Oh, lo siento.

-¿Cuanto tiempo más se van a tardar nuestros padres?.

-Cuando dejen discutir incluso de una mosca.

-JA JA JA, muy gracioso Joochan.

-Lo sé, podría ser comediante.

-Lo que tu digas.

-Hey~ no te molestes, solo bromeo.

-También bromeo cuando te digo que quiero matar.

Ella le regaló una sonrisa molesta, Joochan decidió que si quería seguir viviendo se apartara por unos segundos.

-Creo que es mejor que siga contando lo que sucedió.

-Es la mejor decisión que has tomado en décadas.

 [En aquel tiempo].

Los menores siguieron en silencio, escuchado el viento golpear la ventana del menor.

-Se esta haciendo tarde -Comentó Bomin viendo el atardecer a través de la ventana- Deberías volver a casa.

-No quiero volver a casa.

-Joochan.

-Te ayudaré con tus tareas.

Joochan no espero una respuesta, y busco la mochila del menor en el armario que se encontraba ahí. Lo abrió encontrando la ropa del menor, unas cuantas cosas más, juegos de mesa para que no se aburriera, una computadora portátil y la mochila.

La sacó y se sentó en la silla incómoda y como pudo empezó a completar la tarea del menor. En la habitación solo se podía escuchar las voces provenientes de la televisión.

-Joochan.... sufro anorexia-Confesó Bomin viendo la tele- Por eso estoy aquí.

Joochan dejó de escribir. Se quedo quieto, como si se moviera algo terrible podría pasar, detuvo su respiración por un momento sintiendo la mirada de Bomin en él.

-¿Es mi por mi culpa? -Preguntó Joochan temiendo la respuesta.

-No -Respondió Bomin- Esto no es tu culpa.

-Realmente te lastime tanto.

-No, Joochan, esta bien. Estoy recuperándome rápido.

-Por eso me odia Dabin.

-Puede ser -Bomin recordó lo enojada que estaba Dabin.

-¿Me odias?.

-Nunca podría odiarte, Joochan, eso lo sabemos.

-¿Crees qué puedas perdonarme por ser tan idiota?.

-Puedo.

Bomin volvió a sonreír, Joochan vio su sonrisa, no estaba cargada de mentiras como antes, como la última vez que lo vio en la escuela y eso había sido hace bastante tiempo. Joochan pudo sentirse mejor consigo mismo, hablaron de pequeñeces y cuando menos se dio cuenta el pelinegro estaba durmiendo.