Cuando tienes insomnio

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Las siguientes horas me la paso encerrada en mi habitación, sin poder dormir, es obvio después de haber dormido todo el viaje en avión y quien sabe cuantas horas mas que no tenga nada de sueño.

Lo primero que hago cuando llego a mi habitación es llamar a Elena, hablo con ella pregunto por Rob, Alba y Emma y después me paso los siguientes minutos mirando como  duerme Emma, después de eso me recuesto en la cama, mirando el techo con la esperanza de conciliar el sueño pero eso no sucede.

Cuando no puedo soportarlo mas decido que lo mejor sera salir de la habitación y recorrer la casa.  Fuera de la habitación me percato de que todo se encuentra en silencio y sumido en penumbras. Camino por los pasillos hasta llegar a una habitación que parece ser una biblioteca enorme donde encuentro un montón de libros que llaman enseguida mi atención. Los siguientes minutos los paso ahí mirando un libro y otro sin decidirme a leer solo uno. 

Después de un rato comienzo a estornudar, creo que salir a explorar con solo mi pijama no fue la mejor opción, Cuando vuelvo a estornudar decido que lo mejor es regresar a mi habitación, Estoy a punto de subir las escaleras cuando un cuadro en la pared llama mi atención. Camino lentamente hasta estar frente al enorme retrato de la familia de Nathan.

En el retrato se encuentra una Constanza mucho mas joven y bella junto a un Edward de facciones mas amables y alegre, a sus espadas se encuentran tres jóvenes. Nathan esta justo en el medio, sonriendo de forma coqueta, a su derecha Mia aun conserva las facciones de una joven que hace poco ha dejado la pubertad atrás, a la izquierda de Nathan se encuentra un joven al que nunca he visto, sus ojos son idénticos a los de Constanza, amables y tranquilos, la media sonrisa me trasmite un calma que no logro comprender y por alguna extraña razón siento que ya lo he visto en algún lugar. 


Sin darme cuenta lentamente me acerco mas y mas a aquel retrato y a la cara de aquel chico.

- si hubieran hablado es seguro que te hubieras enamorado de él.

Cuando escucho esas palabras doy media vuelta y me encuentro con Nathan parado a mis espaldas.

- ¿el es Andrew?  - pregunto volviendo la mirada al chico en el retrato.

- lo es - me responde Nathan mientras se acerca a mi.

- es muy apuesto - confieso mientras continuo mirándolo.

- Todo el mundo decía que el apuesto era yo. Andrew era el inteligente, amable y confiable - cuando dice eso se coloca a mi lado y sin dejar de mirar el retrato pregunta - ¿No puedes dormir?

Sonrió levemente mientras mantengo la mirada al frente.

- Dormí bastante en el vuelo y ademas de eso...

- extrañas a Emma

- extraño a Emma

Decimos los dos al unisono, yo lo miro un momento mientras vuelvo a sonreír.

- ¿En que momento comenzaste a conocerme tan bien?  - le pregunto mientras lo miro con detenimiento.

- Ese es un secreto que tal vez te cuente algún día  - responde él mientras se acerca lentamente a mi y toma mi mano.

- ¿que haces? - pregunto mientras miro nuestras manos.

- todos están dormidos - dice con esa media sonrisa seductora

- ¿y? - pregunto mientras se acerca un poco mas

- que en esta ocasión nadie te podrá salvar.

Acaricia mi rostro, me toma por la cintura, lentamente me atrae hasta el y finalmente me besa.

Al principio fue suave y dulce, podía sentir su mano acariciando mi mejilla, lentamente su mano comenzó a recorrer mi espalda, provocando un escalofrió de satisfacción en todo mi ser. Beso mis labios, mi cuello, mientras yo disfrutaba de cada rose de sus labios sobre mi piel. 

- Violet - susurro mientras sus labios rozaban mi cuello.

- no te detengas - susurre mientras hundía mis manos en su cabello.

Me miro por un momento y en sus ojos solo pude encontrar deseo, el mismo deseo que recorría mi cuerpo en aquel momento.

Cuando nuestros labios se encontraron una vez mas el beso fue completamente diferente. Mas  profundo, mas intenso incluso un poco desesperado, nuestras respiraciones comenzaron a acelerarse  mi mente se nublaba mientras todo desaparecía de este mundo y solo quedamos él y yo.

De pronto un estruendo nos tomo por sorpresa, sorprendida me separe de él mientras albos buscábamos el origen de aquel estruendo.

Frente a nosotros se encontraba Mía  quien aun parecía media dormida. Al comprender lo que estaba sucediendo una enorme sonrisa se dibujo en su rostro.

- buenos días - dijo sonriendo de oreja a oreja. - ¿Durmieron bien?

- Mi mañana hubiera sido perfecta si tu no hubieras aparecido - respondió Nathan mientras tocaba su cabello  

- si, bueno.... tenia sed - respondió ella mientras se agachaba y tomaba los trozos de un vaso roto.

- ¡¡¿que es todo ese ruido?!! - dijo de pronto la voz de Agata desde lo alto de la escalera - ¿Eres tu Nathan?

- y aquí es cuando yo salgo huyendo - Dice de pronto Nathan mientras comienza a alejarse  de mi

- pero...

- por cierto casi lo olvido - dice de pronto mientras vuelve a donde me encuentro yo - traje esto para que no te resfriaras

Y diciendo esto deja caer una manta sobre mis hombros.

- La biblioteca de la abuela es fría en esta época.

- ¿cuanto tiempo llevas mirándome? - pregunto mientras me cubro con la manta.

- mucho mas del que tu crees Violet.

Y tras decir eso y sonreírme, Nathan se aleja de mi.


Bueno y después de una merecidas vacaciones decembrinas estamos de vuelta con toda la actitud. espero que les guste el capitulo y nos vemos en unos pocos días con otro capitulo de nuestra hermosa pareja.

PD: espero que le capitulo compense los días que no publique.

500 dias diciendo: Te amo TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora