Cuando duermes de más

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- Violet, despierta - escucho a voz de Nathan llamándome, pero no estoy segura de querer despertar

- un poco mas - digo sin abrir los ojos

Puedo escuchar una leve risa. Después siento como alguien retira el cabello de mi rostro.

- llevas mucho tiempo durmiendo, necesito que comas algo.

- no tengo hambre  - respondo - quiero dormir

- de acuerdo, descansa - lo escucho decir antes de volver a dormirme

Cuando vuelvo a abrir los ojos me siento totalmente confundida y desorientada, me encuentro en una habitación desconocida y sobre una cama que no reconozco, es claro que no estoy en el avión, por las cosas que me rodean también es claro que no estoy en un hotel.

a un lado de mi se encuentra un buro y una pequeña lampara, junto a la lampara esta un libro y unas gafas, el libro es mio y las gafas podría jurar que son de Nathan, justo frente a la ventana esta una silla donde se encuentra el saco que Nathan llevaba en el avión.

- Antes de irte pudiste haberme despertado. - digo mientras me siento sobre la cama, rasco mi cabeza y cierro los ojos intentando recordar como llegue aquí. 

- aunque lo intentara, no creo que lo hubiera logrado.

Abro los ojos de golpe en cuanto escucho aquello,  la voz es de una mujer que no conozco. Frente a mi esta una mujer anciana sentada en un sofá sonriéndome.


- así que tu eres Violet - dice ella con voz amable.

- ¿y usted es...? - pregunto sin moverme de la cama, quizás si grito alguien venga a ayudarme, aunque según las películas que he visto eso no funciona

-Agata, Agata Benet  -dice sin moverse un poco de su asiento. yo me quedo ahi, procesando que la mujer frente a mi es la abuela de Nathan.

- es un placer señora - digo levantándome lo mas rapido posible, mientras le extiendo la mano - creí que estaba en el hospital

-Toda mi familia también lo cree - dice sonriendo - solo así logro que vengan, quizas tu estarias con ellos si no durmieras como un tronco. 

Siento como los colores suben a mi rostro.

- lo siento yo... no he tenido una buena semana

- lo se querida - dice mientras comienza a levantarse - ¿Tienes hambre?

- no... yo no...

Pero antes de que diga otra cosa mi estomago comienza a gruñir sonoramente, esto no esta saliendo muy bien.

- quizás si tengo un poco de hambre - digo intentando sonreír.

- ¿Sabes cocinar?

- un poco - respondo aun avergonzada.

-¿Te importaría ayudarme con la cena?- mientras lo dice comienza a ponerse de pie.

- claro que no - digo al instante.

- perfecto - dice mientras se agarra de mi brazo y salimos de la habitación - me ayudaras a preparar la cena para todos y mientras cocinamos, quizás descubra si lo tuyo con mi nieto es real o solo otra farsa suya.


Yo no digo nada, al parecer la abuela de Nathan sera mas difícil de convencer que todos los demás.

500 dias diciendo: Te amo TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora