Cuando falta aquella chispa.

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Resulta que Aaron es un chico excelente, estudia arquitectura, apoya obras benéficas y adora a las mascotas y por si fuera poco decidió aprender a tocar el piano para complacer a su abuela enferma   

- que te puedo decir, adoro la música - me dice al final tras contarme todo eso.

- tocas bastante bien - le digo después de que ha terminado de contarme como termino tomando una segunda carrera.

- empece a tocar en ese café para quitarme el miedo escénico, pero no lo logre.

- ¿porque?

- pro que siempre que tocaba tu estabas ahí y cada vez que te veo me ponía completamente nervioso.

Mientras lo dice aparta la mirada, yo me siento alagada y conmovida, por el gesto.

- tu interpretación era hermosa y por eso comencé a ir cada viernes a ese café, para escucharte y para verte.

Me ruborizo al hacer esa declaración y me ruborizo aun mas cuando la mano de Aaron toma la mía.

- deseaba invitarte a salir desde hace mucho y cuando tome el valor suficiente, te vi con ese chico.

En cuanto dice aquello el rostro de Nathan aparece en mi mente, quizás si no hubiera aceptado ayudarle Aaron y yo hubiéramos salido desde hace mucho.

- ¿Están saliendo? - me pregunta de pronto él

- ¿que? no, no eso... - como explicarlo sin que parezca extraño - solo fue un servicio a la comunidad, el no quería estar solo y yo... no tenia nada mejor que hacer.

- es que hoy cuando llegue... él estaba...

- sabes... podemos cambiar de tema, no quiero... - no quiero pensar en el, no quiero recordar sus palabras hirientes, no quiero recordar cuanto le quiero - yo... no quiero hablar de el.

Aaron sonríe mientras entrelaza su mano conmigo.

- tienes razón, esta noche es para nosotros.

Después de una hermosa velada, Aaron me lleva hasta el departamento de Anna, caminamos lentamente los 6 pisos y al llegar siento que alguien me observa, pero intento no darle importancia.

- me divertí mucho - digo mientras llegamos a la puerta del departamento

- yo también me divertí - responde Aaron mirando nuestras manos - no puedo creer que perdí tantas oportunidades para invitarte a salir.

- yo no puedo creer que quisieras salir conmigo.

- no se por que alguien en su sano juicio no querría salir contigo - dice él mientras sonríe y acaricia mi rostro

Yo cierro los ojos mientras siento como los labios de Aaron tocan los míos.

El beso es bueno, él es gentil y delicado, dulce y amable, pero le falta algo, aquella sensación desesperada y que me deja mareada, eso que hace que mi corazón se agite y me deje pidiendo mas, no quiero aceptarlo, pero lo que le hace falta al beso es un poco de Nathan.

Cuando el beso se termina, yo sonrió, el promete llamarme y yo estoy por entrar cuando lo veo.

Agazapado a un lado de la ventana del pasillo, mirándome fijamente se encuentra él, yo camino lentamente hasta donde esta y digo sin rodeos.

- ¿ahora me espías?

- no quería interrumpirlos. - responde él con voz molesta - ¿que tal el beso?

Yo lo miro con molestia, no quiero admitir que el beso no fue lo que esperaba asi que digo algo que se que le dolerá.

- Al menos estoy segura  de que él no fingía cuando me beso. 

Cuando escucha aquello el rostro de Nathan se suaviza.

- Violet yo...

- Marchate Nathan - digo con voz cansada - tu mentira ya no es necesaria y yo ya no quiero que me engañen.

- si tu me dejaras...

- ¿contarme mas mentiras? ¿inventarte otro cuento?

- es que tu no conocer toda la historia.

- ¿que? ¿fue por mí bien? ¿Me engañaste todo el tiempo para salvarme?

- no - dice él - quizás no me perdones por eso, pero yo... hay una historia que tu no conoces y que debes saber 

Yo lo miro molesta y un poco cansada

- ¿que historia?

- la de nuestro primer encuentro, la de la primera vez que nos vimos, la de como me salvaste.

- yo no.... - yo lo miro confundida, no se de que esta hablando. - ¿De que hablas?

- déjame contarte la historia Violet y si después de eso no quieres volver a verme lo entenderé

Muerdo mi labio, no quiero que me vuelta a engañar, pero también quiero escuchar esa historia que dice.

- ¿tienes pruebas? - es lo único que se me ocurre decir.

- las tengo - dice tomando algo que lleva bajo el brazo- las tengo.

Lo miro un momento, se ve agotado, con la barba crecida y seguramente hambriento.

- Hablemos mañana. - digo y el me mira con sorpresa - por hoy descansa, date una ducha, come algo y mañana hablaremos 

- pero... - veo que esta por reclamar, pero yo lo detengo

- te prometo que hablaremos Nathan, pero por hoy es gusto para los dos tomar un respiro.

Después de eso, camino de vuelta al departamento de Anna pero justo antes de cerrar la puerta escucho A Nathan decir.

- Te extraño Violet.

mi corazón da un vuelco, pero aun así cierro la puerta dejando a Nathan atrás.

500 dias diciendo: Te amo TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora